El BCE descarta comprar bonos y agudiza la crisis de la deuda pública
Dos citas clave aguardaba ayer el mercado de renta fija. La subasta de deuda española a cinco años y la conferencia de prensa de Jean-Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo. Ninguna de las dos dio motivos para la alegría. Especialmente negativo fue el comentario del BCE, que descartó de plano recompras de bonos. La prima de riesgo de los países periféricos se disparó, y la española está ya en 163 puntos.
La tempestad no amaina. La prima de riesgo española marcó un nuevo máximo desde que existe el euro, 163 puntos básicos al cierre de la sesión de ayer, con el bono a 10 años cotizando en el 4,42%. El diferencial se ensanchó en 31 puntos tras una nueva sesión negra para los países de la periferia europea: España, Grecia, Portugal, Irlanda e Italia.
Durante esta semana se habían sucedido las especulaciones sobre si el BCE se verá obligado en algún momento a tomar medidas de gran calado para contener la sangría de la deuda pública del sur de Europa. "Creemos que el BCE se verá forzado a comprar deuda periférica", escribía Credit Suisse. "Una posibilidad, si las tensiones del mercado se elevan, es que el BCE comprase deuda griega o de otros países periféricos", comentaba Citi.
No hubo árnica para los inversores. En la conferencia de prensa, Jean-Claude Trichet comentó que el BCE no ha discutido la opción de recomprar deuda de países de la zona euro con dinero emitido por la autoridad monetaria. Algo que, en etapas anteriores de la crisis, sí han hecho los bancos centrales de Reino Unido y Estados Unidos. "Hacemos un llamamiento a acciones decisivas de los Gobiernos para lograr una duradera y creíble consolidación de las finanzas públicas", recalcó Trichet. Pero al mercado poco importaron estas palabras, como poco le ha importado el plan de austeridad que se debatía en el Parlamento griego o el programa de apoyo de 110.000 millones que, también en sede parlamentaria, debatía Alemania. Tras la rueda de prensa de Trichet el castigo a la deuda periférica se agravó.
Tampoco faltaron en esta ocasión los rumores de turno. Antes de la reunión del BCE, se hablaba de una poco verosímil eventual bajada de tipos -aunque están en el 1%-, y eso tiró de las Bolsas. Y también por la mañana circuló la especulación de que Standard & Poor's bajaría el rating de Italia. La agencia de calificación no comentó la noticia, y así el bono italiano sufría más que el español por la mañana. Y antes de todo eso, Moody's había publicado un informe en el que alertaba del riesgo de contagio de la crisis griega a la banca del Sur de Europa, Grecia y Portugal.
Al cierre, la prima de riesgo española estaba en 162,9 puntos, frente a los 57 a los que empezó el año. El diferencial italiano está algo por debajo, en 149 puntos, a pesar de que el rating de la deuda transalpina tiene una calificación dos escalones inferior a la española. El diferencial griego se disparó hasta los 851 puntos básicos, con el bono cotizando en un tipo de interés del 11,31%, un nivel superior al anterior al plan de rescate. Este tipo de interés supone que un bono valorado en 1.000 euros -que se supone Grecia devolverá- se puede comprar en el mercado por 700. Señal de que el mercado aún tiene muy en cuenta la posibilidad de un impago parcial de deuda.
Irlanda -que ya ha aplicado un severo plan de austeridad en sus finanzas públicas- y Portugal tampoco se libran de la quema, y sus bonos cotizaban, respectivamente, en el 5,79% y el 6,14%. En los plazos más cortos la diferencia de Grecia y el resto es aún mayor. La letra griega a tres meses ronda también el 10%. La española, aunque ha aumentado el tipo 14 puntos básicos en dos semanas, está en el 0,5%.
Las emisiones del Tesoro, más caras
La subasta de deuda pública realizada por el Tesoro español no trajo demasiadas sorpresas. Se vendieron 2.345 millones de bonos a cinco años a un tipo de interés del 3,532%. Son 71,6 puntos básicos más que en la operación anterior a este plazo, el 4 de marzo, cuando se colocó deuda al 2,816%. El fuerte aumento del tipo de interés se corresponde con la evolución del mercado secundario, pues la deuda a cinco años se compraba anteayer en el entorno del 3,5%. Este aumento de los tipos supone un coste adicional de 40 millones de euros durante cada uno de los cinco años que estará viva la deuda, respecto a la colocación de marzo.La noticia menos mala es que el Tesoro español tiene un par de semanas de margen. Hasta el día 18 de mayo no tiene que colocar papel en el mercado, y se trata de letras a 12 y 18 meses. En los plazos cortos de la curva de tipos la deuda española ha sufrido algo menos y, además, una mala subasta en vencimientos cortos tiene, lógicamente, un efecto más limitado en el tiempo. Antes de esa fecha Grecia tendría que haber empezado a recibir la ayuda europea, pues afronta vencimientos de deuda. Y el día 20 el Tesoro afronta una prueba más seria con la subasta de obligaciones, a 10, 15 o 30 años.
Interbancario
Société Générale alerta de las tensiones en el mercado interbancario. Las operaciones de financiación del BCE cada vez registran mayores demandas, y los tipos líbor en plazos cortos, de dos o tres meses, han repuntado durante las últimas semanas.