Vacunas bancarias frente a dos crisis solapadas
La exposición inmobiliaria y la crisis crediticia internacional siembran dudas sobre el negocio de la banca, pero los expertos no ven riesgo generalizado de solvencia.
El sector financiero español busca a toda prisa una vacuna para protegerse del virus extendido por el pinchazo de la burbuja inmobiliaria. La entrada en concurso de más de una decena de compañías vinculadas al sector de la construcción, tras reconocer que no pueden hacer frente a la deuda contraída con sus acreedores, ha vuelto a situar a la banca en el ojo del huracán. Hipotecas, créditos a constructores y a promotores suman el 58,65% del total de su cartera y, además, la larga crisis de liquidez ha obligado a cerrar de golpe el grifo del crédito. Sólo las promotoras inmobiliarias adeudan ya a la banca 303.497 millones de euros, lo que supone un 17,24% del saldo vivo. También se ciernen dudas sobre la capacidad de pago de muchos particulares que, cegados por el bajo coste del dinero prestado y la complacencia de las entidades a la hora de suavizar los requisitos en la concesión de créditos, ahora tienen serias dificultades con la factura mensual de sus hipotecas.
Pero, ¿es realmente tan alarmante la situación para la banca española? Y, sobre todo, ¿podría derivar en un futuro en un problema de solvencia para algunas entidades? El Banco de España ha sido tajante en este sentido al afirmar que la banca española 'gracias a su nivel de provisiones, está en disposición de afrontar incrementos muy significativos de la morosidad del crédito a promotores', aunque también ha reconocido que el sector 'no es inmune' a estas turbulencias. De lo que sí está a salvo es de las hipotecas subprime o los CDO, una gama de productos sobre la que se ha gestado la crisis en EE UU pero que en España no se comercializa.
A finales del pasado enero, las entidades españolas contaban con un colchón de 35.563 millones de euros en dotaciones, un remanente del que podrán echar mano si las cosas empeoran y que les da una cierta capacidad de maniobra si la situación se prolonga durante unos años como muchos ya vaticinan.
Hipotecas, crédito a promotores y a constructoras suman el 60% de la cartera bancaria
Además, aunque la morosidad ha aumentado en los últimos meses su volumen aún no es preocupante, según los expertos. Se sitúa en el 0,92%, después de haber encadenado mínimos históricos durante los últimos ejercicios. Los analistas auguran nuevos incrementos para este año, pero no esperan que se alcancen cotas similares a las de la crisis de comienzos de los noventa. Entonces, el porcentaje de créditos impagados llegó a superar el 6%. Standard & Poor's apunta a que la mora podría crecer más en España este año, si bien no espera que rebase el umbral del 2%.
Un contratiempo que podrá ser absorbido sin dificultades por el sistema financiero español. Eso sí, obligará a muchos bancos y cajas a destinar más fondos a provisiones y pondrá punto y final a una época de beneficios récord. También preocupa la persistente crisis de liquidez, que dura ya ocho meses, y cuánto tiempo podrán resistir las entidades sin apelar a los mercados de capitales.
La mayoría de las firmas de análisis han revisado a la baja las previsiones para los próximos años. Fitch Rating estima que las pérdidas generadas podrían alcanzar el 12% del margen de explotación en los bancos, el 21% en las cajas y el 18% en las cooperativas. Por su parte, JPMorgan ha recortado un 1% las expectativas de beneficio por acción (BPA) de la banca mediana para el periodo 2007/2010. El banco estadounidense contempla que, en el peor de los escenarios, el aumento de las provisiones específicas podría tener un impacto de 50 puntos básicos en el crecimiento de los resultados. Esto implicaría una rebaja adicional de entre el 12% y el 19% en el BPA y del 12% en los precios objetivos.
Para BPI, la necesidad de más dotaciones restará 2 puntos básicos al beneficio. Esta entidad considera que el mayor aumento lo llevará a cabo Sabadell, que destinará un 18% más a dotaciones, seguido de Bankinter y Banesto, con subidas del 15%. De hecho, algunas entidades, entre las que se encuentran Sabadell, Pastor, Caja Madrid o Caixa Galicia, ya realizaron en el cuarto trimestre de 2007 una dotación voluntaria para evitar sorpresas en un futuro.
Las cajas, bajo la lupa
Los expertos insisten en que no se puede medir a todas las entidades por el mismo rasero. 'Mientras que en los últimos años los bancos han diversificado sus estrategias y han extendido los créditos a empresas y otros sectores económicos, las cajas han sido más activas en hipotecas a particulares, sobre todo en 2005 y 2006, basando su expansión en este mercado y abriendo sucursales fuera de su región de origen', explica Fitch Ratings.
Fitch Ratings estima que la exposición de las cajas es más elevada que la de los bancos al representar los créditos a constructores un 28% frente al 25% de los bancos. Los dos grandes, Santander y BBVA, cuentan con la baza de que sus filiales fuera de España compensan la posible debilidad del mercado español.
Esta firma añade que estos planes de crecimiento de las cajas han estado centrados en muchos casos en zonas geográficas que, como el área de la costa mediterránea, han contado con una fuerte actividad en construcción. Un boom que ahora se ha desinflado de golpe.
En este contexto, algunos expertos no descartan rebajas de rating en las cajas, sobre todo de pequeño o mediano tamaño que cuentan con participaciones en promotores locales. Sin ir más lejos, S&P revisó el mes pasado la perspectiva de Bancaja y CAM y la situó en negativa debido a estos riesgos. Un posible remedio podría ser la venta de alguna de parte de su cartera industrial o las fusiones dentro del sector del ahorro.
Los depósitos, una alternativa
La banca ha compensado las dificultades para obtener financiación en los mercados con una ofensiva comercial en depósitos. Se trata de la alternativa más barata (pagan rentabilidades superiores al 5% a un año) para captar fondos ya que emitir papel requiere unos diferenciales muy superiores a los de hace unos meses. Sólo Santander y Caja Madrid se han atrevido a colocar hace unos días emisiones de bonos.Una de las primeras consecuencias de la crisis será la caída de los ingresos y la mayor presión sobre los márgenes. Las entidades tendrán, por tanto, que ingeniárselas para compensar la menor actividad en hipotecas.Más control de riesgos. La banca mira ahora con lupa cada operación, aunque afirma que no ha cerrado el grifo de los créditos. ¢Estamos adecuando nuestro modelo de gestión del riesgo al momento actual, pero atendemos todas las propuestas solventes. De ningún modo se han dado instrucciones para que nuestras oficinas pierdan actividad o agresividad en la concesión de créditos¢, aseguran fuentes de Santander. De hecho, este banco ha lanzado una hipoteca para quitar clientes ¢solventes¢ a la competencia. Esta iniciativa ha sido secundada en el sector.La banca ha compensado las dificultades para obtener financiación en los mercados con una ofensiva comercial en depósitos. Se trata de la alternativa más barata (pagan rentabilidades superiores al 5% a un año) para captar fondos ya que emitir papel requiere unos diferenciales muy superiores a los de hace unos meses. Sólo Santander y Caja Madrid se han atrevido a colocar hace unos días emisiones de bonos.Una de las primeras consecuencias de la crisis será la caída de los ingresos y la mayor presión sobre los márgenes. Las entidades tendrán, por tanto, que ingeniárselas para compensar la menor actividad en hipotecas. ● Más control de riesgos. La banca mira ahora con lupa cada operación, aunque afirma que no ha cerrado el grifo de los créditos. ¢Estamos adecuando nuestro modelo de gestión del riesgo al momento actual, pero atendemos todas las propuestas solventes. De ningún modo se han dado instrucciones para que nuestras oficinas pierdan actividad o agresividad en la concesión de créditos¢, aseguran fuentes de Santander. De hecho, este banco ha lanzado una hipoteca para quitar clientes ¢solventes¢ a la competencia. Esta iniciativa ha sido secundada en el sector.
Menos demanda en hipotecas
Los problemas que atraviesa ahora el sector financiero se han gestado durante la última década al calor del boom inmobiliario. Las entidades confiaban en que la fuerte demanda de vivienda se vería sostenida por el relevo de otros colectivos como los inmigrantes, divorciados o extranjeros que buscaban su segunda residencia en la costa española. Fitch Ratings recuerda que la proporción de hipotecas respecto al PIB suponía en 1995 un 17% mientras que en 2006 este porcentaje se había elevado ya al 58%. Una cifra que sólo es superada por Reino Unido (74%) y Holanda (72%).Ahora las entidades aseguran que se ha producido un descenso en la demanda de hipotecas, derivado por la subida de los tipos de interés (han pasado del 2% al 4%), el fuerte incremento del precio de la vivienda en los últimos años y la mayor incertidumbre económica.'Se está produciendo un ajuste propio de un sector con un claro comportamiento cíclico', explican en Caixa Galicia. Añaden que la disminución de la demanda es 'coyuntural, ya que todavía existe una base de demanda estable asociada a la evolución demográfica que aflorará de nuevo cuando se recuperen los niveles de confianza'. En Barclays, la responsable de Producto Hipotecario, Cristina Lázaro, afirma que es el momento de explorar otros canales, segmentos y nuevos productos, como la hipoteca inversa o la flotante. La intención de la entidad, según Javier Gamarra, director de la división de riesgos, es 'seguir creciendo en cuota de mercado en hipotecas con unos adecuados niveles de calidad crediticia'. Su mora está ahora en el 0,41%.
Un colchón de más de 35.500 millones en provisiones
La banca española cuenta una situación de partida que le permitirá, según los expertos, encarar la crisis inmobiliaria sin grandes sufrimientos. Los estrictos criterios impuestos por el Banco de España han situado al sector en el podio europeo de solvencia. El pasado enero, el conjunto del sistema contaba con un total de 35.563 millones de euros en provisiones, una cifra que duplica con holgura los 16.714 millones de euros que tenían de reserva para posibles imprevistos hace cinco años. En España existen dos tipos de provisiones: las genéricas, destinadas a prevenir un posible cambio de ciclo económico, y las específicas, que se realizan cuando existen tres meses de impago de un crédito. Alrededor de un 90% corresponden a las primeras.Este no es el único elemento positivo, ya que la tasa de morosidad arranca de mínimos históricos por lo que los expertos consideran que, aunque se produzca el temido repunte, la banca podrá asumirlo sin problemas.La mora del conjunto del sistema se sitúa en el 0,92%, 0,2 puntos más que hace un año.La subida más acusada se ha producido en el negocio de promotores, donde el porcentaje de impagados ha crecido desde el 0,28% de finales de 2006 hasta el 0,52% del pasado diciembre. En las cajas, el volumen de préstamos de este segmento que ha entrado en mora se elevaba a 1.103 millones de euros, un 0,67% del total de su cartera de créditos a promotores, más del doble que hace un año. En los bancos el repunte ha sido más moderado, al pasar de 178 millones de euros en 2006 a 260 millones al cierre del pasado año.En créditos con garantía hipotecaria la morosidad ha subida del 0,41% al 0,72% en el último ejercicio, hasta alcanzar el pasado diciembre los 4.154 millones de euros.