'¿Y tú cómo lo ves?'
Tal y como están los mercados es inevitable que el principio de cualquier conversación con clientes, proveedores o colegas empiece con la frase '¿Y tu cómo lo ves?' a lo que contesto con un insulso y poco esclarecedor ' complicado'. A partir de ahí la conversación se desarrolla con el análisis de la situación evaluando datos, múltiplos, estadísticas, y expectativas. La verdad es que se torna aburrida y reiterativa pues prácticamente todos manejamos la misma información.
De toda esa retahíla de datos, estimaciones y factores hay uno que me preocupa especialmente y es el apalancamiento. Y digo que me preocupa, porque no consigo evaluar el grado existente ni la variación que ha sufrido en los últimos meses.
Dos son los factores fundamentales que le afectan: los tipos de interés y el valor del subyacente, y ambos han sufrido convulsiones en este periodo. Si bien los tipos se han mantenido o relajado en función de la política monetaria de los bancos centrales, no estoy seguro de que este factor se haya trasladado a las refinanciaciones, y es mas, las entidades financieras han perdido apetito por estas operaciones.
Por otro lado, la depreciación que están sufriendo determinados activos como los inmobiliarios, y no me refiero al mercado residencial, y los financieros pone en serio riesgo gran número de operaciones realizadas en años anteriores al calor del dinero abundante y barato, que ahora están en la situación de verse obligadas a aportar nuevas garantías o, lo que es peor, a deshacerse. La venta por necesidad genera una merma adicional en el precio y puede provocar aceleración en esta caída.
En definitiva, si se produjese una depreciación adicional y los niveles de apalancamiento fuesen de la magnitud que algunos sospechan, estaríamos en la misma situación general que hoy pero todavía lejos de ver el fondo del agujero. En ese caso, como me recomendó un buen amigo en un almuerzo el miércoles pasado, lo mejor es quedarte en liquidez e irte de vacaciones hasta después del verano. Espero, amigo Manuel, no tener que hacerte caso.
Luis Peña. Consejero delegado de Fonditel