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Foro Cinco Días

Hacienda premiará las pensiones privadas para rentas medias

Potenciará la percepción de rentas vitalicias y seguros de dependencia

El Gobierno retocará en el nuevo IRPF el beneficio fiscal por aportaciones a planes de pensiones complementarios a la Seguridad Social con el objetivo de primar 'expresamente' a los contribuyentes con rentas medias. El anuncio lo hizo ayer el secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, en su intervención en el Foro Cinco Días, patrocinado por Banco Madrid y Accenture.

La idea es recortar las aportaciones máximas con derecho a deducción fiscal en la base del impuesto a la que tienen derecho los suscriptores de estos planes, aportaciones 'que en algunos casos pueden superar los 40.000 euros anuales' si éstos tienen más de 52 años y la empresa en la que trabajan tiene suscrito a su vez un plan a su favor. Frente a este sistema actual, que favorece a los contribuyentes con rentas más altas, el Gobierno concentrará en el futuro las bonificaciones en función de los ingresos, sobre todo en un segmento de población que no tiene capacidad para generar un ahorro fiscal tan grande (llegar a los 40.000 euros), y que 'podría denominarse como clase media'.

Ordóñez no quiso desvelar a qué umbral de ingresos se refiere con 'clase media' pero dio varias pistas para interpretarlo. 'Los contribuyentes con rentas bajas están relativamente bien tratados en el impuesto; sin embargo, no pasa lo mismo con aquellos que son capaces de generar algún ahorro por encima de los 8.000 euros de cotización máxima a la Seguridad Social', indicó el responsable de Hacienda, rodeado de un nutrido grupo de altos ejecutivos y miembros de la administración.

'La deducción por compra de vivienda se mantendrá. Además, estudiamos repartir con el inquilino la bonificación fiscal que recibe el propietario'

Pero lo que más importa al Gobierno no es sólo reordenar las aportaciones sino también el rescate de estos planes. Hasta el momento, el vicepresidente económico, Pedro Solbes, había manifestado su intención de primar en el nuevo IRPF el rescate en forma de renta periódica (ahora no tiene deducción alguna) frente a la percepción en forma de capital (de una sola vez), con la que se tiene derecho a una reducción fiscal del 40%. Ayer, Fernández Ordóñez fue más lejos, hablando de 'productos que aseguren una renta vitalicia' para el perceptor. 'Queremos que las clases medias tengan una verdadera pensión complementaria a la Seguridad Social y eso significa que les dure para toda la vida. En ello concentraremos todos los beneficios fiscales', matizó.

Junto a los productos que ofrecen una renta vitalicia, Hacienda primará en la reforma del IRPF en ciernes los seguros de dependencia, otra figura de ahorro-previsión que cubre contingencias como la vejez o una circunstancia de incapacidad sobrevenida, ante el alargamiento de la esperanza de vida.

Ordóñez indicó que cabría estudiar, además, otras alternativas que garanticen la 'supervivencia' del ciudadano como las 'hipotecas inversas', por la que un anciano se asegura una renta por una entidad financiera a cambio de que su vivienda pase al patrimonio de la misma cuando éste muera. Sin embargo, Ordóñez advirtió de que las hipotecas inversas tienen una solución 'compleja y delicada de tratar' ya que, en todo caso, 'debería establecerse antes alguna restricción' a las condiciones impuestas por los bancos, con el fin de los herederos tengan garantizado acceder a la vivienda en caso de una muerte prematura del anciano.

En todo caso y de cara a la reforma del impuesto, Hacienda desea separar claramente el trato fiscal del ahorro-previsión (asegura un futuro a largo plazo), 'y al que irán la mayoría de los esfuerzos', del trato a los productos ordinarios de ahorro a corto y medio plazo.

Respecto a estos últimos, Hacienda planea 'simplificar la selva actual' de forma que su tributación no varíe tanto como ahora. 'No tiene sentido que haya una tributación distinta si el ahorro es para un fondo de inversión, un seguro a tres años o un seguro a cinco años', aclaró el secretario de Estado. El objetivo en este asunto es avanzar hacia un trato 'más neutral' de estos productos de ahorro.

Por otro lado, Ordóñez confirmó que la 'deducción por compra de vivienda' habitual (entre un 15% y un 25% sobre una base máxima de 9.000 euros) 'se mantendrá prácticamente igual', dado que el Ejecutivo 'ha comprendido' que los inmuebles cumplen una función de inversión-ahorro a largo plazo en más de cinco millones de contribuyentes.

Eso sí, contempla alguna corrección. Una que está estudiando Hacienda, según Ordóñez, es rebajar la deducción fiscal que gozan los propietarios de viviendas en alquiler (el 50% de los ingresos que perciben del arrendatario). 'Estudiamos repartir con el inquilino la bonificación fiscal que recibe el propietario', dijo. Hoy por hoy, sólo caben deducciones para el inquilino en el tramo regional del impuesto y en algunas comunidades.

El secretario de Estado de Hacienda reiteró, por otro lado, que el nuevo impuesto conllevará una reducción en el número de tramos (ahora son cinco) de forma que la rebaja que perciba el contribuyente 'será una suma del recorte de tipos marginales y del alargamiento de los tramos en los que éste se sitúe'.

Las rentas sometidas al tipo mínimo (ahora en el 15%) sufrirán un 'cambio importante' ya que variará el trato fiscal de las circunstancias personales (por hijos y ascendientes).

El calendario de la reforma se mantiene según lo previsto. El Gobierno quiere aprobarla en las próximas semanas. Su tramitación parlamentaria se hará a lo largo de 2006 para que entre en vigor en enero de 2007.

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