Reconsideraciones de la banca española en el exterior
La decisión adoptada por el BBVA de vender BBV Banco a Bradesco por 585 millones de dólares, más el 4,5% del capital resultante de la entidad combinada (hasta totalizar 800 millones de dólares), se une a las últimas decisiones adoptadas por SCH, Banco Popular, y, con anterioridad, La Caixa, en un posible replanteamiento de su expansión
internacional.
En términos financieros el acuerdo cabe calificarlo de favorable, debido a que el precio pagado por la transacción representa 1,2 veces el valor contable y 20 veces los beneficios, lo que resulta razonable teniendo en cuenta que el sector bancario en Brasil cotiza con un ratio precio sobre valor contable entre 0,6 (Unibanco) y 1,9 (Itaú).
A pesar de que la cantidad desembolsada es de 1500 millones de dólares, gran parte de las pérdidas se encuentran dotadas y el efecto favorable vía racionalización del proceso de expansión, mejora de los ratios de solvencia y disminución del riesgo asumido en un banco (BBV Banco) con escasa rentabilidad, tanto actual como esperada, resulta más relevante.
La cuota de mercado de BBV Banco, tanto en términos de activos totales como de crédito o depósitos es muy reducida, siendo en términos generales del 1,4%. La situación del BBV Banco contrasta con Santander Banespa, que mantiene una cuota de mercado significativamente mayor tanto en crédito como, sobre todo, en depósitos, configurándose actualmente como el quinto banco del país por activos totales. Junto a la reducida cuota de mercado, el ratio de rentabilidad (ROE) de BBV Banco se sitúa en el 5%.
Esta situación contrasta con Bradesco, con una rentabilidad sobre recursos propios del 22,6%. La adquisición de BBV Banco dará lugar a la segunda entidad financiera más importante del país (y primera privada), permitiéndole incrementar el tamaño entre un 10% (en crédito) y 15% (depósitos) del actual.
La decisión adoptada por BBVA responde al proceso de focalización como alternativa al modelo de banca universal generalizado que están llevando a cabo determinadas entidades de crédito en Europa y en EE.UU.
Por tanto, en nuestra opinión el movimiento estratégico llevado a cabo por BBVA cabe analizarlo dentro de la dinámica reciente basada en tratar de ajustar al máximo el riesgo asumido a los parámetros de rentabilidad esperada. No se trata de una estrategia de repliegue sino de focalización, ante las dificultades de implementar la estrategia pretendida con el esquema actual, optando por modificar las características de su participación en el mercado brasileño. La reducida cuota de mercado que mantiene BBVA en Brasil y el escaso tamaño de la entidad, no ha permitido que a lo largo de los últimos años haya conseguido alcanzar niveles de eficiencia y rentabilidad significativos, más aún teniendo en cuenta el constante proceso de consolidación en
Brasil, que muy probablemente requeriría un incremento de las necesidades de inversión. Con la estrategia adoptada, BBVA mantiene su participación sin gestionar directamente el negocio, aunque mantendrá un puesto en el Consejo de Administración, y obtendrá flujos positivos resultantes de su participación financiera. Con ello, el porcentaje que representa ¢Latinoamérica investment grade¢ sobre el
total de activos del Grupo se mantiene en el 24% (fundamentalmente por la participación de México), pasando ¢Latam non-investment grade¢ a representar un 5% (desde el 7% anterior) del activo total.
De esta forma BBVA focaliza su estrategia de penetración directa en dos vectores. En primer lugar, en aquellos mercados donde mantiene una cuota significativa, llegando a ser incluso superior al 15% en México, Perú y Venezuela. En segundo lugar, en aquellos donde el grado de penetración actual, sin ser líder de mercado, resulta factible conseguir rentabilidades y ratios de eficiencia elevados (ej. Colombia).
De los movimientos estratégicos llevados a cabo en las últimas semanas cabe inferir la dificultad que están teniendo algunas entidades para mantener un elevado potencial de crecimiento sin incrementar de forma notoria el riesgo asumido. En este contexto continúan desarrollando estrategias de expansión alternativas (que no sustitutivas)
a las llevadas a cabo en los últimos años por las principales entidades.
Las alternativas que se plantean cabe acotarlas en tres grandes vectores:
Por un lado, la seguida por Banco Popular en Portugal, mediante la compra de determinadas entidades pequeñas europeas pero líderes en determinados subsegmentos del mercado. No obstante, este tipo de estrategias se encuentran limitadas por el escaso número de entidades con estas características. En segundo lugar, mediante alianzas o inversión financiera (BBV Banco en Brasil o La Caixa en Alemania). Sin olvidar con ello el tercer vector , basado en la internacionalización hacia otros mercados potenciales (Magreb y Europa del Este), que unen ser mercados menos explotados por la banca extranjera con el mantenimiento de posibles potencialidades de negocio procedentes de flujos de inmigrantes.