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La oportunidad de la globalización

La banca española mantiene su fortaleza pese a la crisis financiera internacional.

Han pasado 30 años desde la crisis financiera más importante de la banca española. Y como dice el catedrático Álvaro Cuervo en su libro La crisis bancaria en España 1977-1985: 'Las causas que motivan las crisis se repiten, aunque no así el tratamiento de las mismas'. Por eso, las consecuencias de la actual situación financiera por la que atraviesa la banca internacional será muy distinta, dependiendo del país.

Mientras que los bancos de Estados Unidos, Reino Unido o en Suiza pasan por uno de sus peores momentos como consecuencia de la crisis crediticia desatada por las hipotecas de alto riesgo (subprime) estadounidense, en España las entidades financieras resisten. E incluso el pasado año lograron nuevamente récord de beneficios. Sus responsables presumen, además, de salir reforzados frente a sus homólogos europeos y norteamericanos. Aseguran que ganan puestos en el ranking mundial y crecen las oportunidades de compra. Santander saltó dos puestos a finales de año y se colocó como quinto banco mundial por beneficios al alcanzar los 9.060 millones de euros. En el primer trimestre ya es el líder.

La solvencia de las entidades financieras españolas y su actividad centrada en banca minorista, sin productos estructurados complejos, se han convertido en un auténtico parapeto ante esta crisis. Las mayores exigencias del Banco de España han sido fundamentales para que la actual crisis no se lleve por delante a ningún banco o caja, destacan todos los responsables del sector.

Los grandes bancos y cajas españoles dicen que 2007 ha sido su mejor año

Santander, ya quinto banco del mundo por beneficios, ha protagonizado la mayor compra bancaria de la historia

El tercer banco de Francia, Société Générale, también ha recibido un duro golpe en sus cuentas y en su estructura, aunque por motivos distintos a las subprime. La falta de control interno le ha llevado a perder 4.900 millones de euros, tras un presunto fraude en Bolsa realizado por el bróker de 31 años de edad Jérôme Kerviel. Estos acontecimientos tan recientes, a los que se une una ya confirmada desaceleración económica mundial, auguran un año 2008 poco atractivo para el sector financiero. 'Los bancos no están de moda', aseguraba recientemente Jaime Echegoyen, consejero delegado de Bankinter. Aunque hay que matizar.

En España la situación es más estable que en Estados Unidos o el resto de los países de la Unión Europea. Pero no siempre fue así. '1978 fue el año más duro de la historia de la banca', declaró el fallecido Luis Valls a los accionistas de Banco Popular en la junta de 1979. Casi 30 años después, su actual presidente, Ángel Ron, aseguraba en enero que el ejercicio que acababa de finalizar 'había sido el mejor de su historia'.

Pero la sombra de la crisis también ensombrece a la banca española. La desaceleración del crédito hipotecario, el repunte de la morosidad y los efectos de la globalización, que es un hecho, pasarán factura a todo el sector. Este negocio está muy vinculado a lo que ocurre en el resto del mundo. Los dos grandes bancos españoles, Santander y BBVA, tienen una fuerte presencia en Latinoamérica. Son la primera y segunda franquicia de esta región. También han extendido su actividad a Estados Unidos, pero aún de forma muy incipiente. En Asia comienzan a dar sus primeros pasos, mientras que en Europa siguen buscando un hueco. Sólo Santander tiene una destacada presencia en Reino Unido a través de Abbey, aunque posee presencia en 18 países a través de su filial Santander Consumer. Incluso en Rusia.

Otros bancos más pequeños, como Popular o Sabadell, han decidido saltar las fronteras y trasladarse a Estados Unidos, con pequeñas entidades en Florida. Popular también cuenta con un banco en Portugal, lo mismo que Santander y BBVA. Las cajas de ahorros no quieren quedarse atrás y hacen sus pinitos internacionales. La Caixa adquirió en mayo el 20% del mexicano Inbursa a la familia Slim para realizar banca minorista en Latinoamérica y EE UU. Controla, además, el 8,9% de Bank of East Asia de Hong Kong, y busca un banco en Europa del Este. Caja Madrid ha llegado a un acuerdo con un pequeño banco rumano como primer paso. Su idea es comprarlo. Y pese a la crisis que azota a la banca estadounidense, ha adquirido en abril el sexto banco en Florida, City National, por 618 millones. Caja Navarra, la Caja del Mediterráneo o Bancaja también han dado pasos hacia su internacionalización.

Aunque los expertos aseguran que las crisis son cíclicas, la lección aprendida por los grupos financieros españoles hace 30 años ha quedado muy grabada en sus historias. Pese a que gran parte de sus protagonistas ya no formen parte de estas entidades. 'En estos momentos no existe ningún banco o caja española con problemas', subrayan fuentes del Banco de España, quienes insisten en que las entidades financieras del país no tienen subprime en sus balances. Esta situación de partida en la actual crisis sitúa a la banca española en un lugar privilegiado. Ganan puestos internacionales y brillan sobre el resto en resultados. No así en cotización.

La crisis de la banca española de 1978 afectó inicialmente a bancos pequeños y medianos, pero pronto se extendió a pesos pesados como Banca Catalana (hoy desaparecida, tras ser absorbida por BBVA), Banco Urquijo-Unión y Rumasa. Tuvieron que pasar más de siete años para que las entidades que salieron indemnes dieran por cerrado este episodio, que dejó tocados a 58 de los 110 existentes, que representaban un 27% de los recursos propios, de los ajenos y del empleo del sistema bancario español. Este azote financiero no fue ajeno a otros países, debido a la caída de las economías mundiales. Pero en España las secuelas fueron mayores. En la actual crisis parece que será al contrario. De momento, el sector financiero español está a la vanguardia mundial. Es el más puntero de la industria española, aunque como sus homólogos internacionales está pasando por el bache de la falta de liquidez.

El cambio radical de la banca española empezó a gestarse tras la crisis de 1978. Tras ésta, el Banco de España ganó protagonismo. En los inicios de la crisis se creó el Fondo de Garantía de Depósitos (se constituyó en 1977) para proteger a los ahorradores, hasta entonces indefensos. En 1984 se comienza a solicitar auditorías como complemento de la labor de inspección del Banco de España. Se refuerza el proceso de liberalización de la banca, que se hace patente a raíz de la entrada de España en la CEE.

Desde entonces los bancos españoles no han parado de crecer y extenderse a nuevos mercados. Eso sí, su número ha descendido. Siete eran los protagonistas del club más selecto de la banca española: el Central, Banesto, Banco de Bilbao, el Hispano Americano, el Banco de Vizcaya, Santander y Popular. En 1988 se firma la fusión de Banco de Bilbao y Banco de Vizcaya. Habían comenzado las grandes fusiones.

Ese mismo año también se dan los primeros pasos de las alianzas internacionales. En 1992 el Central y el Hispano se fusionan. En 1999 lo hace Santander con el Central Hispano, y unos meses después, en octubre, se unen BBV y Argentaria. Antes, cuando Emilio Botín (hijo y nieto de banqueros) llevaba sólo dos años como presidente de Santander, ya sorprendió al mercado al alcanzar una gran alianza con el británico Royal Bank of Scotland. Santander era el sexto banco español, pero ya comenzaba a despuntar. La alianza con Royal se rompe, muy a pesar de los dos bancos, en 2004, cuando Santander da el salto a Reino Unido con la compra de otro banco con arraigo, Abbey. Será la primera gran adquisición transfronteriza de Europa. Pero la amistad con Royal se mantiene. Y así quedó patente tres años después, cuando el grupo escocés, el español y el holandés Fortis se unieron para realizar la mayor operación bancaria de la historia, que rompió moldes. Compraron el también holandés ABN Amro.

En el reparto de las filiales de ABN, Santander se quedó con el italiano Antonveneta y con el brasileño Banco Real. Pero Botín logró rizar el rizo. Tres semanas después de la adquisición vendió Antonveneta con unas plusvalías de 2.360 millones. Sólo uno de los denominados siete grandes hace 20 años se mantiene en solitario, Popular. Su actual presidente, Ángel Ron, mantiene la misma estrategia de independencia que su antecesor, fallecido hace dos años, Luis Valls Taberner, el decano de la banca española.

La banca explora nuevos negocios. A la conquista de los mercados asiáticos

La entrada de la banca española en Asia es aún muy incipiente. Sólo BBVA y La Caixa han firmado durante el pasado año alianzas con sendos grupos financieros chinos en el que se incluye la compra de participaciones. Pero una gran parte de las entidades financieras ha comenzado a abrir oficinas en China o India como primer paso para acompañar la expansión de las empresas españolas en estos mercados. Uno de los más veteranos en tener presencia en China fue Banco Sabadell.El primero en entrar en el capital de un banco en China fue BBVA, en noviembre de 2006. Compró el 5% de Citic Bank en China y un 15% de Citic Internacional Financial Holdings de Hong Kong. La inversión total fue de 989 millones de euros, la más alta de una empresa española en este país. Y este mes de junio duplicó esta participación e invirtió otros 800 millones. En 2007 le siguió La Caixa. Esta caja controla casi el 9% de Bank of East Asia de Hong Kong. Santander aún no se ha decidido por dar el salto al mercado asiático, pero reconoce que está interesado y, de momento, sigue explorando, aunque tiene oficinas de representación y participa en el capital de un banco japonés.

Los grandes de los bancos

Emilio Botín ha logrado unir en Santander cuatro de los siete grandes.Ana Patricia Botín preside Banesto, adquirido por Santander en 1994.José María Amusátegui protagonizó en 1999 la fusión de BCH con Santander.Alfonso Escámez era presidente del Central cuando se fusionó con el Hispano.Mario Conde era presidente de Banesto cuando en 1993 intervinieron el banco.

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