Llega el coche sin conductor
El 'Spirit of Berlin' es la apuesta alemana en la pugna por los vehículos robot.
Se llama Spirit of Berlin. Es un monovolumen manejado por un ordenador que trata las informaciones de su sistema de navegación, de los sensores láser y de las videocámaras con que está equipado. Conduce solo. Pero tiene que aprender a ir a más de 30 km por hora. A saber lo que es un stop. Y a reaccionar a las maniobras de otros conductores.
'Aprenderá antes de finales de año', asegura Raúl Rojas, responsable del proyecto Vehículos autónomos del equipo de inteligencia artificial del Instituto de Informática de la Universidad Libre de Berlín. Su Spirit of Berlin podría ser utilizado como vigilante de edificios o grandes espacios. Uno de los promotores del proyecto es la policía berlinesa.
Si todo va bien, lo presentará en noviembre en Urban Challenge, una competición estadounidense de coches robot. Primero deberá pasar varias pruebas, junto a otros 58 equipos de todo el mundo, para clasificarse. El promotor de la carrera, que se celebrará por tercer año consecutivo, es el departamento de investigación del Ministerio de Defensa estadounidense, cuyo principal objetivo actual es la lucha contra el terrorismo. A partir de 2015 uno de cada tres vehículos militares estadounidenses deberá manejarse sin piloto.
Los primeros tres clasificados del Urban Challenge se repartirán 2,6 millones de euros. En la primera carrera, en 2004, ninguno de los 15 vehículos alcanzó la meta, ubicada a 229 kilómetros. Al año siguiente, sólo cuatro de 23 llegaron a su destino. El vencedor fue Stanley, un Volkswagen Touareg construido por un profesor de la Universidad de Stanford.
Para Rojas el principal problema sigue siendo la visión computerizada. El Spirit of Berlin mide el campo visual tridimensionalmente, punto por punto. No se trata sólo de que el coche pueda reaccionar ante determinadas circunstancias del entorno, sino de que sea capaz de comprenderlas y anticiparse a ellas.
Otro reto es que deduzca correctamente, como afirma Christoph Stiller, de la Universidad de Karlsruhe (Alemania), quien participará en la carrera con un VW Passat Variant. 'Cuando vemos que el peatón es un niño, tomamos más precauciones que si es un adulto. Para un ordenador es difícil sacar una conclusión así', señala.
El Spirit of Berlin puede rodar autónomamente o llevar un piloto humano. El recorrido de los rayos láser desde que se emiten hasta que son reflejados es medido por dispositivos, y a partir de esos datos el ordenador esboza un mapa de los objetos. Hasta ahora el alcance de los sensores es de 150 metros. Y su sistema de navegación es más preciso que el GPS convencional.
La idea del automóvil robot se integra en los proyectos de ciudad inteligente. En el plan de William Mitchell, el ex decano de Arquitectura del MIT, todos los dispositivos -teléfonos móviles, coches, edificios- estarán interconectados. Mitchell investiga también sistemas de vías y calles con sensores que indicarán en tiempo real la densidad del tráfico a los coches, que decidirán por sí mismos qué trayecto tomar.
Toyota lleva ventaja en la carrera
En el futuro, los pilotos computerizados de los automóviles podrán comunicarse entre sí y decidir cuál tiene prioridad. Es la idea del profesor Christoph Stiller, del equipo de investigación alemán Kognitive Automobile, que participará en Urban Challenge con un Passat Variant. 'En 20 o 30 años podríamos reducir drásticamente los accidentes.'Pero el copiloto digital es ya una realidad. Las nuevas tecnologías de seguridad vial -como el ESC (Sistema de Control Electrónico de la Estabilidad) o el ISA (Control Inteligente de Velocidad)- ayudan al conductor a tener el control del coche, a mantener una distancia adecuada respecto a otros automóviles y a aparcar automáticamente.Toyota y Mercedes-Benz compiten desde hace años por el primer coche completamente automático. Según el experto alemán Burkhard Strassmann, los japoneses llevan ventaja. El Lexus LS 460 de Toyota puede ir ya solo. Vigila al conductor por medio de minicámaras y en caso de distracción, le despierta con una señal. Si no reacciona, frena automáticamente. Reconoce también a los peatones y se anticipa a eventuales impactos frenando.El alemán Bosch está desarrollando la segunda generación del sistema de control de la distancia entre vehículos, que es capaz de frenar completamente. Y el consorcio Siemens trabaja en un sistema que asume la conducción automática del vehículo en embotellamientos (stop-and-go).