El FMI advierte que la UE aún no crece y recorta al 2,8% la previsión para España
La economía mundial afronta 'crecientes desequilibrios y una continua dependencia del crecimiento de EE UU', alerta el Fondo, lo que supedita las perspectivas económicas mundiales a la evolución de estos dos factores. El organismo estima que EE UU crecerá el 2,6% este año, cuatro décimas más de lo previsto en abril, y un 3,9% el próximo, tres décimas más de lo estimado.
El economista jefe del organismo, Kenneth Rogoff, auguró una nueva depreciación del dólar dado el elevado déficit por cuenta corriente de EE UU (5,1% del PIB este año). Rogoff presentó ayer el Informe de perspectivas mundiales en Dubai, como aperitivo de la asamblea del organismo y del Banco Mundial, amén de la reunión del G-7 que tendrá lugar hasta el domingo en el emirato.
Si el ajuste de la divisa estadounidense se produce sólo a costa del euro, como hasta ahora, 'la recuperación de la zona euro está seriamente amenazada'. El Fondo ha reducido seis décimas su previsión de crecimiento en la eurozona para este año (hasta el 0,5%) y cuatro décimas la del próximo (hasta el 1,9%). 'Muchos europeos sólo verán la recuperación por televisión', dijo.
Rogoff pidió al Banco Central Europeo (BCE) un papel más activo para evitar que la debilidad de países individuales lastre a toda la región y flexibilidad en la interpretación del Pacto de Estabilidad.
'Sin el pacto, estoy convencido de que uno o dos países de la eurozona habrían llamado a la puerta del Fondo a solicitar ayuda en la última década', dijo Rogoff. Pero a renglón seguido, insistió en que sólo hay 'una estrecha conexión entre la unión monetaria y la existencia del pacto para eliminar los déficit', y que para Alemania tenía más impacto la política fiscal de EE UU que la de Irlanda.
Como ya han solicitado EE UU y Europa, el Fondo apuesta por la contribución de los países asiáticos en desarrollo, y no sólo de China, a reducir los efectos de una fuerte caída del dólar. Una política cambiaria flexible, asegura, reduciría la dependencia de estos países de la demanda externa.
La petición no es extensible a Japón, donde los problemas de deuda en bancos y empresas subsisten. El FMI pide a las autoridades niponas un yen débil y el mantenimiento de los tipos de interés cercanos a cero para garantizar una recuperación aún muy dudosa, a su juicio.
El estallido de la burbuja inmobiliaria es otro de los riesgos para las economías de Australia, Nueva Zelanda, Reino Unido y EE UU si la recuperación conlleva una subida de tipos.
El comercio tampoco será un factor decisivo en esta fase de la recuperación. La 'tragedia', asegura Rogoff, que supone el fracaso de la Cumbre de Cancún en términos de crecimiento y empleo provocará 'un aumento de la pobreza global'.
Rogoff, no obstante, subrayó que 'una recuperación desequilibrada es mejor que ninguna'.
EE UU: Vuelta a los desequilibrios
El déficit por cuenta corriente de EE UU se ha disparado (5,1% del PIB este año y 4,7% el próximo), y eso 'es un problema muy serio, que probablemente empeorará con esta recuperación desequilibrada', asegura el Fondo. A ello se suma el deterioro de la balanza fiscal, lo que supone la vuelta de los denominados 'déficit gemelos' que dominaron la situación económica de la primera potencia mundial en los años ochenta. El FMI advierte que, así las cosas, la reducción de la deuda pública no se producirá antes de la jubilación de la generación del baby boom. Un problema que, de no ser atajado, 'provocará una drástica caída del dólar'.
Emergentes: La deuda sigue pesando
Aunque las perspectivas para los países emergentes han mejorado en los últimos meses, la dependencia de la demanda externa de estas economías sigue siendo muy alta y la recuperación sigue débil debido a los problemas no resueltos de la deuda. El Fondo augura una clara mejora para las economías asiáticas en desarrollo, mientras que para Latinoamérica insiste en la vulnerabilidad de la región a los vaivenes de los mercados financieros. Precisamente, el economista jefe, Kenneth Rogoff, insistió en el problema crediticio que afronta Brasil y en la necesidad de que Argentina retome el pago de su deuda.
España: Revisión a la baja del PIB
El FMI ha rebajado las previsiones de la economía española para el próximo ejercicio, del 3,1% previsto en abril al 2,8%. Para este año, las perspectivas se mantienen invariables en el 2,2%. En ambos casos, por debajo de las expectativas del Gobierno (3% y 2,3%, respectivamente). Pese a todo, el ministro de Economía, Rodrigo Rato, interpretó las previsiones del Fondo como 'la confirmación del noveno año de crecimiento consecutivo de la economía española'. España seguirá a la cabeza de los países desarrollados en tasa de paro (11,4% este año y 11% en 2004). Sin embargo, las presiones inflacionistas se reducirán unas décimas.