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Columna
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¿Seguirá el BCE a la Fed?

José Carlos Díez

Hoy se reúne el Consejo de Gobierno del BCE y todo el mundo espera que mantenga sus tipos de interés oficiales en el 2%. Sin embargo, en el último mes se ha producido un aumento de las expectativas de inflación de los inversores internacionales, lo cual explica el fuerte repunte de las rentabilidades de los bonos a 10 años. Los tipos a corto plazo también aumentaron y el mercado ha pasado a descontar un tipo oficial del 4% a final de año en EE UU. En la eurozona tanto los bonos, como los tipos a corto plazo, se vieron afectados y se filtraron rumores sobre la posibilidad de que el BCE elevará el tono de su comunicado en su reunión de esta semana, lo que anticiparía el inicio del ciclo alcista. La pregunta que se hacen los inversores es si el BCE se verá obligado, al igual que la Reserva Federal de EE UU (Fed), a subir sus tipos de interés.

Nosotros seguimos pensando que el BCE no mostrará ninguna prisa para iniciar su ciclo alcista de tipos. Aunque los precios del crudo y de las materias primas siguen siendo una amenaza, el comportamiento en el último trimestre del crecimiento y de la inflación en la UEM ha sido muy diferente al de EE UU. El IPC en la UEM ha pasado del 2,4% anual en diciembre de 2004, al 2,1% anual en febrero, mientras en EE UU se ha mantenido estable en el 3% anual. Pero el comportamiento del núcleo subyacente, que es el indicador más relevante para fundamentar las decisiones de política monetaria, ha caído en la UEM desde el 1,9% hasta el 1,4% anual en ese periodo, mientras en EE UU aumentaba del 2,2% al 2,4% anual. Nuestras previsiones apuntan a que el IPC subyacente seguirá aumentado en EE UU y se mantendrá estable en la UEM en los próximos meses.

Los indicadores de actividad europeos están decepcionando las previsiones en los últimos meses. Los datos de PIB del cuarto trimestre confirmaron el menor crecimiento de las exportaciones y el sector exterior tuvo una aportación negativa al PIB por segundo trimestre consecutivo. La incertidumbre que genera la mala situación del mercado de trabajo en Alemania, Francia e Italia se refleja en las expectativas de los consumidores europeos y las perspectivas del mercado de trabajo en estos países no apuntan a ningún cambio en 2005, por lo que el consumo privado seguirá débil los próximos trimestres. Sólo la inversión mantiene su dinamismo.

Es necesario que los consumidores europeos compren coches y se vayan de vacaciones, y no se preocupen sólo de ahorrar para la jubilación

Aunque los objetivos de la Agenda de Lisboa, el crecimiento a largo plazo, el Pacto de Estabilidad, etcétera, siguen indicando la necesidad de acometer reformas estructurales en la economía europea, la principal prioridad es que nuestra economía incremente su ritmo de crecimiento.

Las empresas europeas han empezado a invertir, pero el motivo es defenderse de la competencia internacional y de la pérdida de competitividad que han sufrido en los últimos años. Si queremos cumplir los objetivos de Lisboa, la economía europea tiene que ser capaz de ofrecer un escenario más esperanzador a nuestras empresas. Es necesario que los consumidores europeos compren coches y se vayan de vacaciones y no estén solo preocupados de ahorrar para su jubilación.

Para favorecer el crecimiento a corto plazo, los economistas suelen recomendar políticas monetarias y fiscales expansivas, siempre que estas sean compatibles con la estabilidad de precios. La política monetaria es expansiva en estos momentos y tiene que seguir siéndolo mientras no aparezcan tensiones inflacionistas evidentes. La política fiscal también es expansiva. El déficit público en la eurozona fue del 2,7% del PIB en 2004 y viendo la situación actual de EE UU no parece razonable incrementarlo.

Por lo tanto, la política económica a corto plazo en Europa es la adecuada, pero no es suficiente para recuperar la confianza de los consumidores. Sin embargo, no debemos ser pesimistas. La teoría económica nos indica que hay una relación funcional entre el ciclo político y el económico. Cuando la economía va mal, los Gobiernos suelen salir derrotados en las elecciones, y al contrario. El cambio político en Portugal y el resultado de las elecciones regionales en Alemania e Italia apuntan a que la teoría del ciclo político-económico se está cumpliendo en Europa.

Este proceso será lento y tedioso y no debemos esperar sorpresas excesivamente positivas de la economía europea en 2005 y posiblemente en 2006. No obstante, la pelota está en el tejado de la clase política y de los Gobiernos, la política monetaria es la adecuada y los miembros del BCE deben esperar y ver.

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