Credit Suisse, lejos de su objetivo
A Credit Suisse le gusta jactarse de que ha sido mejor que sus rivales en la adaptación al ambiente poscrisis. El último paso audaz es reconocer lo que la mayoría de los inversores han creído durante mucho tiempo -que mayores reservas de capital reducirán su rentabilidad financiera (ROE, en inglés)-. Credit Suisse ha rebajado su objetivo ROE a medio plazo del 18% a "por encima del 15%". Para saltar esta distancia, empleados y clientes tendrán que compartir la carga. Las decepcionantes ganancias del cuarto trimestre dejaron el ROE anual a tan solo el 14,4%. Además, Credit Suisse todavía está acumulando reservas de capital. Bajo la reglamentación antigua, su ratio Tier 1 es ahora un 17,2%. Pero las nuevas normas sobre activos comerciales, que se aplicarán a finales de año, lo reducirán al 14,2%. El nuevo marco de Basilea III bajará aún más la relación.
Salvar el nuevo obstáculo requerirá una mejora de los tres negocios de Credit Suisse. En 2010, la gestión de activos vio la entrada de 20.600 millones de francos suizos, frente a los 400 de 2009. Casi una cuarta parte fue a los fondos de bajo margen que cotizan en Bolsa. También atrajo flujos muy fuertes, superando otra vez a su rival vecino UBS, con nuevos activos netos de 55.000 millones en 2010. Pero el 70% de las entradas netas ese año llegó de fuera de Suiza, donde los márgenes son mucho menores.
Como otros bancos, Credit Suisse puede pasar algunos de sus mayores costes de capital a los clientes. Los empleados también deberán poner de su parte. El banco pagó un 49% de sus ingresos en concepto de indemnización en 2010 -muy por encima de la media del sector-. La forma más rápida para cumplir con su nuevo objetivo ROE sería pagar menos a su gente.
Margaret Doyle