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Enrique Sánchez

'Además de resultados hay que generar confianza'

Asegura que gestionar una empresa es como dirigir a un equipo de fútbol. 'Los proyectos triunfan o fracasan por las personas', afirma Enrique Sánchez. Este sevillano, de 39 años, preside Adecco, compañía con una plantilla de 2.200 trabajadores (el 75% mujeres), a la que ha dedicado toda su trayectoria profesional y en la que ha ocupado distintos cargos. Después de 14 años, época en la que la empresa facturaba 40 millones de euros frente a los mil millones actuales, quiere permanecer en la multinacional y acaba de presentar un plan estratégico a cinco años. Dice que es feliz y que va a trabajar para que Adecco sea percibido como un empleador global y responsable.

¿Qué entiende usted por empresa responsable?

Se trata de la compañía que se comporta de manera responsable con todos los colectivos con los que se rodea y hace su trabajo. Parece el concepto de moda, pero no es sólo una cuestión de devolverle a la sociedad lo que te da, y que se está utilizando como herramienta de marketing. Es algo más. Es respeto, ética y buen hacer. No sólo con los accionistas, ante los que hay que ser responsables con la cuenta de resultados, sino que hay que extenderlo a los empleados, a los clientes, a los proveedores y a todos los interlocutores. Que tu compañía implemente prácticas de buen gobierno es la única manera de ser sostenibles en el tiempo. Nosotros, por otra parte, hacemos contribuciones al empleo, aunque todavía existen algunas lagunas, como la incorporación de la mujer o los jóvenes. Somos una compañía de recursos humanos y de generación de empleo, que podemos contribuir más socialmente que medioambientalmente. Pero la responsabilidad social corporativa puede suponer una amenaza.

¿Por qué razón?

Debe ser un atributo más de la propia organización, una forma de comportamiento, no algo aislado que haya que demostrar como algo concreto. Adecco es miembro del Pacto de las Naciones Unidas y del Club de Excelencia de la Sostenibilidad, que aglutina a empresas que aportan el 20% del PIB y que se preocupan por aprender los unos de los otros en estos temas, y queremos trasladar este concepto a la sociedad. Si queremos ser, desde el punto de vista empresarial, un país responsable, tenemos que serlo a través de las pequeñas y medianas empresas.

Hay sospechas de que muchas de las iniciativas que se están tomando obedecen a una campaña de marketing.

Ocurre como hace tiempo sucedía con el tema de la calidad total y otros temas empresariales, ahora le toca el turno a la responsabilidad corporativa, pero debe ser un atributo de dentro de la compañía. Nosotros hemos decidido contar en nuestra memoria todo lo que hacemos de forma transparente.

¿Las prácticas de buen gobierno deberían ser auditadas?

Un sistema de trabajo debe ser evaluado y auditado para ser mejorado. Deberíamos avanzar y dar el paso para que haya planes de medición. Se trata de una labor ardua, porque auditar una cuenta de resultados es fácil, pero evaluar el compromiso en la forma en que una compañía se comporta con todos los grupos de referencia no lo es tanto. En estos momentos, estamos trabajando con el IESE para introducir unos parámetros con el fin de saber qué nivel de compromiso de responsabilidad social corporativa tenemos, con el fin de introducirlo en la memoria financiera.

¿Si esto ocurriera también se medirían otros conceptos que afectarían a los altos ejecutivos?

Por supuesto. Los directivos somos medidos por la cuenta de resultados, pero también debemos demostrar que somos capaces de generar confianza entre los empleados, los clientes, los proveedores. Tenemos que ir hacia un modelo de compañía muy abierta y transparente, que cuente lo que se consigue pero también cómo se consigue. Hay que avanzar hacia la generación de instrumentos que midan como se comportan las empresas.

¿Qué áreas de mejora tiene Adecco?

En todo esto tenemos ventajas, porque venimos trabajando y contribuyendo con todos estos temas desde hace tiempo a través de la Fundación Adecco. Creo que estamos a la vanguardia porque, por ejemplo, el director de responsabilidad social corporativa pertenece al comité de dirección, y en todas las comunicaciones que realizamos hablamos de este tema. Nuestro siguiente paso será auditar y esperamos que el próximo año podamos hacerlo, arriesgándonos a pasar la auditoría o no.

'El 30% de nuestros trabajadores temporales se quedan indefinidos'

El empleo seguirá, en opinión de Enrique Sánchez, la misma tendencia que la economía. 'Crecerá por encima de la media europea'. Y asegura que con la reforma del mercado de trabajo, la generación de empleo indefinido está todavía a medio camino. En este sentido, añade que el 33% de la población activa tiene un trabajo temporal, mientras que las compañías que se dedican a gestionar este tipo de empleo tan sólo se ocupan del 1%. 'Lo que sucede es que gran parte del empleo que se genera es indefinido, pero se cubre con contratos temporales. Por tanto, y dentro de un contexto favorable para que se fomente la estabilidad y se incremente la competitividad de las empresas, deberíamos ir a un modelo que permita reducir la temporalidad y que sean las empresas que nos dedicamos a ello las que lo gestionen. Es una manera de ordenar todo este caos'.También asegura que deberían regularizarse los servicios de recolocación, conocidos como outplacement, y conseguir un compromiso en firme por parte de las empresas, de la Administración y de las firmas de recolocación para que todo se haga de manera transparente y seria.Entre los objetivos de Sánchez se encuentra convertir a Adecco en una empresa de empleo global. Para ello han iniciado conversaciones con el Ministerio de Trabajo y con los agentes sociales para que esta multinacional, con delegaciones en 70 países, pueda reclutar a trabajadores en el lugar de origen y de esta manera 'contribuir a cubrir los puestos que se ofrecen, a luchar contra la economía sumergida y la inmigración ilegal'.Contra los recelos iniciales que generaban las empresas de trabajo temporal, señala que esto ya no tiene sentido. Los datos, dice, hablan por sí solos: 'El 30% de nuestros trabajadores temporales se quedan indefinidos'.

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