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Tomra, la empresa noruega que se dispara en Bolsa ante un nuevo modelo de reciclaje en España

Ante la próxima implantación del sistema de depósito y retorno de los envases, la empresa noruega proporciona máquinas de vending inverso para que los consumidores devuelvan envases de plástico, vidrio y aluminio. Sube el 13,8% en menos de una semana

Planta de recuperación de residuos plásticos de Tomra, en Noruega.
Planta de recuperación de residuos plásticos de Tomra, en Noruega.@TOMRARecycling
Juan Pablo Quintero

El fracaso del reciclaje de envases en España está moviendo a la Bolsa de Oslo, Noruega. Tomra, la empresa fabricante de máquinas de vending inverso (en las que los consumidores devuelven envases de plástico, vidrio y aluminio), está subiendo con fuerza en Bolsa ante la próxima implantación de un nuevo sistema de recogida de plásticos en España. Así, desde que el pasado viernes el Ministerio para la Transición Ecológica certificó que solo se recoge el 41,3% de las botellas puestas en el mercado, la compañía nórdica ha aumentado el 13,78% su valor de mercado. El fracaso del modelo actual es profundo porque la meta era recoger al menos el 70% de los plásticos que se venden en las tiendas. Así, España se ve obligada por ley a implantar el Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR) en un plazo de dos años, sistema en el que los consumidores pagan un depósito al comprar productos envasados y que se reembolsa cuando devuelven los envases a puntos de reciclaje; tal y como se hacía hace décadas con los envases de vidrio.

La empresa noruega está lejos de ser una small cap. Tras la escalada, la compañía ya acumula una capitalización bursátil de 4.130 millones de euros. Según la firma financiera Carnegie, la implementación de este esquema podría hacer que el 2027 sea un año muy fuerte para Tomra, primordialmente por la venta de máquinas de reciclaje en el Reino Unido como en España. Las cotizaciones de la compañía subieron el 9,6% solo el lunes. Carnegie ha previsto que las ganancias por acción de Tomra en 2027 aumenten a 0,74 euros sobre los 13,95 euros actuales, y que el ratio precio-beneficio sea de 16. El consenso de analistas, sin embargo, no le ve más recorrido: ubican el precio objetivo en los 13,44 euros por acción.

En el último informe para sus inversionistas, la empresa ha compartido que alcanzó los 1.290 millones de euros en ingresos en 2023, de los cuales más del 50% llegaron del mercado de recolección de residuos. Para precisar: cuentan con 85.000 máquinas de vending inverso en 60 países, e incluyendo el negocio de clasificación de productos agro y de otro tipo de reciclaje— como metales —, cuentan con una base instalada de 110.000 unidades en más de 100 países. La compañía afirma que los mercados más importantes para sus ventas son EE UU y Alemania (en el país germano tienen 30.000 máquinas de vending inverso).

En España opera desde inicios de los 2000. La compañía ha destacado que ultima la creación de una filial en España para fortalecer su presencia en el mercado del vending inverso. “Con este proyecto vamos a invertir en personas y empleos verdes, preparándonos para la posible introducción del sistema de devolución de envases en 2026″, explica por correo electrónico el responsable de esta división para EMEA, Lauri Kangaslahti. “Austria y Polonia serán mercados de atención, pues comienzan a implementar sus esquemas de devolución de depósitos en 2025″, puntualizan.

Las máquinas de vending inverso tienen diferentes tamaños, por lo que están dirigidas tanto a pequeños locales comerciales, como a grandes centros de acopio de residuos plásticos, y aunque el precio varía dependiendo de distintos factores— como si es para locales retail o grandes superficies —, oscila en un rango de entre los 9.500 a 23.750 euros. Cuando un usuario introduce una botella de plástico, una lata de aluminio o una botella de vidrio, la máquina utiliza sensores para identificar y validar el material. Estos sensores pueden escanear códigos de barras o utilizar inteligencia artificial para reconocer el tipo de envase. Una vez identificado, el recipiente es clasificado y, dependiendo del material, puede ser compactado o triturado para reducir el volumen. Luego se almacena en un contenedor interno. A cambio, el consumidor recibe una recompensa, que puede ser un reembolso monetario, un cupón de descuento o puntos de fidelización. Estas máquinas pueden localizarse desde en pequeñas tiendas de conveniencia a grandes superficies comerciales o centros de reciclaje.

La empresa, de hecho, destaca que el modelo de depósito incentiva el reciclaje y asegura una tasa de recuperación de materiales del 90%, según indica en su página web. Las máquinas de vending inverso permiten la clasificación y el reciclaje de metales, utilizando tecnología de sensores para separarlos de otros residuos. Otra de las vertientes del negocio la tienen en el sector alimentario, donde han creado sistemas de clasificación para frutas, verduras y otros productos (entre los que destacan el aguacate o la oliva), mejorando la eficiencia y reduciendo el desperdicio de comida.

La consultora Market Research Future calcula que el mercado de máquinas de vending inverso crecerá un 5,5% anual hasta 2032. Se trata de un mercado que en 2023 ascendía a 400 millones de euros y que podría alcanzar los 617 millones. Otras empresas del sector son Incom Recycle (China), TRautwein SB Technik (Alemania), Diebold Nixdorf (EE UU), RVM Systems AS (Suecia), Envipco (Países Bajos) y Kansmaker (EE UU).

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