Acciona pone en venta un tercio de la flota propia de Trasmediterránea
El plan de ajuste diseñado por Acciona para situar a la naviera Trasmediterránea en terrenos de rentabilidad afecta ya a la flota. El grupo busca compradores en todo el mundo para siete barcos, la tercera parte de los que tiene en propiedad. La caída en la carga ha sido el detonante.
Las circunstancias del mercado aconsejaron el año pasado el aplazamiento sine díe de la venta de la naviera Trasmediterránea, de la que un 80% está en manos del grupo de construcción y servicios Acciona, pero la firma de la familia Entrecanales no se resigna a soportar pérdidas en el negocio del transporte marítimo. El proceso de ajuste impuesto en la filial contempla ahora, según fuentes del sector, la venta de siete barcos de los 23 que Trasmediterránea declara en propiedad.
Se trata de una de cisión de calado tras la que el líder local en servicios de carga y pasajeros mantiene 23 buques en su flota operativa, incluidas las siete unidades que tiene en alquiler o fletadas (tres de carga y cuatro de pasaje). Consultadas por este periódico, fuentes oficiales de Trasmediterránea reconocen la intención de venta, pero eluden hablar de un objetivo económico que se antoja millonario.
La doble causa que motiva esta desinversión se encuentra en la caída de la demanda en el capítulo de la carga, los ajustes en la ruta entre la península y Baleares, y en la necesidad que tiene la compañía de mejorar su solvencia.
Las fuentes extraoficiales consultadas argumentan que la empresa se ve obligada a venderlos uno por uno y que la captación de nuevos propietarios para esos buques se está centrando especialmente en OrienteMedio y Asia,mercados a los que estaría accediendo a través de intermediarios. Según ha podido saber CincoDías, el ferry Ciudad de Valencia estaría ya colocado, y existen negociaciones abiertas por otras naves. A la espera de nuevos dueños están cuatro barcos de alta velocidad, un segundo ferry y un buque de carga.
Números negros
El plan de choque de Trasmediterránea persigue la declaración de beneficios en 2009, tras un dramático ejercicio 2008 y pese a las malas expectativas en mercancías. El año pasado los metros lineales de carga atendida cayeron un 9,6%, mientras el Ebitda lo hacía en un 86%. Esta situación impulsó una ampliación de capital de 110 millones, a finales de enero, que se tradujo en unamayor presencia de Acciona, que pasó de controlar el 60% al citado 80%.
Ya en mayo de 2008, José Manuel Entrecanales, presidente de Acciona, impulsó retoques en la cúpula de la participada a la vista del rápido deterioro de las condiciones del mercado. Por entonces colocó a Jorge Vega-Penichet, secretario del consejo de Acciona, en la presidencia de la naviera y reforzó a Antonio Grávalos en la dirección general. Ambos tienen orden de ajustar las dimensiones de Trasmediterránea.
La reducción de número de viajes en determinadas rutas, la anulación de las menos rentables, aprovechar los barcos mixtos para transportar la carga y amarrar determinados buques fueron algunas de las primeras medidas. Al cierre del primer semestre la carga se resiente un 10,7%, pero el Ebitda ya alcanza 13millones en números negros.
El 'Ciudad de Valencia',un emblema en los ochenta
La selección de los siete barcos con los que Trasmediterránea pretende hacer caja responde a cuestiones puramente operativas. Si se ha dejado de trabajar la alta velocidad entre la Península y Baleares, los barcos se venden; si la carga sigue cayendo hasta un 11% en el primer semestre, también se incluye un buque en el paquete, y así hasta alcanzar los siete que están atracados en puertos catalanes o del Estrecho.Uno de ellos, el Ciudad de Valencia, cuenta las horas para zarpar desde Tarragona, donde está atracado, hacia un nuevo destino con una nueva naviera. La identidad del comprador se desconoce, pero su nueva bandera es de la caribeña Sant Vincent des Granedines.Este ferry tipo canguro, construido por Unión Naval de Levante en 1984, tuvo como primer destino la ruta de Valencia a Palma. Con 138 metros de eslora, 20,5 de manga y capacidad para 624 personas, además de 275 vehículos y 500 metros lineales de carga, se erigió como uno de los buques insignia de Trasmediterránea en los ochenta, perdiendo protagonismo a principios de la presente década ante los superferrys. Su último servicio, a finales de 2008, ha sido llevar pasajeros de Almería al puerto marroquí de Nador.Pese a tener estas operaciones de desinversión en marcha, Trasmediterránea espera dos gigantes armados por Navantia para los próximos meses. Se trata de dos buques de carga, los mayores que se construyen actualmente, cuyo importe de inversión alcanzará unos 200 millones. Sus medidas son de 209 metros de eslora, 26,5 metros de manga y 7 metros de calado, que navegarán a 26 nudos (unos 48 kilómetros por hora). Cada uno de ellos podrá acoger 210 plataformas de 31 toneladas y 50 contenedores de doble altura. Su misión será sustituir a dos de los barcos de carga por los que la empresa paga un alquiler.