La vivienda libre se abarata un 5,9% desde enero por el recrudecimiento de la crisis
El precio de la vivienda libre cayó un 4,9% en septiembre respecto al mismo mes del pasado año, si bien el descenso desde enero, del 5,9%, fue más pronunciado por la mayor caída de las ventas de viviendas en línea con el recrudecimiento de la crisis financiera en los últimos meses.
Así lo revela el último informe sobre coyuntura inmobiliaria de la tasadora Tinsa, correspondiente al tercer trimestre, en el que se analiza la evolución del valor de las viviendas libres terminadas (nuevas y usadas), descontando la vivienda protegida, y que fue presentado hoy por el director general de la compañía, Luis Leirado.
Los datos revelan que la caída es más acusada en el segmento de vivienda usada, frente al de nueva construcción. De hecho, en términos interanuales, el precio de la vivienda nueva descendió un 3,5%, frente a la caída del 7% en el caso de la de segunda mano.
Por áreas geográficas, el comportamiento de estos valores es dispar. Así, en términos interanuales, el descenso fue del 7,1% en las áreas metropolitanas, por delante de las grandes ciudades y capitales (-6,5%), la costa mediterránea (-5,3%), Canarias y Baleares (-4,4%), y el resto de los municipios (-1,7%).
Estas proporciones se mantienen en términos acumulados desde enero, aunque con descensos nuevamente más pronunciados. Así, las áreas metropolitanas acumulan un descenso del (-8,8%), seguidas de la costa mediterránea (-8,1%) a cierta distancia de las grandes ciudades y capitales (-6,5%), los archipiélagos canario y balear (-4,4%) y el resto de los municipios (-4,2%).
El 'stock' rozará el millón de viviendas este año
Una de las claves de los descensos de precios radica en que solamente se vendieron 75.000 viviendas nuevas en el segundo trimestre del año, el 41% de las 184.000 terminadas en este periodo.
Además, a la vista del "fuerte impacto" que está teniendo la crisis de liquidez sobre la demanda, se espera que las ventas no superen los 300.000 inmuebles este año, coincidiendo con la finalización de las viviendas iniciadas hace aproximadamente dos años, en el punto álgido del ciclo.
La consecuencia más inmediata de esta falta de equilibrio entre la oferta y la demanda es un 'stock' de viviendas pendientes de venta de 680.000 inmuebles a día de hoy, y la previsión de que se alcancen las 930.000 viviendas nuevas sin vender en diciembre.
Además, desde la tasadora se cree que oferta y demanda tardarán en encontrarse, por lo que "este proceso de acumulación de 'stock' durará previsiblemente hasta la segunda mitad de 2009", a medida que la finalización de viviendas "vaya desacelerándose en los próximos trimestres".
De hecho, en el segundo trimestre, el crecimiento de las viviendas terminadas fue del 3,6%, frente al 16,7% del periodo anterior. Con todo, "habrá que esperar al menos dos años hasta que el sector absorban estas viviendas acumuladas sin vender".
La oferta comienza a reaccionar
Según Tinsa, estos dos años serán los que necesiten los promotores para cerrar la brecha y ajustar sus niveles de producción a la demanda, siempre más rígidos que los de ésta por corresponderse con proyectos visados años antes y reflejar aún de forma diferida el 'boom' inmobiliario.
Por el momento, se iniciaron 92.500 viviendas en el segundo trimestre, un 43,4% menos que en el mismo periodo de 2007. Esta menor actividad en el sector, tiene como consecuencia un incremento del paro. En cifras, el número de asalariados en el sector creció en 74.000 personas en el segundo trimestre, muy por debajo de los 650.000 nuevos empleos en el mismo trimestre de 2007.
Sin embargo, los índices de desempleo azotan especialmente a jóvenes menores de 35 años y a inmigrantes. Además, dadas las restricciones de liquidez y la incertidumbre sobre la evolución económica, estos dos colectivos son, según Tinsa, los que están más sujetos a riesgo de insolvencia y los que primero quedan excluidos del crédito hipotecario. A modo de ejemplo, las tasaciones de viviendas realizadas a extranjeros residentes han caído un 80% en el último año y medio.
Hay una demanda embalsada
Por otro lado, Leirado puso de manifiesto que, pese a que los ingresos de lasfamilias siguen creciendo por debajo del IPC, esta pérdida de poder adquisitivo se está "compensando" con la caída de los precios de la vivienda, por lo que "teóricamente, las familias tienen más capacidad de compra que hace algunos años".
Sin embargo, el recorte del crédito ha dado lugar a, por ejemplo, una paralización de la demanda de reposición. Es por ello, que desde Tinsa se asegura que se está creando una "demanda embalsada" que aflorará en el futuro cuando se despejen las actuales incertidumbres financieras.