Una solución inteligente para Cajasur
La intervención de Cajasur, por parte del Banco de España, es el justo pago a la irresponsabilidad que ha guiado al Cabildo de la Catedral de Córdoba, como entidad fundadora de la caja, a la hora de afrontar la integración con Unicaja como una solución viable a la situación de la entidad.
El Cabildo y sus representantes han dilatado la solución con la clara voluntad de provocar la intervención, toda vez que no se habría paso, en el acuerdo de fusión, su interés por mantener su ámbito de influencia dentro de la entidad resultante. Y han elegido forzar la liquidación antes que preservar el empleo de sus trabajadores y la atención a sus clientes.
Pero esta intervención supone, en comparación con la fusión, un elemento de riesgo para el empleo, y para la propia naturaleza de la caja, en un escenario en el que la entidad puede ser puesta en liquidación, y subasta, a otros operadores, entera o por partes y lejos de la estabilidad que se derivaba de una intervención a través del Fondo de Garantía de Depósitos.
Más desnuda queda la posición de los antiguos gestores de Cajasur, cuando ha sido conocido que se había llegado a un principio de acuerdo en el ámbito laboral, que recogía una nueva ordenación en materia salarial y atendía el posible excedente de plantilla con medidas no traumáticas para las personas afectadas.
Transparentadas las pérdidas de la entidad, y confirmada la falta de voluntad de los administradores de Cajasur para aceptar la solución buscada en la integración con Unicaja, sólo queda saludar la determinación del Banco de España para atajar este desatino, como un mensaje claro para aquellos gestores y administradores que todavía no hayan entendido que la reestructuración del sector es inaplazable y urgente.
Pero dentro de la urgencia, hay que dar solución a este problema. Y desde mi punto de vista, lo más inteligente sería aprovechar el trabajo realizado. Unicaja ha demostrado tener un proyecto sólido para garantizar la viabilidad de la empresa resultante, manteniendo la unidad de empresa para Cajasur, y por tanto del empleo.
La absorción de Cajasur, por parte de Unicaja, además tendría la virtud de ganar tiempo ante cualquier otra posible solución dentro del proceso de reestructuración sectorial. La integración ya estaba preparada desde todos los puntos de vista, el financiero y el laboral, ya estaba aprobada por los órganos de gobierno de Unicaja, y ya era conocida en sus datos por el Banco de España y el Fondo de Garantía de Depósitos.
Esta solución es la más inmediata, en un momento en el que el tiempo es un factor vital. Ganar tiempo se traduce en aliviar la tensión de la clientela, adelantando la necesaria activación del crédito en su ámbito de actuación, e influye en el resto del sector financiero aumentando la confianza en el sistema y disminuyendo la volatilidad de los mercados.
Pero para mí, y para Comfia CC OO, la absorción por parte de Unicaja representaría encontrar una solución dentro del modelo social de las cajas de ahorros, señalando el camino a seguir por otras entidades del sector. Camino que pasa por el respeto a los empleos en las empresas del sector, pero que debe buscar un horizonte de trabajo para las personas, y las empresas, que viven en su entorno, activando el crédito y facilitando la actividad económica.
José María Martínez. Secretario general de Comfia CC OO