Financiación bancaria para el sector público
Un debate que ha generado cierta polémica en los últimos meses es el papel del crédito bancario como condicionante para salir de la crisis por un supuesto cierre en el grifo de la financiación. El interrogante que surge es si la reducida tasa de crecimiento del crédito al sector privado se debe a la ausencia de demanda o, por el contrario, a una restricción de oferta. Para responder a esta pregunta, es de utilidad conocer la opinión tanto de las empresas que demandan la financiación como la de los bancos que la otorgan.
En el primer caso, la encuesta del pasado mes de septiembre elaborada por el Banco Central Europeo (BCE) sobre el acceso de las pymes a la financiación muestra que el porcentaje de empresas españolas cuyas peticiones de financiación bancaria han sido denegadas en los últimos 6 meses se sitúa muy por encima de la media europea (21% en España, frente al 9% en Francia, el 7,9% en Italia y el 3,8% en Alemania). Estos resultados están en línea con la última encuesta de julio de 2009 sobre préstamos bancarios que elabora el Banco de España, que indica que los criterios para la aprobación de nuevos préstamos a empresas y a hogares se endurecieron en los tres últimos meses. Es evidente que las condiciones se han endurecido drásticamente por el lado de la oferta.
Por el lado de la demanda, la misma encuesta sobre préstamos bancarios indica que la demanda de fondos mostró un comportamiento diferenciado por segmentos. En el caso de la compra de vivienda, la demanda dejó de caer por primera vez desde finales de 2006, mientras que la demanda de préstamos para consumo continuó cayendo y el préstamo empresarial moderó su descenso. Se trata de algo lógico en un contexto en el que el PIB está cayendo a un ritmo del 4,2% y la inversión y el consumo se están reduciendo al 5,7% y 17%, respectivamente.
Las ya negativas tasas de crecimiento del crédito al sector privado contrastan radicalmente con los muy elevados ritmos de crecimiento de la financiación que la banca aporta al sector público, tanto a través de la concesión de préstamos como a través de la compra de deuda pública. Utilizando los últimos datos disponibles referidos a agosto de este año, el crédito al sector privado ha caído (en tasa interanual) un 0,3%, mientras que el crédito a las Administraciones Públicas está creciendo al 36%, y la compra de deuda pública al 73%. En otros términos, en los últimos 12 meses la financiación de la banca al sector público ha aumentado en 70.794 millones de euros, mientras que el saldo vivo del préstamo al sector privado ha caído en casi 4.900 millones de euros.
Y si seguimos juntando piezas, todo parece indicar que la banca española está utilizando la financiación barata que ofrece el BCE (a un tipo de interés del 1% a 12 meses en las operaciones de financiación a más largo plazo) para financiar al sector público y no al sector privado. Así, la información que ofrece el Banco de España sobre la participación de las entidades de crédito españolas en la financiación que otorga el BCE muestra que desde mediados de 2007 y, con más intensidad, desde principios de 2009, se ha producido un crecimiento acelerado hasta alcanzar un máximo histórico del 13,6% en septiembre de este año.
A partir de esta información, se desprenden tres mensajes. Primero, que la ya negativa tasa de crecimiento del préstamo bancario al sector privado se debe tanto a un endurecimiento de las condiciones de financiación como a una caída de la demanda. Segundo, que el comportamiento del grifo del crédito al sector privado no tiene nada que ver con el grifo al sector público, ya que en el primero la financiación cae con cuentagotas mientras que en el segundo sale en abundancia. Y, tercero, que si uno de los objetivo del BCE a la hora de aportar abundante financiación barata de forma excepcional es reactivar la economía incentivando que fluya el crédito al sector privado, el objetivo está muy lejos de ser alcanzado, al menos en la economía española.
El interrogante es qué pasará cuándo el BCE corte el grifo y la banca española deje de financiar al sector público.
Joaquín Maudos. Profesor investigador del IVIE y profesor de la Universidad de valencia