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Columna
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La incertidumbre paraliza la recuperación

La posible recuperación de la economía estadounidense, sobre la que continuamos recibiendo señales mixtas, debe descansar en una evaluación de su mercado de trabajo, así como de la actividad industrial y en construcción, consumo e inversión.

A este respecto, aunque el último dato semanal acerca del número de trabajadores que solicitan por primera vez la prestación por desempleo haya repuntado, su media mensual continúa descendiendo y se halla por debajo del umbral de los 400.000, que generalmente se asocia con una recesión. El mercado de trabajo parece mejorar ligeramente, pero a una velocidad característica de un crecimiento todavía muy apagado. Además, la fuerte pérdida de empleo de diciembre de 2002 ha generado serias dudas acerca de la verdadera fortaleza del mercado de trabajo.

La tasa de paro permanece estable en el 6% y podría incluso repuntar todavía unas décimas, quizá hasta el 6,5%, antes de comenzar a descender. En la actual crisis se han perdido alrededor de tres millones de puestos de trabajo.

La producción industrial cayó nuevamente en diciembre, si bien aumenta un 2% en tasa interanual, y la construcción de nuevas viviendas alcanzó en diciembre su máximo de 16 años. Ello sugiere que la economía creció, y no retrocedió en el cuarto trimestre de 2002, si bien su crecimiento, que conoceremos esta semana, ha debido ser muy leve. El índice sintético de indicadores adelantados aumentó tan sólo una décima en diciembre. En el actual contexto, es una buena noticia que no se haya producido un descenso, pero el aumento de este índice debería ser mucho mayor si la economía se hallase en una senda de recuperación mínimamente fuerte.

Los índices de confianza de los consumidores elaborados por distintas instituciones han descendido a nuevos mínimos, ante la incertidumbre sobre la guerra de Irak y la subida de precios de petróleo, que afectan significativa y negativamente a las opiniones de los consumidores.

Por primera vez desde el comienzo de su mandato, una mayoría de entrevistados desaprueba la gestión económica del actual presidente. Sólo un 34% opina que es un buen momento para consumir, lo que genera serias dudas acerca del mantenimiento de los actuales niveles de consumo en EE UU.

El comité de expertos que pone fecha a las recesiones en EE UU para el National Bureau of Economic Research considera que es todavía pronto para afirmar que la recesión que comenzó en marzo de 2001 haya dado paso a una recuperación. Si bien el PIB continúa creciendo, este comité cree que los signos de mejoría del mercado de trabajo no son aún claros. Ello le lleva a mantener una evaluación negativa de la actual situación, dudando de si se trata de una recaída tras la posible recuperación de finales de 2001 o es todavía la misma recesión desde marzo de 2001.

El escenario más probable es que la economía de EE UU crezca entre un 2% y un 3% la primera mitad de año, con lo cual es difícil una creación de empleo significativa. A lo largo del año veremos reducirse el crecimiento del consumo, a la vez que la inversión se recupera. La histórica reducción de tipos de interés y los descensos impositivos terminarán estimulando la economía. La inversión continúa paralizada, pero las empresas comenzarán progresivamente a gastar parte de los beneficios generados en la segunda mitad de 2002. Sin embargo, la incertidumbre es un enorme freno para el relanzamiento de la inversión.

Al igual que a los consumidores, también a los empresarios les atenaza la incertidumbre acerca de la guerra con Irak, resultándoles difícil invertir significativamente en este contexto, acentuado por las dudas acerca de los resultados empresariales futuros.

En el frente inflacionista no hay tensiones en el horizonte, y la inflación anual estará en 2003 entre el 2% y el 2,5%; simultáneamente, los precios de materias primas continúan elevándose, eliminando gradualmente el riesgo de deflación. Los salarios permanecen contenidos, a la vez que la productividad continúa aumentando; esta combinación permite que los costes laborales unitarios desciendan.

Los escenarios de crecimiento e inflación que he propuesto hacen esperar que, tras la reunión que está celebrando el comité de la Reserva Federal estos días, los tipos de interés continúen en el actual nivel del 1,25%, sobre el que tan sólo cabe esperar que se eleven, si bien ligeramente, en la segunda mitad del año.

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