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Deuda soberana

España sortea el efecto arrastre irlandés

Los test de estrés a la banca ayudan a marcar distancias

La preocupación de los mercados por la deuda soberana va para largo pero, en el doloroso proceso por el que los países en el punto de mira van adelgazando sus déficit, se están perfilando las diferencias entre unos países y otros. El problema del endeudamiento persiste, ahora en mayor medida para Portugal e Irlanda y, como es habitual en los últimos meses, también para Grecia.

El diferencial de la deuda soberana de Portugal e Irlanda alcanzó ayer nuevos máximos, en 360 y 386 puntos básicos, respectivamente. Mientras la rentabilidad del bono alemán a diez años continúa horadando mínimos, la rentabilidad del bono irlandés al mismo plazo superó ayer el 6%, casi dos puntos porcentuales por encima del bono español. El diferencial de la deuda española también subió, a 181 puntos básicos, pero más por el descenso del bund que por un ascenso del rendimiento del bono español que, aun al contrario, cedió ligeramente al 4,06%.

Mes y medio después de su publicación, los resultados del test de estrés a la banca parecen estar surtiendo efecto y están permitiendo a España suavizar el castigo a su deuda. El ensanchamiento de ayer de los diferenciales de la deuda de Portugal, Irlanda o Grecia tuvo, una vez más, su epicentro en la banca, en una jornada en la que el mercado reaccionó a la noticia de la necesidad de capital que tendrá la banca alemana -la más expuesta a la deuda periférica- para adaptarse a la nueva normativa de Basilea III, y a la Información del diario Wall Street Journal, que apuntaba a que el test de estrés subestimó las carteras de deuda de algunas entidades europeas. La banca irlandesa está precisamente en el punto de mira, ante la posibilidad de que el Anglo Irish Bank, que ya recibió ayudas públicas, necesite de urgencia una nueva inyección de capital. "Irlanda tiene un problema con su sistema financiero, es pequeño y está muy concentrado en el sector inmobiliario. En España, el test de estrés ha servido en cambio para dar una señal positiva sobre la banca", señala Sara Baliña, de AFI. En un esfuerzo por calmar al mercado, el gobierno irlandés anunció ayer la ampliación de las garantías con las que concede su respaldo a la banca del país.

En primavera, cuando el mercado juzgaba con mayor crudeza a España, los expertos alababan la rapidez de los ajustes fiscales que ya había acometido Irlanda. Pero el mercado enfoca ahora hacia la banca irlandesa, detonante del reciente recorte de rating de S&P a la deuda soberana irlandesa. "Irlanda está teniendo un efecto de arrastre sobre otros países, pero no esperamos una oleada de riesgo sistémico", añaden en AFI. José Luis Martínez, estratega de Citi, recuerda aun así que "el problema de la deuda subyace y el mercado es muy líquido, un día es muy selectivo y otro día no tanto".

Prueba de que la presión sobre la deuda soberana va para largo son las previsiones de endeudamiento futuro. El ratio de deuda sobre el PIB crecerá en España desde el 64% de 2010 al 77% de 2013 pero el de Irlanda aumentará en ese plazo del 88% al 100% y el de Portugal, del 82% al 92%, según estimaciones del Eurostat y Barclays Capital. La firma británica apunta a que España ya ha cubierto al 68% sus necesidades de financiación de este año e Irlanda, al 98%, en previsión de los desafíos futuros.

La cifra

4,06% es el rendimiento del bono español a 10 años, ahora más cerca del italiano (3,8), que del portugués (5,8%) o el irlandés, que ayer subió al 6%.

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