Amenaza en el HSBC
La búsqueda de HSBC de un nuevo presidente se está llevando a cabo mediante un proceso de eliminación. El consejero delegado, Michael Geoghegan, ha amenazado con abandonar el banco a menos que no le nombren como sustituto del saliente Stephen Green, según Financial Times. Si esta dramática historia es incluso falsa, es probable que reduzca sus posibilidades de tomar el primer puesto. Y si Geoghegan no sirve como nuevo presidente tendrá que dejar su cargo.
Geoghegan nunca fue un candidato ideal para presidente. El banco británico tiene un historial en bloquear el ascenso de sus consejeros delegados. æpermil;stos convertidos en presidentes pueden tener dificultades para dar a sus sucesores un espacio suficiente para respirar. Con el tiempo, la falta de aire fresco en la directiva puede sofocar el pensamiento innovador.
Si Geoghegan amenazó con dejar el puesto, ahora es imposible que se le nombre. En cualquier caso, la falta de una negación firme de HSBC ata más bien a la junta directiva. Colocar a Geoghegan en el cargo podría haber tenido más sentido cuando se trataba de una función ejecutiva.
Pero durante su mandato como consejero delegado, las decisiones más estratégicas han sido devueltas a su oficina. Con el cambio del presidente, Geoghegan tendría que entregar la estrategia a su sucesor y asumir el mandato de estadista, un cargo para el que tiene evidentemente poca experiencia.
La situación es embarazosa, pero es una crisis. HSBC tiene varias opciones de ejecutivos ajenos al banco para ocupar la presidencia y el puesto de consejero delegado. El banco tiene aún tiempo: Green comienza su nuevo trabajo como ministro de Comercio del Reino Unido el próximo enero.
HSCB no debe temer a este proceso de nombrar a una persona adecuada en la presidencia (preferiblemente externo), incluso si eso implica también un cambio del consejero delegado.
Por John Foley