El FMI, entre el hotel Plaza y la cumbre de Dubai
Las dos últimas semanas han sido muy intensas en los mercados de cambio. Sin la espectacularidad de las tormentas monetarias de principios de los noventa ni el dramatismo de las devaluaciones del pasado, el reajuste entre el dólar, el yen y el euro está sentando las bases de una reordenación de los flujos de capitales.
La última reunión del Fondo Monetario Internacional en Dubai ha señalado seguramente un nuevo hito en la historia de los mercados de cambio. Habrá de pasar algún tiempo hasta ver si realmente produce los efectos de su inmediato antecesor: la reunión de septiembre de 1985 entre los G-5 en el hotel Plaza de Nueva York, que inició un periodo de casi 10 años de debilidad del dólar.
Los Acuerdos del Plaza, como habrían de ser conocidos desde entonces, fueron reforzados al año siguiente con los llamados Acuerdos del Louvre que, en esencia, recogían lo que los mercados de cambio han creído entender: la necesidad de que los tipos de cambio sean más flexibles. O, dicho con claridad, la conveniencia de que el dólar pueda seguir deslizándose suavemente a la baja.
En los casi veinte años que han transcurrido desde los Acuerdos del Plaza el saldo de la balanza de pagos por cuenta corriente norteamericana ha experimentado dos cambios de dirección: primero, una fuerte corrección de su desequilibrio (que desaparece en 1991) y, después, a partir de mediados de los años noventa, el regreso a un déficit de enormes proporciones. El dólar, por su parte, ha precedido cada uno de esos movimientos en cinco años, con movimientos alternativos de debilidad y fortaleza que lo han llevado, tras el máximo alcanzado en el año 2000, a los 1,17 dólares por euro de la actualidad.
La evolución en la cotización de las monedas tiene una importancia capital a la hora de ordenar los flujos transnacionales de dinero e impactan por ello fuertemente sobre el precio de todo tipo de activos y, en concreto, sobre la evolución de las Bolsas.
Impacto en los mercados
¿Qué es lo que va a suceder en esta ocasión? Si la afirmación de que la declaración del G-7 en Dubai marca un hito en la historia de los mercados de cambio se revela acertada y el dólar continúa su proceso de debilitamiento, el impacto positivo, a corto plazo, sobre las Bolsas no debería hacerse esperar: a los largo de los últimos cien años sólo ha habido tres momentos fundacionales de un nuevo periodo con características similares al que parece ahora iniciarse. Y en los tres, la Bolsa de los EE UU ha vivido revalorizaciones fortísimas, en uno de los casos tras los titubeos iniciales de un periodo de indefinición.
Los fondos de inversión en activos denominados en dólares vivieron su mejor momento entre 1995 y 2000. Ahora, y por varios años, incluso si la Bolsa norteamericana se revaloriza fuertemente, la inversión en dólares sólo será rentable si se cubre el riesgo de cambio.
HISTORIA: Hitos en los últimos 103 años de vida del billete verde
1900. El 14 de marzo del primer año del siglo, Estados Unidos abandona el bimetalismo -fijación del valor de la divisa a partir del oro y de la plata-, que tan encendidas polémicas internas había provocado, en favor del patrón oro.1934. Franklin Delano Roosevelt devalúa el dólar, estableciendo que el precio de una onza de oro pase de 20,67 dólares a 35 dólares.1971. El 15 de agosto Richard Nixon declara la inconvertibilidad del dólar en oro, algo que, en la práctica, ya se había producido varios años antes, coincidiendo con la decisión de la Administración norteamericana de monetizar del déficit.1985. Acuerdos del Plaza que impulsaban la depreciación del dólar.