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La crisis política alemana

El bloqueo político de Alemania frena la agenda de la Unión Europea

La indefinición del mandato popular en las elecciones del domingo en Alemania amenaza con prolongar la desorientación e incertidumbre que ha paralizado a la UE a lo largo de 2005. La agenda presupuestaria, de reformas económicas y de ampliación hacia Turquía esperan una señal fuerte de Berlín, pero todavía puede tardar mucho en llegar.

El 2005 sigue ganando enteros para convertirse en el annus horribilis de la Unión Europea. Hasta ahora sumaba el descalabro de la Constitución europea; el fiasco de la negociación presupuestaria para el período 2007-2013, y la continua revisión a la baja de las previsiones de crecimiento para la zona euro y varios de sus socios.

El domingo añadió el incierto veredicto del electorado alemán sobre los programas de reformas de los dos principales candidatos a canciller, una indefinición que agravará la parálisis que atenaza a la UE desde hace casi un año.

Esa amenaza llevó ayer al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, a 'urgir a los líderes alemanes, en nombre de las instituciones europeas, a que encuentren lo antes posible una solución que sea estable para Europa'. 'Alemania es un socio muy importante de la UE y resulta imprescindible para avanzar en los importantes expedientes que hay sobre la mesa', reconoce una alta funcionaria de la Comisión.

La primera prueba llegará pronto. El 3 de octubre, con el Gobierno rojiverde de Gerhard Schröder en funciones, los Veinticinco tienen una histórica cita en Luxemburgo para decidir si se inician o no las negociaciones para la adhesión de Turquía al club.

Esa candidatura ha marcado, como ya ocurriera durante los referendos sobre la Constitución europea, la campaña electoral alemana. El empate entre Schröder, firme partidario de las negociaciones, y la conservadora Angela Merkel, claramente en contra de un adhesión plena de Turquía, alienta nuevas dudas sobre las aspiraciones de Ankara. El Gobierno turco, sin embargo, parece aliviado ante la falta de un claro respaldo popular a la candidata de la CDU/CSU.

La flamante presidencia de la UE que disfruta (o sufre) Tony Blair desde el pasado 1 de julio también se perfila como víctima del callejón de difícil salida en que se encuentra Alemania. El primer ministro británico ha convocado a sus homólogos de la UE el próximo 27 de octubre en el palacio de Hampton Court, a las afueras de Londres, para debatir sobre su tema predilecto: la reforma del supuesto modelo social europeo. Sin liderazgo claro en Berlín; con la manifiesta oposición de París; y con Roma ensimismada en su propia debacle política y económica, parece difícil que Blair pueda extraer conclusiones de gran altura.

La negociación sobre los presupuestos de la UE también parece condenada a seguir empantanada, al menos, hasta el primer semestre de 2006. Austria asumirá entonces la presidencia e intentará cerrar el acuerdo en junio de ese año.

Crisis de identidad

Pero más allá de las dificultades para la gestión diaria de la UE, la incertidumbre alemana sorprende al club sumido en una grave crisis de identidad. Las últimas citas electorales han revelado un creciente desencanto hacia las instituciones comunitarias, hacia los partidos tradicionales y hacia la evolución económica.

No falta quien como Francis Wurtz, líder en el Parlamento Europeo del grupo confederal de Izquierda Unitaria, interprete de manera positiva esta evolución. 'Tras la victoria del no en Francia, las elecciones alemanas suponen un pinchazo muy saludable para los partidarios de la Europa liberal'.

Pero la Bruselas tradicional observa estupefacta el enésimo obstáculo en una legislatura que no acaba de despegar. Hoy mismo, los 24 comisarios europeos se reunirán con Barroso 'para revisar', según una portavoz oficial , 'el programa de trabajo de la actual Comisión y comprobar si sigue respondiendo a las esperanzas de los ciudadanos europeos'. La impresión creciente en el seno de la CE es que no.

Merkel cede en Baviera, el este y entre las mujeres

La candidata democristiana a la cancillería, Angela Merkel, ha quedado por debajo de las expectativas electorales por el escaso respaldo obtenido en el territorio habitual de la derecha (Baviera), en las regiones del Este y entre el colectivo de las mujeres. Sólo el 9% de los votantes que emitió su respaldo a la candidata de la CDU reconoció haber considerado en su voto el hecho de que se trataba de la primera mujer con posibilidades reales de llegar a la cancillería y en el hecho de su procedencia de la antigua Alemania del Este.Sólo un 33% de las mujeres reconoce en los sondeos votar a la candidata de la derecha, mientras que el 36% de las féminas admite sus preferencias por el canciller en funciones Gerhard Schröder. Además, según los sociólogos alemanes, una parte del electorado conservador se decantó por Schröder por ser hombre.El este tampoco dio su respaldo a Angela Merkel, ya que la CDU obtuvo únicamente el 25% de los sufragios en los comicios del domingo, frente al 28,8% obtenido en las legislativas del año 2002. A juicio de los analistas, el programa económico y social de la derecha suponía nuevos recortes precisamente en el Este, donde ya se concentran los principales problemas económicos y de desempleo.l En Baviera feudo tradicional de la derecha germana, la candidata conservadora perdió más de 820.000 votos respecto a los comicios de septiembre de 2002, cuando el candidato a la cancillería fue precisamente el primer ministro bávaro y líder de la formación política coaligada Unión Cristiano Demócrata (CSU), Edmund Stoiber.

Almunia y la necesidad de reformas

La situación es compleja, pero las reformas no pueden parar. El responsable de Economía de la Comisión Europea, Joaquín Almunia, manifestó ayer en Madrid su deseo de que las negociaciones desemboquen en un Gobierno fuerte 'capacitado para llevar adelante las reformas que Alemania necesita'. Y dejó claro que la tarea no afecta únicamente a la deseada recuperación germana: 'Toda Europa le pedirá al nuevo Gobierno determinación para proseguir con la Agenda 2010, que está a mitad de camino en su realización, y es imprescindible para crear empleo y recuperar la confianza del consumidor, todo lo cual ayudaría a reactivar el conjunto de la zona euro'. El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios recordó que la mayor economía de Europa 'necesita más ajuste presupuestario', pues el propio Ejecutivo saliente ha reconocido que el déficit público no bajará del 3,7% del PIB este año, incumpliendo de nuevo el Pacto de Estabilidad.Almunia, que dio un discurso en el Foro Nueva Economía, sugirió que 'en la noche electoral hubo quien se rió más y quien se rió menos', tras ser preguntado por su parecer sobre el resultado. Aun así, afirmó que 'los problemas políticos en el seno de la UE, como los rechazos a la Constitución o la incertidumbre creada en Alemania, dificultan nuestra capacidad para influir en foros internacionales con una sola voz', informa Marcos Ezquerra.

El PIB se estancó en el segundo trimestre

La economía alemana se estancó en el segundo trimestre del año por el retroceso de las exportaciones, señaló ayer el Bundesbank. La entidad aseguró que esta tendencia bajista se debió a la reducción de los pedidos del extranjero y que las exportaciones en el segundo trimestre no fueron tan fuertes como en los tres primeros meses del año. Además, el Bundesbank señala que las importaciones subieron notablemente, sobre todo de bienes de inversión y productos energéticos y de consumo. También prevé que dada la debilidad del consumo privado, buena parte de estas importaciones permanecerá en los almacenes. El Bundesbank ha observado, además, una notable mejora en julio tanto de la entrada de pedidos como de la producción.

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