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Tribuna
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Las sombras de la economía de EE UU

La economía americana ha experimentado una fuerte recuperación en los últimos meses y, sin embargo, hay ciertas variables que en este punto del ciclo no han acompañado como se esperaba.

Por ejemplo, la creación de empleo ha sido mucho más moderada que en ciclos anteriores. A pesar de los últimos datos de empleo conocidos el primer viernes de noviembre, la tasa de paro ha continuado creciendo hasta el 5,5% desde el 5,4% anterior. El motivo es que, aunque se haya creado más empleo que en meses precedentes, también hay más gente en disponibilidad de trabajar. Se puede esperar, por tanto, que los incrementos de salario en Estados Unidos sean más bien modestos.

En lo que respecta a la productividad, también habíamos visto una recuperación espectacular de los datos que, no obstante, últimamente apuntan a una desaceleración en el cuarto trimestre del año en la línea de un crecimiento prácticamente plano.

Los déficit comercial y fiscal de EE UU resultan insostenibles, y por ello y a pesar de la subida de tipos, el dólar seguirá debilitándose frente al euro

En cuanto a la inflación, y a pesar del repunte en la primera parte del año, a partir de entonces no ha hecho sino caer. Y esto aun cuando la subida del petróleo (que en los últimos 18 meses llegó a doblar su precio de 25 a 50 dólares el barril), debería por sí sola haber añadido un 4% al IPC americano durante el primer año, con lo que podríamos estar hablando ya de precios negativos en Estados Unidos.

Puede haber varias explicaciones para este último fenómeno. En primer lugar, porque ahora somos mucho menos dependientes del petróleo que en crisis precedentes. Después, porque la burbuja de finales de los noventa ha dejado excesos que aún no se han eliminado y que presionan los precios a la baja; además, porque China e India también son una fuente de deflación vía importaciones de productos más baratos, o porque se está produciendo el offshoring de empresas occidentales hacia países de empleo más barato. Una última razón es que los bancos centrales son ahora mucho más independientes que en el pasado y han perseguido con éxito la estabilidad de los precios.

Con los actuales datos, en HSBC pensamos que la Reserva Federal subirá tipos en diciembre otras 25 centésimas, hasta el 2,25%. Pero, creemos que los tipos 'neutrales' que la Reserva Federal persigue se alcanzarán a unos niveles menores a los que espera el mercado. De hecho, HSBC espera que lleguen al 3% para mediados del año que viene.

Por otro lado, los déficit comercial y fiscal de Estados Unidos están a niveles tan elevados que resultan insostenibles por más tiempo y por ello, y a pesar de la subida de tipos, creemos que el dólar seguirá debilitándose hasta niveles de 1,35 frente al euro para finales de 2005.

Esta debilidad del dólar, y el inferior atractivo relativo del mercado americano por valoración con respecto al europeo, nos invitan a una estrategia de infraponderación de la Bolsa de Estados Unidos. Además Europa tiene mejores perspectivas porque no esperamos que el Banco Central Europeo toque los tipos en varios meses.

En lo que respecta al crecimiento global de la economía para 2005, esperamos la desaceleración en el crecimiento del PIB mundial desde el 4,7% en 2004 hasta el 3,7%. Los indicadores avanzados apuntan que hemos tocado techo a nivel de comercio mundial, y que en Estados Unidos el excesivo endeudamiento del consumidor como consecuencia de la burbuja inmobiliaria le obligará a reducir su consumo a falta de un incremento mayor de los salarios.

El gran apoyo que ha supuesto China durante este año, con una expansión fortísima tanto de su PIB como especialmente de su nivel de inversión, también perderá importancia en 2005 ante las medidas tanto de política monetaria como administrativas para frenar el sobrecalentamiento de su economía. El año que viene esperamos que el crecimiento de su PIB se desacelere a un 7% y la inversión a niveles del 10%.

A pesar de esta desaceleración en el conjunto de las economías mundiales, la renta variable global puede seguir ganando terreno ya que parte de la desaceleración está en cierto modo descontada. Las zonas que ofrecen el mayor atractivo por valoración dentro del conjunto global son Europa y Asia.

Por sectores, la incertidumbre política se ha reducido con las elecciones americanas, así que el sector de petróleo ha perdido con ello el atractivo de refugio del que, hasta ahora, se ha beneficiado.

Aunque el petróleo se mantenga en niveles relativamente elevados, no creemos que vaya a subir a partir de estos niveles y las noticias en el sector pueden empezar a empeorar (por ejemplo, la ratio de revisión de estimaciones). No obstante, no es un sector caro y por ello una posición neutral en petróleo puede resultar la opción más adecuada. Apostamos sobre todo por el bloque de TMT (tecnología, medios y telecomunicaciones), financieras de la eurozona y farmacia paneuropea.

Para terminar, creemos que la desaceleración estimada para el año 2005, junto con unos niveles de precios más bajos que los que espera el consenso en Estados Unidos, obligarán a la Reserva Federal a modificar su política monetaria en la segunda mitad del año que viene, volviendo a bajar tipos en el cuarto trimestre de dicho año.

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