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Crónica de Manhattan
Crónica
Texto informativo con interpretación

¿Con la ¢r¢ de recesión?

Cuando los estadounidenses quieren decir algo sin llegar a nombrarlo, bien por que sea un insulto bien para evitar malos presagios, se refieren a ello como ¢la palabra que empieza por...¢. La letra que sea. En este caso la que no se quiere pronunciar es la ¢R-word¢. Es decir, la recesión. Pero se habla de ella. Y mucho. ¿Hay? ¿No hay? ¿Está a la vuelta de la esquina? Muchos analistas e inversores miran los posos del café y lo ven oscuro. A pesar de las ganancias bursátiles de los últimos días y de que el trimestre pasado el ritmo de crecimiento anual fue del 4,9%, la palabra recesión está en muchas conversaciones. Los últimos en elevar el tono de preocupación fueron los economistas de Goldman Sachs que creen que las posibilidades de que este escenario se produzca son del 40% al 45%. El ex secretario del Tesoro con Bill Clinton, Lawrence Summers publicó hace unos días en Financial Times que ¢las probabilidades se inclinan a que haya una recesión en EE UU que desacelere el crecimiento global¢.

En el mejor de los casos ni los economistas de Goldman Sachs ni otros colegas en otros bancos de inversión o la academia creen que el país se pueda librar de un crecimiento muy por debajo del potencial durante mucho tiempo. Para el presente trimestre los cálculos más optimistas pasan por un crecimiento del 1,4% La Casa Blanca rebajó su previsión de crecimiento para el año 2008 el pasado jueves. La propia Fed ya rebajó antes sus previsiones de crecimiento a porcentajes por debajo del potencial de crecimiento del país. Los dos primeros responsables de la Fed también han dado muestras de sentir que los problemas siguen creciendo y tanto el vicepresidente, Donald Kohn, como el presidente, Ben Bernanke, han admitido el posible impacto que en la economía pueden tener las turbulencias de los mercados. Sus palabras se han interpretado como señal de que habrá otro recorte de tipos en ocho días. Motivo por el cual los mercados se dispararon.

Exuberancias en el parqué aparte, quienes tratan de afinar en sus previsiones ven como la economía da señales de deterioro. La progresiva debilidad del consumo, los precios del crudo, la espiral de caída en el mercado de la vivienda, la menor inversión y las peores expectativas de algunos sectores además del reciente y repentino empeoramiento de la liquidez y la contención en el crédito son algunas de las razones que más pesan del lado del pesimismo. Que el sector exterior siga dando buenas noticias no permite levantar mucho la moral máxime cuando lo que va mal es la vivienda. En Main Street, pesa mucho la R-word, sobre todo a los hipotecados y a los que viven del sector. Un bróker inmobiliario, un intermediario entre el banco y el cliente, admitía que en todos sus años de experiencia en el mercado no había visto nada igual. ¢Esto no es simplemente una caída cíclica¢.

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