El FMI y el BCE reclaman a España que acelere el saneamiento fiscal
España recibió ayer un mensaje claro del FMI y del BCE: acelerar el saneamiento de las cuentas públicas para generar confianza y salir de la crisis. También recibió respaldo a través de otros dos mensajes: el FMI negó que esté preparando un plan de ayuda a España y el BCE rechazó compararla con Grecia.
Todos los países, especialmente los que se encuentran en peor situación económica, tienen que hacer los deberes y eso significa inspirar confianza en que a medio plazo serán capaces de tener unas finanzas sostenibles". El presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, señaló ayer a España y Portugal, los dos países de la eurozona con peores cifras tras Grecia, como los que van a tener que asumir más esfuerzos para cumplir con lo estipulado en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, en el que se establece que el déficit público no podrá superar el 3% del PIB. "Estamos llamando constantemente al cumplimiento de esos límites porque lo consideramos esencial", dijo Trichet, quién sin embargo prefirió no referirse a la propuesta lanzada el martes por Sarkozy y Merkel, que propugnaba retirar el voto e incluso recortar las ayudas a aquellos países que no cumplieran con el Pacto de Estabilidad. Un proyecto inviable en la actualidad ya que si se aplicará hoy, sólo cuatro países (Dinamarca, Estonia, Luxemburgo o Finlandia) cumplirían con el límite fijado.
A la advertencia de Trichet le siguió, sin embargo, un mensaje tranquilizador ante la creciente desconfianza hacia España y Portugal, que han visto rebajada la calidad de la deuda y han contemplado como se han disparado los rumores sobre un posible plan de rescate. Un extremo que se encargó de desmentir ayer el presidente del BCE. "Ya he dicho en más de una ocasión que Portugal no es Grecia y también que España no es Grecia", señaló Trichet en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, celebrado ayer en Lisboa.
El FMI también respaldó ayer la solvencia de ambas naciones. "El organismo no está negociando un plan para extender un préstamo ni a España ni a Portugal", señaló a Bloomberg TV el subdirector gerente del FMI, John Lipsky al ser preguntado por posibles planes de contingencia. "Estamos en contacto con las distintas autoridades, pero déjeme que sea claro, no hay ningún programa bajo discusión o negociación en este momento", aseguró.
Con respecto al miedo al contagio de los problemas griegos, Lipsky recordó que los mercados nunca funcionan de forma sutil y que los Gobiernos ante los que se está ejerciendo la presión entienden la necesidad de tomar medidas. En este mismo sentido, la portavoz de la institución, Caroline Atkinson, señaló que en el caso de España "hay un paquete de medidas de ajuste importante encima de la mesa" y animó a este país y al resto a que pusieran en marcha sus propuestas "rápidamente". Atkinson reconoció ayer que la posición de los mercados por miedo a un posible contagio es "una situación seria", pero dijo que lo que importa son las acciones que está tomando Grecia y el ajuste fiscal de otros países.
La portavoz precisó, para marcar una clara línea divisoria entre países, que las naciones ahora bajo presión (España y Portugal) parten de una situación muy diferente a la griega, "ni tienen el mismo nivel de deuda, se encuentran en una posición fiscal mejor y tienen una mejor contabilidad". Con respecto a Grecia, Atkinson declaró que el Fondo está impresionado por la determinación con la que las autoridades están procediendo con el plan de ajuste.
Los tipos, un año en el 1% y ahí seguirán
Los tipos de interés en la zona euro cumplieron ayer un año en el 1%. Y en ese nivel se mantendrán ya que, según explicó Trichet, el organismo prevé que los precios se mantengan estables y que la recuperación económica siga produciéndose, "aunque el patrón de crecimiento es impredecible". Ante estas incertidumbres, el presidente del BCE reclamó a los países a que aceleren los planes de consolidación fiscal. "Cuanto más se posponga el ajuste fiscal, más recortes serán necesarios hacer y más confianza se perderá", advirtió.El máximo mandatario del BCE recalcó que se mantendrán las subastas de liquidez a una semana y un mes y descartó que por el momento sea necesario recuperar las subastas a seis y doce meses. En este sentido, Trichet reclamó a las entidades financieras que finalicen los ajustes pendientes y les exigió que vuelvan a dar crédito, "ya que el crecimiento de préstamos al sector privado se mantuvo en términos negativos en marzo".Respecto a la evolución de la economía de la zona euro a corto plazo señaló que sufrió en los primeros meses de 2010 el impacto negativo de las malas condiciones climatológicas, "que posteriormente se vio parcialmente compensado por una recuperación de algunos países compradores, lo que seguramente aliviará a corto plazo a las exportaciones de la zona euro". No obstante, Trichet destacó que existen incertidumbres respecto a las tensiones en algunos mercados financieros, en clara referencia a las dudas surgidas sobre la capacidad de pago de países como Grecia, Portugal o España, cuyas primas de riesgo se han disparado en los últimos días ante la desconfianza de los mercados.
"Ningún país va a quebrar ni va a salir del euro"
Antes de la reunión del Consejo de Gobierno del BCE se extendieron los rumores sobre una posible quiebra ordenada de Grecia, tal y como pidieron el martes el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy o la canciller alemana, Angela Merkel. "No hemos discutido nada sobre este procedimiento. Por el contrario, estamos firmemente convencidos de que Grecia no quebrará y que tampoco saldrá de la zona euro", señaló. En este sentido, Trichet aseguró que la pertenencia a la Unión Monetaria ha traído grandes ventajas a los países miembros, "pero también les compromete a desarrollar políticas fiscales, reformas estructurales o al control de los costes laborales".También surgieron rumores sobre la posibilidad de que el banco emisor se atrevería a comprar deuda soberana de países con problemas económicos. "No hemos discutido esta opción y no tengo nada más que decir al respecto", señaló con vehemencia Trichet en la rueda de prensa posterior, en la que dejó claro que la decisión excepcional de aceptar deuda griega como garantía se debió en exclusiva al compromiso de la entidad que preside ante los grandes esfuerzos asumidos por Grecia en su plan de ajuste. De hecho, fue muy categórico a la hora de señalar que las decisiones extraordinarias de política monetaria se aplazaban hasta que no se comprobaran los primeros resultados de los planes de consolidación fiscal.
Cita el domingo
El consejo ejecutivo del FMI tiene previsto aprobar el domingo la petición de ayuda de Grecia por valor de 30.000 millones de euros. Según dijo la portavoz de la institución ayer, el Fondo siempre es considerado prestamista preferente y los miembros de la institución nunca han perdido dinero.