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Columna
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Voladura del Pacto de Estabilidad

Alemania acabó el pasado año con un déficit público del 2,7% del PIB, y la Comisión Europea propuso al Ecofin activar el procedimiento de alerta rápida previsto en el Reglamento CE número 1466/97, del Consejo de 7 de julio de 1997, para formular una recomendación a Alemania y a Portugal con el objetivo de impedir que se produzca un déficit excesivo y se adoptaran las medidas de ajuste necesarias; un terremoto sacudió los cimientos del Tratado de la Unión Económica y Monetaria.

Esta propuesta no fue aprobada por el Ecofin en su reunión del 11 de febrero del corriente año, aceptándose la garantía ofrecida por el ministro alemán de Finanzas de que el déficit no rebasaría este año el 3% del PIB y que en 2004 se cumplirá el equilibrio presupuestario; el resquebrajamiento de la estabilidad y de la credibilidad en la unión monetaria había comenzado.

Apenas han transcurrido cuatro meses de tal hecho y en el Ecofin convocado para la víspera de la Cumbre de Sevilla, el Gobierno francés manifestó su imposibilidad de equilibrar las cuentas públicas en 2004, pidiendo que tal objetivo se aplace hasta 2007. Tal propuesta no ha sido aceptada en la cumbre, que ha llegado al acuerdo de flexibilizar el cumplimiento del Pacto de Estabilidad y Crecimiento en el sentido de que se mantiene el compromiso de equilibrio presupuestario en 2004, pero con el matiz de considerar cumplido tal objetivo si el Presupuesto está próximo al equilibrio presupuestario, lo que significa que la Comisión Europea puede aceptar un déficit de hasta un 0,5% del PIB.

Francia, no contenta con este acuerdo, hizo constar que el mismo quedaba condicionado a la consecución de un crecimiento de su PIB del 3% durante los años 2003 y 2004, si bien el ministro de Economía español, presidente del Ecofin, afirmó que la declaración de Francia no condiciona los acuerdos del resto, ni siquiera sus propios compromisos con la Unión Europea.

El ministro de Finanzas alemán recordó que su país aceptó el déficit cero en 2004 si las tasas de crecimiento de su PIB de los años 2003 y 2004 son del 2,5%. Portugal e Italia apoyan igualmente la tesis de cumplir el Pacto de Estabilidad, ligándolo al crecimiento del PIB.

El planteamiento de Francia se basa en que la auditoría de las cuentas públicas efectuada por el nuevo Gobierno fija el déficit del corriente año entre el 2,2% y el 2,5%, en lugar del 1,8%-1,9%, previsto por el anterior Gobierno, además de la rebaja de impuestos que el nuevo Gobierno se ha comprometido a realizar para 2003 en su campaña electoral.

El resultado de esta cumbre supone sencillamente la voladura del Pacto de Estabilidad; los dos grandes países de la unión monetaria, impulsores del Tratado de la Unión, son los que han decidido incumplir las reglas del juego. ¿Qué medidas podrán ya tomarse cuando otros países incumplan lo pactado?

Se ha vuelto a vulnerar el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que es un instrumento imprescindible para conservar el área de estabilidad que la unión monetaria representa. Para ello se establecieron condiciones muy estrictas para que los Estados miembros pudieran incorporarse a la misma. La justificación de la existencia de reglas fiscales muy severas en el propio Tratado de la Unión, que fueron después endurecidas por el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, tiene su fundamento en que la unión monetaria europea no es una zona monetaria óptima, sino que constituye un caso especial, ya que la política monetaria está absolutamente centralizada en el Banco Central Europeo y la política presupuestaria prácticamente descentralizada en cada uno de los países, pues el Presupuesto de la Unión sólo supone el 1,2 el PIB de los países que la integran, por tanto sin capacidad estabilizadora.

Como dije en mi artículo publicado en este diario el 23 de febrero del corriente año, la idea básica que se tuvo en cuenta para proponer reglas de obligado cumplimiento sobre el tamaño del déficit y de la deuda pública fue que un país que esté en una senda de crecimiento continuo del déficit y de la deuda pública puede crear efectos negativos sobre el resto de la unión económica y monetaria, bien obligando a otros países a seguir políticas más deflacionistas de optar por estabilizar sus ratios deuda pública/PIB, o bien presionando al Banco Central Europeo para que relaje su política monetaria. En definitiva, las limitaciones a la política presupuestaria de cada Estado miembro tratan de impedir que dichas políticas puedan perturbar el desarrollo de la política monetaria común.

Las consecuencias del incumplimiento del Pacto de Estabilidad serán una pérdida de credibilidad en la política macroeconómica de la zona euro, el inicio de una nueva depreciación del euro frente al dólar y la desaparición del temor de los Estados miembros a incumplir la disciplina presupuestaria, que es básica para mantener la estabilidad.

Llama la atención que precisamente los dos primeros incumplimientos del Pacto de Estabilidad, sin que hayan sido acompañados de la correspondiente sanción, se han producido cuando España desempeña la presidencia de la Unión Europea, ya que nuestro país acaba de aprobar la Ley de Estabilidad Presupuestaria, cuyo fundamento se encuentra en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento.

Si el soporte ha quedado en entredicho con los dos acuerdos recientes sobre Alemania y Francia, puede constituir un mal precedente para que las comunidades autónomas acepten el equilibrio en las cuentas públicas establecido en la citada ley.

Lo sucedido es una prueba más de la debilidad política de la Unión Europea, a consecuencia de la estructura de la misma, basada en el Estado-nación, donde cada país sólo tiene en cuenta sus intereses particulares; la ausencia del interés general es evidente en cuantas decisiones importantes toma la Unión Europea.

Se ha perdido el norte de 'hacia dónde va Europa', la idea de una Europa federal, que fue la que impregnó la creación de la unión monetaria. Faltan líderes como Kohl, Mitterrand, Delors, Giscard d'Estaing, Schmidt, capaces de ilusionar a los ciudadanos y hacerles partícipes de las decisiones, llenando el déficit democrático que Europea padece.

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