Pese a ello, el consejero delegado de UPS, Scott Davis, explicó que el "severo descenso" en la actividad económica en todo el mundo provocó una acusada caída en los volúmenes en los fletes y paquetería, por lo que la empresa "está tomando duras decisiones para adaptarse a la realidad, entre las que se incluyen cambios en la estructura organizativa, en las compensaciones y en la configuración de la red".
A este respecto, UPS anunció que congelará los salarios administrativos y suspenderá los acuerdos para igualar las aportaciones al programa de pensiones.
La cifra de negocio de la mayor compañía mundial del sector de la mensajería alcanzó los 51.486 millones de dólares (39.785 millones de euros), un 3,6% más, gracias al incremento del 9,8% en los envíos de paquetería a nivel internacional, mientras que en el mercado estadounidense la facturación creció un 0,9%.
No obstante, la compañía con sede en Atlanta logró sustraerse al frenazo de la actividad económica en el último trimestre del año, cuando sufrió un descenso del 5,2% en su cifra de negocio, que alcanzó los 12.697 millones de dólares (9.773 millones de euros).
De hecho, la actividad de mensajería en los mercados internacionales retrocedió un 8%, mientras que la facturación en el mercado doméstico bajó un 3,9%, su mayor descenso desde 1999.
No obstante, UPS logró cerrar el ejercicio con un beneficio neto de 254 millones de dólares en el cuarto trimestre (196 millones de euros), frente a las pérdidas de 2.641 millones de dólares (2.036 millones de euros) del mismo periodo de 2007.