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A fondo

Del tipo único a la escalera de caracol

Entre las novedades más importantes que traen los Presupuestos Generales del Estado de 2011, aprobados el viernes por el Gobierno y enviados al Congreso para su tramitación, figura la fijación de dos nuevos tramos en el IRPF para contribuyentes con mayor poder adquisitivo. Quienes ganen más de 120.000 euros al año pagarán un punto más y quienes superen los 175.000 euros, serán gravados con dos puntos más respecto a la situación actual. Si a todo esto sumamos las subidas de impuestos aprobadas a mediados de año en el tramo autonómico en gran parte de las comunidades gobernadas por el PSOE, encontramos una tarifa del impuesto con múltiples tramos, y muy diferentes según en qué autonomía se tribute. Lejos queda la apuesta por un único tramo en el IRPF, para simplificar el impuesto, defendida por el PSOE antes de 2004 cuanto estaba en la oposición. De esta forma, del tipo único de gravamen hemos pasado a una escalera de caracol donde el contribuyente, sobre todo el de rentas altas debe fijarse muy bien para saber en qué escalón está. Si el PSOE/Gobierno ha decidido prescindir de la simplicidad en el impuesto, a menos a efectos de tipos de gravamen, sólo queda pensar en razones de índole ideológico (un guiño electoral a los contribuyentes con menor renta) puesto que la razón recaudatoria tampoco es válida, ya que apenas se ingresarán 200 millones más por tal subida impositiva, en un tributo cuya recaudación supera los 50.000 millones al año. Pero incluso, el argumento ideológico es cuestionado por muchos. El régimen fiscal de las Sicav, donde se refugian las grandes fortunas, sigue sin retocarse en su aspecto fundamental. Además, entidades como el BBVA arguyen que la subida del IRPF a las rentas altas favorece la fuga de cerebros sin que se aclare la suficiencia financiera.

Presupuestos borrosos

Otro asunto que deberá explicar con claridad la vicepresidenta económica, Elena Salgado, en el Congreso, es el cuadro macroeconómico incorporado a los Presupuestos. Respecto a las últimas previsiones realizadas en mayo por el Ejecutivo, el nuevo cuadro macro incorpora una tasa de paro algo superior (cuatro décimas más, hasta el 19,3%) y una inversión inferior. En cambio, mantiene la estimación de que el PIB crecerá un 1,3% el próximo año. Es complicado explicar cómo se va a crecer en 2011 lo mismo que se estimó hace sólo cuatro meses pero con más paro y menos inversión.

Por lo demás, habrá que esperar a la presentación de las cuentas en el Congreso el jueves para comprobar cómo afecta el recorte presupuestario (un 16% de media en los ministerios) a partidas claves para el cambio de modelo productivo como la educación o la I+D. Una vez más, mantener la confianza con unos Presupuestos creíbles es la mejor arma para salir de la crisis.

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