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Pacto de estabilidad

Bruselas vigilará también la deuda y la calidad del gasto público para fomentar el crecimiento

La Comisión Europea aprobó hoy una serie de propuestas con el objetivo de mejorar la coordinación de las políticas presupuestarias que, sin cambiar el techo del 3% de déficit admisible, revaloriza criterios como el control de la deuda por debajo del límite del 60% y la calidad del gasto de las administraciones públicas.

El presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, manifestó que se trata de aplicar "con más autoridad e inteligencia" el Pacto de Estabilidad y de Crecimiento, a la luz de que a lo largo de los cuatro últimos años, desde la introducción del euro, se han producido según Bruselas deficiencias tanto en la interpretación como en la aplicación y control del cumplimiento de dicho Pacto. El objetivo: "la estabilidad, el crecimiento y el empleo", afirmó.

En este sentido, el comisario de la Unión Europea para Asuntos Económicos y Monetarios, Pedro Solbes, declaró que los Estados miembros no desempeñan el papel que les corresponde a la hora presionar a sus iguales, una actitud que a su juicio "pone en peligro la credibilidad de nuestra coordinación presupuestaria, regida por normas, y, en último término, de nuestra moneda única, el euro". Esta iniciativa quiere "garantizar un cumplimiento más estricto de los compromisos presupuestarios que los propios Estados miembros optaron por contraer", añadió.

Para dar mayor envergadura a esta decisión, la Comisión quiere que los jefes de Estado y de Gobierno de los Quince en marzo próximo "reafirmen su compromiso" con el Pacto a través de una "Resolución para el refuerzo de la coordinación de políticas presupuestarias". Y aunque este paquete de propuestas no requiere una modificación del Tratado de la UE, el Ejecutivo anunció que su contribución a la Convención sobre el futuro de la UE respecto a las cuestiones institucionales introducirá elementos para dar continuidad a este nuevo enfoque.

En la práctica, el Ejecutivo comunitario mantiene el objetivo de que los Estados miembros alcancen situaciones presupuestarias "próximas al equilibrio o en superávit" en 2004, sin embargo, anuncia que a partir de ahora hará mayor hincapié en otras cuestiones, como el crecimiento, y la correlación que existe entre la política presupuestaria y la necesidad de reformas estructurales en la Unión.

Para mejorar esta coordinación, la Comisión adoptó también dos Comunicaciones a fin de perfeccionar las estadísticas económicas y presupuestarias de la UE y de la zona del euro. Invitó también al Consejo ECOFIN a aprobar un código de buenas prácticas sobre información presupuestaria antes de la próxima fecha de presentación de informes a efectos del procedimiento de déficit excesivo, previsto según Solbes para el 1 de marzo de 2003.

Cinco propuestas

La Comunicación presentada hoy recoge cinco propuestas. Uno de las más destacados es que los gastos de los gobiernos deberán contribuir al crecimiento y el empleo. Por ello, por primera vez la Comisión dice que podría admitir, con condiciones un "ligero deterioro temporal de la situación presupuestaria subyacente cuando sea resultado de la introducción de una amplia reforma estructural", como por ejemplo una reforma fiscal o un programa de inversión pública a largo plazo, ya sea en infraestructuras físicas o en capital humano.

Un Estado miembro sólo podrá acceder a ello si está cerca del equilibrio o en superávit y presenta una deuda pública inferior al valor de referencia del 60% del PIB. Este desajuste sólo podrá darse en un plazo "inequívoco y realista" y que haya un margen de seguridad suficiente para evitar que los déficit nominales superen el valor de referencia del 3% del PIB.

Solbes recalcó que unas finanzas públicas sanas permiten reducir la deuda pública y, de ese modo, la carga de intereses, lo que crea el margen necesario para las urgentes reformas estructurales, ya sea para aumentar la inversión o para llevar a cabo reformas fiscales.

Por otra parte, el nuevo enfoque destaca que la incapacidad de alcanzar "un ritmo satisfactorio" de reducción de la deuda dará lugar a la aplicación los procedimientos contemplados por el Tratado, es decir, que la Comisión podrá recriminar a un Estado miembro a través de la activación del mecanismo de alerta rápida,. Solbes calculó que esta reducción adecuada debería estar entorno al 4-5% anual.

A la hora de definir los objetivos presupuestarios de la UE y de supervisar las situaciones presupuestarias de los Estados miembros, Bruselas cree preciso también atender a la coyuntura económica, de modo que el criterio de "presupuestos próximos al equilibrio o en superávit" se definirá en términos subyacentes con el fin de delimitar los efectos del ciclo económico.

Sin cambiar lo ya anunciado este otoño por Solbes, la Comisión plantea que a aquellos países cuyos déficits subyacentes supongan una violación del requisito de déficit cero para 2004 se les exija mejorar su posición presupuestaria subyacente al menos en un 0,5% del PIB al año, hasta cumplir el objetivo. Este esfuerzo será elevado en el caso de los países que presenten niveles importantes de déficit o deuda, o si hay condiciones propicias al crecimiento. "Los objetivos del Pacto no puede posponerse indefinidamente", señala el Ejecutivo.

Bruselas advierte también que toda relajación cíclica de las políticas presupuestarias en períodos favorables ha de considerarse una violación de los requisitos presupuestarios de la UE y recibir respuesta adecuada y oportuna, mediante los instrumentos que contempla el Tratado.

En el marco de la mejora de la información de las políticas económicas, además del informe anual sobre finanzas públicas, la Comisión se propone publicar un estudio intermedio de la evolución presupuestaria en los Estados miembros.

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