Repsol gana la batalla al 'Prestige' un año después del siniestro
El pasado mes de marzo un equipo de expertos en profundidades marinas mantuvieron un discreto encuentro en Ávila, que se prolongaría durante una semana, sin despertar sospechas. La consigna: no pronunciar la palabra Prestige. El objetivo: liberar el fuel de los tanques del buque siniestrado frente a las costas gallegas que, desde mediados de noviembre, había azotado todo el litoral marítimo del norte de España, provocando en Europa la peor catástrofe ecológica desde Chernóbil.
El equipo lo integraban expertos de Repsol YPF, Petrobras, Total, Eni y Statoil, compañías a los que la petrolera española pidió ayuda y con los que quería consensuar el proyecto de extracción que un mes antes le había encargado el Gobierno. El reto resultaba vertiginoso, pues nunca antes se había extraído crudo a casi 4.000 metros de profundidad (a los que se hundió el Prestige), ni de yacimiento alguno ni de buques naufragados.
Las compañías aportaron sus ideas, algunas como la francesa Total compartió con Repsol su experiencia reciente en la catástrofe del Erika, petrolero que naufragó en las costas de Bretaña, pero a poca distancia de la costa y a mucha menor profundidad.
En la primera prueba se han extraído 125 toneladas de las 13.800 que quedan en el buque hundido
Sin embargo, la compañía española fue finalmente la encargada de la dirección, coordinación y diseño de un proyecto, que proponía dos opciones: extraer el fuel a través de bolsas lanzaderas gigantes o cubrir el pecio con una marquesina que está construyendo Izar en sus astilleros. La prueba de la primera de las alternativas, que concluyó el 10 de octubre, ha resultado un éxito. Sin embargo, la segunda 'la ejecutaremos también porque es un proyecto muy interesante', asegura el director del proyecto, Ramón Hernán.
Aplausos
Para las primeras pruebas de extracción del fuel, en el que han trabajado más de 20 empresas, se han utilizado cuatro robots Sonsub y Thales adaptados para el proyecto y que se utilizan habitualmente en la extracción de crudo y en la instalación de gasoductos.
Los robots han trabajado 1.700 horas en el fondo marino y todo el proceso ha sido grabado en vídeo. Un extracto de la película, de una precisión muy superior a la de cualquier grabación similar pues a esas profundidades no hay corrientes marinas, fue exhibida hace pocos días en la sede de la Organización Marítima Internacional (OMI) en Londres. Al término de la película, algo que no había ocurrido antes, los presentes irrumpieron en aplausos. Al parecer, este organismo ha ofrecido al Gobierno español por adelantado 60 millones de ayuda. La petrolera española ha mostrado también el resultado de sus trabajos ante el Instituto Oceanográfico de Francia, uno de cuyos científicos ha declarado que 'hay un antes y un después de este proyecto'.
En los trabajos realizados han intervenido dos barcos; el Polar Prince, que ha dirigido los robots con ayuda de satélites, y el Enterprise, un gran transportador de yates. Este buque, sumergible por la popa, transportó en la prueba realizada en octubre una lanzadera de 25 metros de altura, cargada con el fuel extraído. æpermil;ste fue llevado para su análisis hasta la refinería de Repsol en A Coruña. La lanzadera extrajo 125 toneladas de fuel y todavía quedan en el Prestige 13.800 toneladas; la mayoría se encuentran en los tanques de popa, y tan sólo 700 toneladas están en los de proa. El barco se partió por la mitad y cada parte se encuentran a dos kilómetros de distancia.
Todo el combustible será extraído entre la primavera y el verano de 2004, si es que finalmente el Gobierno opta por la extracción. Repsol, que calculó un presupuesto inicial de entre 60 y 100 millones, que será modificado, no cobra por sus servicios. Los que realizan el resto de las empresas son facturados al Ministerio de Fomento.
Catástrofe. Los cabos sueltos de un escándalo ecológico
La clasificadora conocía el mal estado del buqueEl antecesor del griego Apostolos Mangouras al mando del Prestige, el capitán Costazos Efftraplos, informó el 16 de agosto de 2002 (tres meses antes de la tragedia) del mal estado del buque a la compañía clasificadora, American Bureau of Shipping (ABS). En el sumario que se instruye en el Juzgado de Corcubión (A Coruña) para depurar las responsabilidades, figura el fax que envió Efftraplos a ABS, en el que indicaba, en inglés, la existencia de corrosión y grietas en los refuerzos transversales del tanque de lastre número 3 de babor. En mayo de 2002, ABS había certificado la seguridad del buque.Un millón de euros por kilómetro de costaEl vertido al mar de unas 64.000 toneladas del fuel tóxico que transportaba el Prestige ha dañado los ecosistemas de 2.600 kilómetros de litoral. Sólo por eso, esta catástrofe marítima se disputa con el Exxon Valdez (1989) el dudoso honor de ser la mayor de la historia, porque esta última afectó sólo a 1.000 kilómetros de costa, pero de la protegida Alaska.La organización ecologista WWFAdena afirma que, frente al presupuesto de 1.000 millones en la limpieza de la costa que ha arrojado el Gobierno, éste tendrá que gastar 3.000 millones a lo largo de los 10 años que se tardarán en recuperar los ecosistemas, a razón de 1,15 millones por kilómetro. Ello se debe a que en el mar siguen a la deriva entre 5.000 y 10.000 toneladas de fuel.Sustancias cancerígenas en moluscos y pescadosJavier Arenas, vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Presidencia, reafirmó ayer la 'seguridad plena para el consumo de todos los productos gallegos', en contestación a un estudio de la Universidad de A Coruña. Este estudio, que se presenta hoy, difiere de los datos oficiales al afirmar que, aunque dentro de los límites, hay niveles elevados de hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) no sólo en los moluscos, sino también en crustáceos, y especies como el pulpo, rape, rodaballo, lubina, lenguado, gallo o jurel.Los HAP son unas 40 sustancias tóxicas que se tienen por cancerígenas.