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Columna
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El lío de Porsche y Volkswagen

Malos perdedores o jugadores equivocados? Los hedge funds que hicieron escasear las acciones de Volkswagen (VW) recibieron una paliza en octubre de 2008. Porsche, un competidor de la fábrica de coches alemana, reveló entonces que estaba ocultando más opciones sobre VW de lo que nadie hubiera sospechado. Las acciones de VW se cuadruplicaron en un día de forma ridícula cuando los fondos se apresuraron a comprar acciones de VW para cubrir sus apuestas -y no pudieron encontrarlos-.

Ahora, algunos de estos inversores acusan a Porsche de engañarles en los meses antes de la sorpresa de octubre. Piden en un tribunal de Nueva York que les conceda los 1.000 millones de dólares que dicen haber perdido.

Porsche se endeudó demasiado para tomar el control de su rival y finalmente fracasó. Pero en 2008, sus surrealistas finanzas - con beneficios netos por encima de sus ingresos gracias al juego de las opciones - hicieron que pareciera un hedge fund de mucho éxito. Los beneficios sobre el papel nunca se convirtieron en efectivo, y todo el plan se vino abajo en 2009. Eso llevó a una fusión consensuada entre las familias enemistadas que tienen el control, lo que convertirá a Porsche en sólo una de las once marcas de la caballería VW.

Los fondos que perdieron el juego de las opciones realizaban una apuesta arriesgada, esperando que disminuyera el precio de adquisición de los valores exagerados de VW una vez que Porsche hubiera obtenido el 51% de las acciones ordinarias de la empresa.

Cualquiera que sea su fundamento jurídico, el pleito muestra el lamentable estado de las normativa alemana y de la regulación sobre la gobernabilidad y la divulgación. Porsche no tiene que revelar las opciones de compra que había acumulado, la forma en que lo había hecho, o si sería liquidada en efectivo o mediante entrega. La historia de Porsche-VW demuestra claramente que Alemania todavía tiene una gran necesidad de una reforma reguladora.

Pierre Briançon

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