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Tecnología

El auditor eleva un 60% las pérdidas de Avánzit, que se disparan a 567 millones

La situación concursal de Avánzit ha vuelto a provocar un conflicto con los auditores y un nuevo aumento en la cifra de pérdidas. Si en abril la compañía revisó ligeramente al alza los números rojos publicados pocas semanas antes, la reformulación realizada en el informe anual por Deloitte & Touche ha sido demoledora. El auditor ha puesto tres salvedades a las cuentas y dos de ellas van directamente a incrementar las pérdidas. En total, son 208,2 millones más de déficit los que Avánzit debería haber computado en 2002, lo que significa disparar las pérdidas a 567 millones.

No es la primera vez que la compañía en suspensión de pagos tiene problemas con su auditor. De hecho, Avánzit tiene el dudoso honor de haber cumplido una década con salvedades ininterrumpidas en sus cuentas. En los dos últimos años, sin embargo, los conflictos han tomado otro cariz. Avánzit debe ponerse en lo mejor y formular sus cuentas bajo hipótesis de supervivencia y el auditor se debe al principio de prudencia y esperar lo peor.

El encontronazo es inevitable, como se ha demostrado en los últimos ejercicios. Las pérdidas de 2001 también fueron reformuladas y las salvedades del auditor duplicaron su cuantía. Este año la revisión ha sido menor en porcentaje, pero mucho más drástica en cifra. Las pérdidas revisadas pasan de 128,7 millones en 2001 a los 567 millones de 2002, casi 4,5 veces más.

Los principales focos de litigio son los fondos de comercio y los créditos fiscales. Avánzit hizo el año pasado una limpieza drástica en la primera de estas partidas, de forma que en estos momentos sólo quedan contabilizados como tales los ligados a Telson y a Avánzit Tecnología. 'Los fondos de comercio de estas dos compañías', explica Miguel Santolaya, director Financiero de Avánzit, 'se han saneado para ajustarlo al valor de las ofertas de compra que hemos recibido, en el caso de Telson, y a su capacidad para recuperarlo una vez levantada la suspensión de pagos, en lo que se refiere a Avánzit Tecnología'.

Pero Deloitte & Touche considera que la venta de Telson no depende de Avánzit, sino de los bancos acreedores que ya han rechazado varias ofertas, y que la salida de Tecnología de su situación concursal tampoco es una realidad constatable en estos momentos. ¿El veredicto? Todo el fondo de comercio -151,3 millones- debería haber sido provisionado y las provisiones suponen cargos extraordinarios que van directamente contra resultados.

Lo mismo sucede con los créditos fiscales. Aunque Avánzit no ha activado ni un euro por las pérdidas de 2002, mantiene los generados en 2001. El problema es que los créditos fiscales sólo se pueden recuperar si hay beneficios y no habrá resultados positivos si la empresa no sale de la suspensión de pagos. Otra vez, para el auditor hay que ponerse en lo peor y el escudo fiscal -56,9 millones- debe ser igualmente eliminado.

Avánzit, sin embargo, está convencida de que podrá recuperarlo. Para ello cuenta con las quitas que se aplicarán a la deuda cuando se apruebe el convenio de acreedores. Toda quita genera plusvalías y estas ganancias serán las encargadas de recuperar el crédito fiscal aunque los beneficios operativos se hagan esperar.

La cuantía de las pérdidas, reformuladas o no, ha convertido los fondos propios de Avánzit en negativos, lo que es causa legal de disolución. Así lo recuerda el auditor y así lo reconoce Avánzit, que destaca, no obstante, que ya se han tomado medidas para solucionarlo. En concreto, se ha solicitado -se hizo en mayo de 2002- la suspensión de pagos, lo que supone un paraguas hasta que se salga de ella.

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