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Oferta

Los Serratosa lanzan una opa hostil de 153 millones para controlar Uralita

El grupo valenciano Nefinsa, que posee el 21,3% de Gamesa y el 96,8% de Air Nostrum, se ha decidido por el sector de los materiales de construcción, del que procede la fortuna de los Serratosa, después de varios meses de búsqueda de nuevas inversiones. Su objetivo es el grupo Uralita, que en los últimos dos años ha visto caer sus resultados y su cotización bursátil.

La opa lanzada ayer, de la que nada sabía el consejo de administración de Uralita, afecta al 35% de la empresa, lo que, sumado al 4,724% que Nefinsa ya posee, le daría casi un 40%. Según explicó ayer el consejero delegado de la compañía valenciana, Javier Serratosa, ¢como socio de referencia, Nefinsa lideraría el desarrollo estratégico de Uralita, aportando sus recursos y experiencia de gestión para mejorar la rentabilidad de los activos¢. Otro de los objetivos es potenciar la expansión internacional de Uralita.

Nefinsa tiene intención de contar con el equipo directivo de la empresa opada y con la colaboración del consejo de administración que preside Juan Miguel Antoñanzas. No obstante, la toma del 40% supondrá el control efectivo de Uralita por parte del grupo que preside Emilio Serratosa, en línea con su filosofía de los últimos años de invertir sólo donde pueda gestionar, con excepciones como Gamesa.

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Aunque la opa es hostil, es decir, no negociada, el accionariado de Uralita está muy atomizado ­el primero es The Royal Bank of Scotland, con el 8,71%­ y Nefinsa considera que el precio ofrecido es bueno. Esos siete euros por acción suponen una prima del 24,8% sobre el precio de cierre de ayer y del 18,9% sobre la cotización media del último trimestre.

La operación supondrá para Nefinsa una inversión máxima de 153 millones de euros, ya avalados por Santander Central Hispano Investment, sin contar con lo que ya ha invertido Nefinsa en la compra del 4,72%, unos 18 millones de euros a precio de mercado.

Según un comunicado emitido ayer por el grupo de la familia Serratosa, ¢Nefinsa entiende que la oferta es atractiva para los accionistas de Uralita, que no han visto mejorar en los últimos años la rentabilidad de su inversión en la compañía¢. La nota recuerda que la cotización me-dia de la empresa cayó un 20,5% en el año 1999, un 18,2% en 2000 y un 13,0% en 2001. En el transcurso del año 2002, el precio de la acción de Uralita ha disminuido un 4,8% respecto al cierre de 2001. La CNMV ha decidido suspender la cotización de la compañía hasta tanto el organismo supervisor considere que posee suficiente información sobre la operación.

¢La desaceleración de los sectores construcción e inmobiliario, la desfavorable coyuntura del sector químico, junto con el reciente aumento del endeudamiento de la compañía, dificultan las perspectivas de mejora de la rentabilidad a corto plazo para los accionistas de Uralita¢, concluye Nefinsa.

La oferta cogió por sorpresa a la cúpula de Uralita, que se encontraba de viaje en Alemania con motivo de la reciente compra del negocio de aislantes de Pfleiderer. Juan Miguel Antoñanzas, presidente de la compañía, dejó claro que no había recibido ninguna información previa a la oferta, aunque evitó calificarla de hostil. En su opinión, la compañía vale más de lo que ofrece Nefinsa. Antoñanzas recibió en Heidelberg la llamada de Javier Serratosa, consejero delegado de Nefinsa, a su teléfono móvil a la misma hora en que la operación era comunicada a la CNMV. El hijo de Emilio Serratosa le emplazó a una próxima reunión en la que estarán invitadas Caja Duero y Atalaya, la sociedad de inversión de las cajas de Badajoz, de Castilla-La Mancha, de Murcia, La General de Granada y El Monte.

Manuel Masnou, consejero delegado de Uralita, ratificó que el consejo no tuvo conocimiento previo de la oferta y opinó que la operación se precipitó por la compra del negocio de aislantes de Pfleiderer. Uralita financió la compra, valorada en 203 millones de euros, con un crédito de ABN Amro, entidad con la cual se negocia una reestructuración de toda la deuda del grupo, unos 500 millones de euros, a cinco años con dos de carencia. El consejo de Uralita planeaba vender su filial química Aragonesas para financiar sus últimas compras.

Aunque no lograra el acuerdo de los accionistas mayoritarios, la oferta de Nefinsa tiene posibilidades de éxito porque más del 70% del capital está en manos de inversores particulares.

La presencia del SCH de la mano de Nefinsa como avalista de la operación hace suponer, además, que no habrá oposición a la oferta por parte de su aliado Royal Bank of Scotland, primer accionista de Uralita, ni del fondo de inversión Scottish Widow, vinculado al anterior.

Nefinsa pone el punto de mira en grandes empresas

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Dentro de la política de desinversión en compañías no estratégicas, Nefinsa ha cerrado la venta del 20,7% de la embotelladora de Coca-Cola en la Comunidad Valenciana, Colebega. Los propios socios de Colebega, empresa presidida por Juan Luis Gómez Trenor, se han quedado con el paquete accionarial de los Serratosa por una cantidad que ayer la compañía no quiso facilitar.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Nefinsa continúa así con el plan de vender sus participaciones minoritarias y no estratégicas, como ya ocurriera en marzo de 2001 con la cadena de tiendas de telefonía móvil Nefitel, a la que habrá que añadir en el futuro el 47,5% que posee, a través de su filial Terraire, en Complejo Medioambiental de Andalucía, que está en venta.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El objetivo es ir a empresas de mayor tamaño, como Air Nostrum, de la que posee el 96,8%, y Gamesa, en la que controla el 21,3% del capital. La toma del 40% del grupo Uralita hay que enmarcarla en esta política empresarial.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Emilio Serratosa vuelve por tanto a sus orígenes, 10 años después de la venta de Valenciana de Cementos a Cemex, por la que obtuvo ingresos suficientes para crear Nefinsa e iniciar un plan de expansión. Nefinsa arrancó en 1993 con unos fondos propios de 49,07 millones de euros, cantidad que en 2001 era ya de 219,5 millones.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Durante este periodo Nefinsa ha ido creciendo a pasos agigantados, alcanzado en 2001 una cifra de negocio de 372,4 millones, un 22,4% más que el año anterior, y un resultado neto de 47 millones de euros, un 76,7% más que en el ejercicio de 2000, aumento debido en parte a la venta de Nefitel.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El orgullo del grupo es sin duda Air Nostrum, que facturó 334,4 millones de euros y transportó a 2,8 millones de pasajeros en 2001. La aerolínea está en beneficios desde 1997, gracias en parte al acuerdo con Iberia, lo que le permitió en junio 2001 comprar Binter Mediterráneo.

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