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Cinco Sentidos

Un refugio exclusivo para las mansiones del mar

Capitanes, tripulación y armadores contarán en este nuevo enclave marítimo internacional con todo lo necesario para la estancia y el mantenimiento de sus grandes esloras. El proyecto náutico Vilanova Grand Marina, que supone una inversión inicial de 33 millones de euros en un espacio de 100.000 metros cuadrados y que lleva a cabo la sociedad Marina Far Vilanova, acogerá 76 amarres para embarcaciones que irán desde los 20 a los 60 metros de eslora.

Se trata de un puerto pensado y diseñado desde su inicio para megayates y superyates. 'El incremento de este tipo de embarcaciones ha marcado la necesidad de crear un enclave de estas características', comentó el presidente del Vilanova Grand Marina, Xiqui Mas, durante su presentación a los medios ayer en Madrid.

Su ubicación, en el municipio de Vilanova i la Geltrú, cerca de Barcelona, cuenta con la ventaja de la cercanía a un aeropuerto internacional como el del Prat y a una ciudad de gran interés cultural, además de la tranquilidad que supone un puerto algo alejado de una gran ciudad, con un paraje más natural.

La principal diferencia de esta marina respecto a su competencia a lo largo del Mediterráneo radica en la situación en el propio puerto del área técnica necesaria para el mantenimiento, la reparación y la restauración de este tipo de embarcaciones. 'La vocación de este proyecto consiste en un servicio de alta calidad, pensado para este tipo de cliente', señaló el director general, Ignacio Erroz.

Además de la zona de amarres y área técnica, el puerto dispondrá de un área comercial donde se ubicarán las principales empresas relacionadas con el sector de los megayates y espacios exclusivos para propietarios y capitanes. También contará con un comedor para las tripulaciones, un aparcamiento con capacidad para más de 150 vehículos y un helipuerto que esperará la llegada de algunos armadores.

Vilanova Grand Marina creará además el concepto hospitality desk que ofrecerá un servicio de atención personalizado y permanente, para atender cualquier requerimiento del armador o el capitán. Desde aquí se realizarán todo tipo de gestiones, como reservas de vuelos, alquiler de vehículos, contratación de servicios de floristería, de catering y de aprovisionamiento, asistencia sanitaria y jurídica, etcétera.

El precio de los amarres (concesión a 30 años) va desde los 268.000 hasta los 2,7 millones de euros. La inauguración de este espacio marítimo está prevista para la primavera de 2009.

Miniempresas al servicio de grandes fortunas

'Estas embarcaciones son como pequeñas empresas que tienen un gestor y un personal', señala Ignacio Erroz, director general de Vilanova Gran Marina. Y es que un barco de 40 metros de eslora cuenta aproximadamente con una tripulación de entre 12 y 15 personas. Además, una de las características de este tipo de yates es que pasan mucho tiempo sin navegar y que su tripulación es permanente. En estos casos, las infraestructuras del espacio portuario que alberga estas embarcaciones son claves.'Muchos capitanes se trasladan con sus familias a la ciudad donde se encuentra el punto de amarre, por tanto, el entorno, y las infraestructuras del enclave se convierten en algo fundamental', comenta Erroz.

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