_
_
_
_
Lealtad, 1
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Efectos de la deslocalización

La deslocalización es otro de los temas de moda con los que se entretienen los bolsistas que no tienen mucho aprecio a las Tafisas de turno -léase, a la Bolsa convertida en un casino-. Es el mismo proceso mediante el cual España sabe que ya no verá la construcción de una fábrica de automóviles, porque las nuevas se hacen en Europa del Este, y tiene que dar las gracias por que no se retiren las actuales. O mediante el cual las fábricas de juguetes de Levante son poco a poco fagocitadas por competidores basados en China.

La deslocalización destruye empleo. No es un alegato proteccionista, es la pura realidad de la globalización que, por otro lado, conlleva efectos de signo positivo. Pero, ¿en qué afectan la globalización, la deslocalización y otros palabros de este corte a las Bolsas?

'Quien sólo preste atención a indicadores como el ISM índice de gestores de compras del sector industrial en EE UU, a la producción industrial o a la capacidad productiva se va a perder una buena parte de la película', explica Félix González, director de gestión de activos de Beta Capital. La deslocalización, continúa, es un proceso estructural y, de este modo, el empleo industrial es sólo el 7% de la fuerza laboral en Estados Unidos mientras el 80% de la producción depende de los servicios.

Pero, y éste es el dato importante, el 70% de las compañías que cotizan son industriales. Son empresas estadounidenses con una creciente parte de sus operaciones fuera del país. Son las cuentas de éstas empresas las que refleja Wall Street, pese a que gran parte de su producción no es PIB doméstico. Las cifras macroeconómicas no son tan importantes para la Bolsa porque el dinero que ganan las empresas cotizadas lo ganan fuera.

El PIB crece al 7,2%, pero este dinamismo no repercute necesariamente en las empresas industriales de la Bolsa de Nueva York o del Nasdaq. La Bolsa puede bajar y el PIB subir, que es lo que ocurrió en los primeros compases de la crisis, allá por 2000. Las empresas cotizadas marchaban mal pero el PIB siguió fuerte varios trimestres.

'No es que no haya que mirar a la industria. Pero hay que matizar la visión', aconseja González. Este aparente divorcio entre economía y Bolsas, por otra parte, explica uno de los aspectos sorprendentes de la última crisis bursátil, como es el crecimiento del consumo aun en los peores momentos. En una economía de servicios, el pésimo momento de la industria resta poco empleo, porque éste está fuera. Y el consumo se mantiene. Por eso la Bolsa es un reflejo sesgado de la realidad económica, y viceversa.

Archivado En

_
_