El pozo de los deseos
No ha llevado mucho tiempo vaciar el pozo de capital de Reino Unido. Cualquier empresa que ahora trate de llenar su cubo es probable que encuentre una superficie dura, a juzgar por la profunda excavación requerida por las dos compañías de capitalización media que han lanzado ampliaciones de capital. El pozo en Europa continental podría pronto secarse.
Los inversores pueden encontrar el dinero para tomar parte en una venta de acciones de una gran y bien dirigida compañía. HSBC anunció el lunes la completa suscripción de 12.900 millones de libras. Pero la capacidad marginal en Reino Unido parece estar desapareciendo. Algunos inversores institucionales británicos están simplemente sin dinero, dicen los banqueros. La capacidad de infrasuscripción, ya proceda de los bancos, hedge funds u otros fondos, está agotada. Pequeña maravilla, después HSBC recogió mucha liquidez.
Consideremos las dos últimas emisiones en Reino Unido: Premier Foods y Wolseley -el primero, un productor de comida sana; el segundo, una compañía de materiales de construcción cíclica-. Pero ambos han aumentado sumas sustanciales en relación a su capitalización de mercado, 400 millones de libras frente a 250 millones en Premier, y 1.000 millones frente a 1.100 millones en Wolseley.
Wolseley tiene un problema particular -sus muchos inversores de EE UU no han permitido la infrasuscripción-. Pero fue capaz de colocar 270 millones de libras con instituciones, en gran parte inversores existentes. La colocación no llevaba derecho de suscripción formal, aunque muchos accionistas fueron consultados y se les ofreció la oportunidad de participar. Pero Premier tuvo que traer un inversor de fuera -el grupo de capital riesgo Warburg Pincus- para apoyar una colocación que apuntaló entonces una ampliación de capital más amplia.
La recapitalización en Reino Unido ha sido rápida y espectacular. Las empresas europeas son las próximas. En Francia, Lafarge y Saint Gobain han sacado ya sus cubos. Enel está preparado para hacerlo en Italia.
La comunidad inversora europea puede ser diferente a la de Reino Unido, con una gran prevalencia de Gobiernos y familias de accionistas. Pero la capacidad de emitir será similar. Si Reino Unido es una guía, muchas ampliaciones se adoptarán en similares estructuras bizantinas. Es de esperar que los derechos de suscripción preferente se eliminen, con lo que hedge funds e inversores de capital riesgo lograrán acuerdos privilegiados.
Christopher Hughes