El Gobierno vasco crea un fondo para atraer grandes inversiones
El salto cuantitativo de la Administración vasca en capital riesgo se producirá para evitar que las grandes inversiones empresariales puedan dejar de lado a Euskadi ante la falta de capacidad de las instituciones vascas para poder captarlas. Ahora, los siete fondos integrados en Gestión de Capital Riesgo del Gobierno vasco (SGECR) están centrados en su mayor parte en el ámbito de las pymes. Sólo uno de ellos, Socade, está orientado a proyectos industriales que desde Vitoria se consideran estratégicos para el sector secundario vasco.
Así, Socade, que desde su constitución en 1993 y hasta el cierre del pasado 2001 ha gestionado capitales de más de 30,05 millones, aunque lleva más de seis años sin entrar en nuevas operaciones, ha colaborado en diversas reordenaciones de sectores básicos para el tejido industrial de la comunidad autónoma. Fue accionista del fabricante de aceros especiales GSB cuando este grupo supuso la unión de Afora y Patricio Echeverría. Ahora, GSB ha formado con Egaña la corporación CIE Automotive, el cuarto fabricante nacional de componentes de automoción y el primero que cotiza en Bolsa.
Por otro lado, Socade se mantiene en el capital de la Acería Compacta de Bizkaia (ACB), heredera en la producción de acero de la extinta Altos Hornos de Vizcaya (AHV). Además, en 1993 apoyó la apuesta de Gamesa por el sector aeronáutico, donde entonces no tenía presencia alguna. Estos días, Gamesa negocia con la también vasca ITP la creación del grupo Alerion, que será líder nacional en este mercado. En este proyecto participan Sener, la SEPI e IBV, y quizás entre Rolls-Royce. A través de Socade, el Ejecutivo de Vitoria también apoyó la implantación de Daewoo en Euskadi, donde instaló, en Vitoria, una fábrica de frigoríficos.
En primera división
Pero el Gobierno vasco, mediante SGECR, cuyo consejero delegado es José María Losada, quiere captar proyectos de mayor volumen que los citados para entrar en la órbita de las grandes inversiones que manejan las multinacionales. De ahí la creación de un fondo de capital riesgo de 300,51 millones, 'para meternos en la primera división', porque con los capitales actuales que maneja SGECR (162 millones) 'no nos acercamos en cuantía ni al 10% de las inversiones que queremos captar', según han manifestado fuentes de los promotores. De hecho, de los siete fondos del grupo público, cuatro se pusieron en marcha el año pasado y tres de ellos (Suztapen, Elkano XXI e Inversión en Empresas Digitales) están muy circunscritos al ámbito pyme. Sólo uno, Suztapen, que gestiona capitales de 26,3 millones, apoya a compañías de un cierto tamaño, las que pueden afrontar planes de internacionalización.
El nuevo macrofondo estará abierto a la participación de inversores privados, es decir, corporaciones empresariales y entidades financieras. De estas últimas, las tres cajas vascas (BBK, Kutxa y Vital) apoyan desde 1993 los planes de capital riesgo del Gobierno vasco. En 1997, diversos grupos entraron en uno de los fondos promovidos desde Vitoria. Fue el caso del Banco Guipuzcoano, Comevasa (sociedad inversora del Banco Santander), del Banco de Vitoria (también del SCH), de Caja Laboral y de la compañía de seguros Aurora, además de la Corporación IBV. Precisamente, este holding, participado al 50% por BBVA e Iberdrola, dispone de una tesorería de 300 millones para invertir este año en grandes proyectos empresariales, según la intenciones a corto plazo manifestadas recientemente por sus directivos.
Los responsables de SGECR consideran fundamental que los siete fondos que gestionan actualmente propicien proyectos rentables que generen dividendos, para así atraer a los futuros accionistas que puedan entrar en el nuevo macrofondo, y que estén dispuestos a mantener más de tres años su inversión, según los parámetros del capital riesgo.
Participadas
Al cierre de 2001, el grupo que gestiona José María Losada estaba presente en el capital de 52 empresas, que sumaban 12.812 trabajadores y una facturación global de 2.117 millones de euros. Estas participaciones tenían un valor de 89,2 millones a 31 de diciembre pasado. Para 2005, Losada quiere tener una cartera empresarial con 112 compañías.
En sus 15 años de experiencia en el sector de capital riesgo, el grupo del Gobierno vasco ha colaborado en multitud de proyectos empresariales y que en su mayor parte han tenido éxito. Por ejemplo, la compañía de máquina herramienta Ona-Electroerosión, que tiene una proyección internacional, o el grupo guipuzcoano Ulma, que este año prevé facturar 325 millones. En contra, el fracaso del fabricante de yates Garín, que cerró.
Nuevo plan de 55 millones en 2003 para los proyectos de MCC
Mondragón Corporación Cooperativa (MCC), como primer grupo empresarial de la comunidad autónoma de capital vasco, cuenta con dos fondos de capital riesgo que el Gobierno de Vitoria ha diseñado a la medida de sus necesidades.
Uno de ellos, MCC Innovación, es reciente, arrancó el año pasado con un capital de 12,13 millones para apoyar los proyectos de alto contenido tecnológico de las cooperativas del holding de Mondragón (Guipúzcoa). El otro, MCC Desarrollo, nació en 1997 para potenciar los planes de expansión de las compañías integradas en MCC. Son los casos de las fábricas que han abierto por el mundo Fagor Electrodomésticos, la carrocera de autobuses Irizar o el fabricante de componentes de automoción Batz. MCC Desarrollo, con un capital suscrito de 48,08 millones, tendrá todo su patrimonio invertido en 2003, por lo que habrá que crear un nuevo fondo de apoyo a las estrategias de crecimiento de las cooperativas de MCC, en este caso de unos 55 millones, según los cálculos de SGECR. MCC Desarrollo tiene partícipes de todos los sectores.
El sector financiero está muy presente, ya que son accionistas del fondo las tres cajas vascas, los bancos Santander, Guipuzcoano y Vitoria, y Caja Laboral. Por el lado empresarial, figuran en el capital Corporación IBV y el grupo Aurora.
De todas formas, el fondo de capital riesgo del Gobierno vasco más activo y más longevo ha sido Ezten, con su citada repercusión entre las pymes durante una década de actividad.