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La crisis política alemana

Las empresas alemanas reclaman un Gobierno estable

La líder democristiana Angela Merkel y su contrincante el socialdemócrata Gerhard Schröder quieren ser el nuevo canciller de Alemania, y para ello han abierto sendos procesos de contactos con el resto de partidos, excluyendo sólo a la izquierda radical de Lafontaine. No descartan una gran coalición CDU-SPD, como quieren los empresarios, pero imponiendo a su candidato como primer ministro.

El resultado de las elecciones alemanas del domingo ha abierto una lucha cerrada y larga entre el canciller Gerhard Schröder y Angela Merkel. La ventaja de Merkel sobre Schröder es pequeña (35,2% frente a 34,3%); pero teóricamente la candidata democristiana debería ser la encargada de formar gobierno y convertirse en la próxima canciller de Alemania, ya que el suyo ha sido el partido más votado.

Pero nadie sabe quién va a gobernar y con quién, porque ninguno de los dos grandes partidos dispone de mayoría suficiente aún sumando sus aliados naturales: Merkel sólo alcanzaría el 44,5% con los Liberales, y Schröder sólo el 42% con sus tradicionales aliados los Verdes, dando por hecho que los escaños de la izquierda radical de Oskar Lafontaine es excluida por las dos partes para gobernar. De hecho, ayer los dos grandes partidos anunciaron sendos procesos de contactos con el resto de grupos, y ambos excluyen a la formación del ex ministro de Finanzas Lafontaine.

Actualmente se barajan tres posibilidades: una coalición de los dos grandes partidos SPD y CDU/CSU, un gobierno conservador (CDU/CSU y FDP) apoyado por los Verdes, y una constelación rojiverde en la que participaría el Partido Liberal.

Pero los dilemas son muchos: Schröder dice sí a la gran coalición, pero no bajo Merkel; los Verdes no están dispuestos a gobernar con los conservadores; y los Liberales están cansados de decir al SPD que 'con nosotros ni lo sueñe'. Socialdemócratas y Verdes (hasta ahora en el Gobierno) descartan también la posibilidad de gobernar con el Partido de la Izquierda (fusión de los poscomunistas y los disidentes socialdemócratas de la Alternativa por el Trabajo y la Justicia Social). Sólo los politólogos apuntan como lo más probable una gran coalición. Pero, con quién: ¿Merkel o Schröder?

Angela Merkel afirmaba ayer que 'se ha destituido la coalición rojiverde. Nos toca gobernar y tenemos que evitar la paralización de este país. Por eso negociaremos; primero con los liberales y, luego, con el resto.'

El eje de las elecciones ha sido la política económica y las fórmulas para acabar con el desempleo galopante. Schröder declaró en 1998 cuando fue elegido canciller 'quien no consiga reducir el desempleo no se merece ser reelegido.' En 2002 la población le dio incluso una segunda oportunidad. Los analistas subrayan que una gran coalición no solucionaría los problemas del país, porque el SPD frenaría las reformas de Merkel.

Merkel defiende una gran reforma fiscal (tipo mínimo del IRPF al 12% y el tipo máximo al 39%) y se propone reducir las cotizaciones por desempleo y flexibilizar el mercado laboral facilitando el despido. Uno de cada cuatro alemanes teme perder su empleo.

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Las empresas reclaman un gobierno estable

El presidente de la Confederación Alemana de Industria y Comercio (DIHK), Ludwig Georg Braun, emplazó ayer a los partidos políticos a formar un gobierno estable capaz de avanzar en el proceso de reformas. 'No mediremos al gobierno por su color sino por su espíritu de hacer reformas', dijo Braun, en una conferencia de prensa, en Berlín, a modo de balance electoral.Braun instó a los partidos que vayan a formar gobierno a seguir por la senda de lo acordado en la llamada 'cumbre por el empleo' entre conservadores y socialdemócratas en marzo pasado, sobre todo en lo que respecta a la reducción del impuesto de sociedades y del de sucesiones.El canciller, Gerhard Schröder, y la líder cristianodemócrata, Angela Merkel, habían acordado buscar vías para reducir el tributo que grava los beneficios empresariales desde el 25% al 19%.En sus respectivos programas electorales, el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) había mantenido el objetivo de reducir al 19% el impuesto de sociedades, pero la Unión Cristianodemócrata y la Unión Socialcristiana (CDU/CSU) sólo pretendía ya bajarlo al 22%.Braun cree que tras el empate entre conservadores y socialdemócratas se abren las puertas a toda una serie de posibilidades. Pese a que es miembro del Partido Liberal, se mostró ayer contrario a una coalición tripartita entre socialdemócratas, verdes y liberales.Otros empresarios apuntan, en cambio, a que Merkel y Schröder unan sus fuerzas. 'No hay mejor alternativa a una gran coalición', indica Hannes Hesse, responsable de la patronal industrial VDMA, recalcando la 'urgencia en tomar medidas'.Lo más importante para los empresarios es que la estabilidad económica prime sobre todo. 'Cualquiera que sea el nuevo gobierno tendrá que ponerse manos a la obra para que las reformas esperadas recorten el paro y eleven el crecimiento', señaló Klaus-Peter Mueller, presidente de Commerzbank y de la patronal bancaria germana, informa Reuters.

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