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Columna
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Los cuatro de Yahoo

Carl Icahn merece una oportunidad para reestructurar la junta directiva de Yahoo. La compañía de internet lleva años sin ir a ningún lugar. Y echar a perder la oferta original de Microsoft, de 44.600 millones de dólares, añade el insulto a los daños causados a los accionistas. Sin embargo, reemplazar a los nueve directivos en la reunión anual de Yahoo del 1 de agosto no estaría necesariamente entre los mejores intereses de los accionistas. Elegir a cuatro de los candidatos de Icahn es una mejor idea.

Si la mayoría de directivos son reemplazados entrará en vigor un plan de indemnización por despido. El equipo de Icahn lo denomina como una 'pastilla venenosa' que podría costar al buscador y anunciante de internet hasta 2.400 millones de dólares, y está intentando conseguir que un tribunal lo desbarate. Yahoo dice que los costes serían mucho más bajos. En cualquier caso, elegir a sólo cuatro de los candidatos de Icahn reestructuraría la junta directiva sin desencadenar el plan. La nueva junta podría anularlo en el futuro.

Mantener una junta mixta también podría ayudar a los accionistas de otras maneras. Microsoft dice que ya no está dispuesto a perseguir la adquisición de todo Yahoo. Pese a los esfuerzos de Yahoo para llegar a acuerdos con Google y otras empresas, al final el gigante del software podría volver si la directiva de Yahoo es renovada.

Los accionistas de Yahoo también deberían favorecer a directivos que traigan algo más que buena voluntad para votar sí a una venta a Microsoft. Hay un cuarteto en la pizarra de Icahn que reúne los requisitos.

Lucian Bebchuk es un experto en gobierno corporativo y en indemnizaciones, áreas donde Yahoo no destaca especialmente, como muestra el plan de indemnización por despido. Frank Biondi tiene experiencia como ejecutivo en medios de comunicación de alto nivel. John Chapple es inversor y ejecutivo de telecomunicaciones. Su habilidad en las comunicaciones sería útil, por no mencionar sus antecedentes persuadiendo a Sprint para que pague de más por Nextel. Y Edward Meyer, antiguo director del gigante publicitario Grey Global Group, aportaría experiencia y un montón de contactos importantes.

Elegir a estos cuatro para la junta directiva de Yahoo sería un paso en la dirección correcta. En el mejor de los casos, incluso podría resultar en una prima considerable para los accionistas por una venta a Microsoft.

Por Robert Cyran y Jeff Segal

Los comodines de los bancos

El mercado inmobiliario británico va rápidamente cuesta abajo. El volumen de hipotecas se ha reducido en un 50%, las consultas de compradores están en mínimos históricos y los precios han caído un 8% desde el pico de noviembre. Los sectores directamente expuestos están recibiendo una paliza: las dos mayores constructoras británicas, Barratt y Taylor Wimpey, han perdido la mitad de su capitalización bursátil en mayo. Pero el Reino Unido no es el país que era a principios de los noventa. Esta vez, la exposición de los bancos británicos parece razonablemente bien cubierta. En conjunto, los dos principales prestamistas británicos de 2007 cuentan con unos libros hipotecarios saludables. La media de la relación préstamo-valor (LTV) del Halifax Bank of Scotland es del 44%, mientras que la de Lloyds es del 43%.Además, los bancos británicos tienen hoy una muy baja exposición a quienes adquieren una vivienda por primera vez, normalmente los más molestos para los prestamistas. Aunque es cierto que muchos de ellos tienen ahora capital negativo. Y millones más podrían tenerlo si los precios caen un 20%, en línea con los pronósticos recientes. Pero esto sólo comenzará a dañar a los bancos si los clientes dejan de pagar sus hipotecas, una situación que quieren intentar ayudarles a evitar.Por supuesto, la calidad de los libros hipotecarios de los bancos no contará demasiado si los propietarios no pueden conseguir hipotecas a precios razonables o si pierden sus empleos, un escenario que puede llegar si el Banco Central Europeo decide elevar los tipos de interés para combatir la inflación. Incluso así, los mayores prestamistas británicos cuentan con dos comodines. Primero, no han hecho demasiados préstamos de elevadas LTV. En segundo lugar, los bancos británicos pueden pedir pagos por cualquier pérdida sufrida como resultado de vender una casa embargada ante los tribunales por hasta seis años. æpermil;sta es una poderosa iniciativa para que los propietarios sigan pagando su hipoteca antes que devolverle las llaves al prestamista. Esto no hace a los bancos británicos inmunes a la recesión, pero ayuda.Por George Hay y Simon Nixon

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