El verano genera más enfermedades caninas
El calor del verano favorece la reproducción de garrapatas, pulgas y mosquitos o flebotomos. Y la picadura de cualquiera de estos parásitos, potencia enfermedades en los perros y dispara la contracción de infecciones. Además, durante esta estación, las mascotas pueden padecer un golpe de calor, desarrollar una gastroenteritis, sufrir un resfriado o tener el picazón de garganta que suelen producir en los humanos los equipos de aire acondicionado.
¿Cómo actuar frente a un caso de estos? La División Veterinaria de Bayer ha elaborado un trabajo, en el que sugiere utilizar un producto insecticida y repelente al mismo tiempo para luchar contra las garrapatas. El director técnico de Hill's Pet Nutrition, Juan Carlos Giménez, dice que para prevenirlas, además de acudir al veterinario, hay que aplicar un programa antiparasitario y seguirlo 'con rigor'.
Por su lado, las pulgas pican y se alimentan de la sangre del perro. Sus huevos, pupas y larvas se desarrollan prácticamente en cualquier entorno, y si una mascota está infestada, abundarán también a su alrededor. Para controlarlas, es importante adoptar medidas de prevención (mediante el uso de un insecticida adecuado) e higiene permanentes, según Bayer.
Los problemas más frecuentes que provocan las pulgas en el perro son la dermatitis alérgica, que puede suponer lesiones graves en la piel, y la transmisión de distintos parásitos, como el dipylidium caninum.
Los flebotomos son insectos voladores que también se alimentan de sangre y son transmisores de graves enfermedades parasitarias y virales, como la leishmaniosis, la malaria y la fiebre amarilla. Yolanda Penadés, especialista del Hospital Veterinario Alberto Alcocer de Madrid, sugiere realizar una extracción de sangre al animal durante el otoño, para comprobar que no esté infectado, ya que la leishmanosis no tiene cura y su desenlace siempre es mortal.
En Madrid, esta enfermedad es endémica. Pero la prevención más eficaz consiste en emplear insecticidas repelentes que eviten las picaduras.
Giménez agrega otra patología: la producida por un golpe de calor, que puede llegar incluso a provocar la muerte del animal. Y dice que ante los primeros síntomas -excitación, aceleración marcada de la respiración, aumento de la temperatura corporal-, hay que refrescar e hidratar al animal.
La recomendación principal es someter al perro a un chequeo, salir de vacaciones con todos los antiparasitarios y con la comida habitual; y estar seguros de que sus vacunas están al día.