Posible talón de Aquiles en China
Resulta preocupante que el 40% de nuevos préstamos concedidos en 2009 en China -tres billones de reminbi (450.000 millones de dólares)- fueran para infraestructuras locales. Muchos se concedieron a través de empresas intermedias conocidas como Empresas de Desarrollo Urbano, algunos respaldados con activos inmobiliarios o flujos de efectivo futuros, como metros y carreteras de peajes, pero otros de naturaleza social. Por el momento, Gobiernos locales y entidades provinciales han podido pagar los intereses con ventas de tierras y transferencias del Gobierno.
Pero la deuda de estas empresas es cerca de 900.000 millones de dólares, 14% de todos los préstamos vivos. Una tasa de impagos del 30% arrasaría el capital de bancos principales, como China Construction Bank y Bank of China. Además las entidades estatales chinas tienen pobre historial de prevención. A finales de los 90, durante la crisis financiera asiática, Guangdong International Trust quebró a pesar de contar con la garantía implícita del Gobierno de Guangdong. Hoy en día los robustos balances de bancos cotizados, controlados por el Estado, son resultado de la limpieza de 800.000 millones en préstamos fallidos de cuatro compañías con respaldo del Estado, que está recuperando alrededor de 20 centavos por cada dólar.
El Ministerio de Finanzas, la comisión nacional del mercado de valores Chinese Banking and Regulatory Commission y los bancos pueden no hacer nada. Después de todo, los tipos de interés a cobrar, a menos de 6%, se pueden considerar bajos y la mayoría de préstamos no exige pago de principal durante años, más allá de los cargos de la mayoría de funcionarios locales. Los bancos pueden encubrir problemas con crédito adicional; los municipios emitir bonos a los mismos bancos y los bancos ampliar capital en el mercado doméstico cautivo y en un mercado internacional con liquidez para "financiar crecimiento futuro", aunque en última instancia sea para cubrir pérdidas futuras. La segunda opción es que Ministerio de Finanzas y Chinese Banking and Regulatory Commission trabajen con los bancos para clasificar préstamos, separando los sociales, que deben recibir garantía explícita local.
Además China necesita crear una agencia central para financiación de proyectos locales y promover que los bancos establezcan el precio de créditos en función de riesgos: el 60% se concedió en 2009 por debajo del tipo de interés de la política monetaria.
Ciertamente, las masivas medidas anticíclicas de principios de 2009 fueron adecuadas ante la amenaza de grave recesión. Además en esta fase de desarrollo económico es normal que la mayor parte de préstamos financien infraestructuras, incluso puentes que aún no llevan a ninguna parte, pero que se llenarán con 15 millones de nuevos vehículos cada año. Pero el déficit fiscal debió ser de 8 a 10% en 2009 en lugar de 2%.
La reforma principal requiere evitar que los bancos cotizados -con el 85% de todos los préstamos- dejen de ser prestamistas de primero y último recurso: demasiado grandes para caer. Debe continuar la reforma, esencial para reequilibrar su economía hacia consumo interno y servicios y actuar para impedir que las Empresas de Desarrollo Urbano se conviertan en talón de Aquiles de grandes bancos del mundo la próxima década. Ello permitirá tanto Gobierno como accionistas minoritarios participen de la liberalización y compartan las recompensas de un crecimiento sólido y gestionable.
Jonathan Bell. Director de Inversiones de Pictet Asset Management