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Informática

Europa juzga el modelo de Microsoft

Hoy se inicia en Luxemburgo la vista más larga sobre un solo caso en la historia del Tribunal de Primera Instancia de la Unión Europea. Durante toda la semana, la legión de abogados de Microsoft intentará convencer a los jueces comunitarios de que la Comisión Europea se equivocó cuando dictaminó en 2004 que la multinacional estadounidense abusa de su posición dominante en el mercado de sistemas operativos.

El exiguo equipo de la Comisión, por su parte, llega casi en solitario a la Gran Sala del Tribunal (con capacidad para 215 personas) donde se celebrará el juicio, arropado apenas por el militante movimiento europeo a favor del software libre. En el camino se han quedado las compañías estadounidenses como Sun o Real Networks que presentaron en Bruselas las primeras quejas contra Microsoft, pero que después han firmado millonarios acuerdos de paz con la compañía.

La vista ha despertado una enorme expectación y más de 90 medios de comunicación, anglosajones en gran parte, se han acreditado para seguir los intrincados argumentos de los dos bandos. La CE pugnará por demostrar que Microsoft merecía el castigo pecuniario y las obligaciones comerciales que le impuso hace dos años.

'Debe ser la primera vez en la historia que un regulador pide a una compañía que comercialice un producto empobrecido'

Pero en tela de juicio está mucho más que la multa de 497 millones de euros, la mayor en la historia de la política comunitaria de competencia, abonada en su día por Microsoft sin inmutarse. Bill Gates se juega a partir de hoy en el Tribunal europeo su modelo de negocio.

El multimillonario estadounidense ha aprovechado hasta ahora cada actualización de Windows para incorporar prestaciones que han ido reportándole el control de nuevos mercados. El caso más llamativo fue la integración del navegador de Internet Explorer que acabó prácticamente con la presencia del competidor Netscape.

La decisión adoptada en marzo de 2004 por el entonces comisario europeo de Competencia, Mario Monti, amenaza la raíz de esa estrategia. Monti exigió a Microsoft que comercializase en la Unión Europea una versión de Windows sin el programa multimedia Media Player.

Dave Harfst, abogado del despacho Covington & Burling, uno de los que defenderá hoy a Microsoft, no sale de su asombro ante esa decisión. 'Creo que es la primera vez en la historia que un regulador le pide a una compañía que comercialice un producto que no es todo lo bueno que podría ser'.

Quizá sea, efectivamente, la primera vez. Pero lo peligroso para Microsoft es que Bruselas espera que no sea la última. La CE necesita la confirmación de este precedente si quiere impedir en el futuro que la compañía continúe aprovechando su omnipresencia en las pantallas de los ordenadores para acabar con la competencia en actividades ligadas a su sistema operativo.

Los dos primeros días de la vista oral se centrarán, precisamente, en esta obligación de comercializar una versión 'empobrecida' del sistema operativo, como prefieren llamar los abogados de la compañía al Windows sin Media Player. La multinacional parte con ventaja en este terreno, porque la distribución de ese Windows ha sido un absoluto fracaso, entre otras cosas, porque se vende al mismo precio que la versión completa.

Pero si los 13 jueces encargados del caso (entre ellos, el español Rafael García-Valdecasas) avalan la decisión comunitaria la siguiente víctima podría ser la nueva versión del sistema operativo, conocida como Vista. Con ella, Gates prepara el asalto en 2007 a los feudos de empresas como Google (para búsquedas en Internet) o Adobe (para la edición de documentos en formato pdf). A Bruselas ya han llegado las primeras quejas, y la CE se ha dirigido a la compañía para exigirle la máxima prudencia en la comercialización en Europa del Windows Vista.

El juicio abordará a partir del miércoles la segunda medida exigida por la Comisión, que atañe a las obligaciones de Microsoft para garantizar la interoperabilidad de Windows con los productos de sus competidores. La compañía, según Bruselas, no ha cumplido aún con esta condición y se expone a multas diarias de hasta dos millones de euros por desacato. Lo cierto es que la CE llega al Tribunal sin haber cumplido todavía esa amenaza.

El viernes, en todo caso, el juicio quedará visto para sentencia. El presidente del Tribunal, Bo Vesterdorf, tendrá entones la última palabra. Una palabra que puede costar millones de euros a Microsoft o la credibilidad a la Comisión Europea.

El caso pone a prueba la credibilidad de la CE

Sólo hace 15 años que la Comisión Europea se convirtió en la máxima autoridad de competencia del continente, pero cada vez hay más dudas sobre cuánto tiempo podrá mantener esa posición.Los partidarios de crear una Agencia europea de competencia completamente independiente del poder político no cesan de aumentar. Y la mayoría de los analistas coinciden en que la derrota de la Comisión en un caso tan emblemático como el de Microsoft podría ser la puntilla para la Dirección general de Competencia, un departamento comunitario de 608 funcionarios a las órdenes, en estos momentos, de una política como la comisaria europea Neelie Kroes.'La Comisión no puede resistir fácilmente las presiones de Francia y Alemania, como ha demostrado la disolución del Pacto de Estabilidad', constata el último informe anual del centro para estudios económicos del instituto alemán IFO. Y señala que 'un organismo institucional independiente podría proteger a la política de competencia de las presiones de la política industrial'.Arndt Christiansen, en un reciente análisis para el Deutsche Bank, también concluye que 'el establecimiento de una autoridad de competencia independiente (...) se presenta como una evolución adecuada'.

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