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CincoSentidos

Los puntos más jugosos de la cocina de Barcelona

Descubrir la magistral obra de Gaudí o ser testigo de su pasado gótico han dejado de ser atractivos exclusivos para visitar Barcelona. La ciudad ha diseñado una ruta para que los turistas, además de recorrer sus rincones más representativos, conozcan y prueben la gastronomía de la ciudad en sus pastelerías, mercados y tiendas más renombradas.

Un recorrido para sibaritas que transcurre durante dos horas por su casco antiguo y en el que se visitan 13 establecimientos, la mayoría de ellos con más de un siglo de vida a sus espaldas.

El periplo comienza en el corazón de la ciudad, en La Rambla. Aquí es de visita obligada la granja Viader, una cafetería fundada en 1870 que elabora postres típicamente catalanes como el mel i mató. La siguiente parada es el mercado de La Boquería, el más colorista de la ciudad, y en el que se abastecen los restaurantes de mayor solera. Quiénes deseen aventurarse en la cocina más exótica y desconocida pueden probar los caramelos de mariposa o los grillos tostados de Petràs, el primer local en España que vende insectos como aperitivos.

La mayoría de los comercios de la ruta gastronómica son centenarios

Junto a la Boquería se halla la pastelería Escribà, dirigida por la saga de pasteleros del mismo nombre. De la imaginación de Christian Escribà, bisnieto del fundador, han surgido unos anillos comestibles en los que la piedra preciosa ha sido sustituida por un caramelo. Tan peculiar alianza ha llegado a las estanterías de los almacenes londinenses de Harrods y de las Galerías Lafayette de París. La próxima etapa que propone la ruta es el Café de la âpera, a escasos pasos del Teatro del Liceo, donde se dan cita músicos, artistas y amantes del bel canto. En Cafés El Magnífico, se pueden conocer más de 25 variedades con denominación de origen.

Para los más golosos, la céntrica calle Petritxol ofrece dos de las chocolaterías más emblemáticas de la ciudad, La Pallaresa y Dulcinea, donde además de degustar, también se conocerán las bondades del cacao. Y en Xocolateria Farga se descubrirá su proceso de elaboración.

A continuación, se puede visitar el colmado La Pineda, con una amplia variedad de butifarras, longanizas y productos enlatados, y la Botifarrería de Santa María, una charcutería tradicional. Prueba de que Cataluña también tiene tradición en elaborar turrones son los artesanales de Casa Colomina o Planelles Donat.

La ruta finaliza en la Vinya del Senyor, que cuenta con 250 referencias de vinos, donde los visitantes podrán realizar catas, no sin antes haber probado frutos secos en Tostaderos Casa Gispert.

La idea de realizar recorridos temáticos por la capital catalana no es nueva. Turismo de Barcelona, participado por el ayuntamiento y su Cámara de Comercio, organiza itinerarios sobre Picasso y su obra, y sobre la arquitectura modernista.

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