Jazztel reduce pérdidas, pero el horizonte de rentabilidad se aleja
Jazztel presentó ayer unos resultados trimestrales que no defraudaron al mercado. La compañía ha logrado reducir un 47% sus pérdidas, hasta 33,1 millones de euros, gracias al crecimiento de los ingresos, el control de los gastos y, sobre todo, a las plusvalías por la recompra de deuda.
La facturación crece en todas las líneas de negocio (sube un 13,7% en el global, a 53 millones), aunque el recrudecimiento de la crisis se constata en la comparación con el último trimestre del año pasado. Así, a pesar del aumento del número de clientes, la facturación a los abonados de acceso directo, los más buscados por la operadora, cae en comparación con los últimos meses de 2001.
Pero la ausencia de sorpresas con respecto a lo esperado no implica que unos resultados sean buenos y, en este caso, ni las cifras ni las perspectivas lo han sido lo suficiente. 'Debido al proceso de reestructuración de deuda de alto rendimiento, que podría afectar al rendimiento operativo de la compañía, estimamos oportuno adoptar una postura conservadora con respecto a las previsiones de 2002', explicaba ayer el vicepresidente de Jazztel, Miguel Salís, en una nota de prensa. Y así lo han hecho. Los ingresos calculados ahora para el ejercicio oscilan entre 230 y 260 millones, frente a los 300 a 330 millones estimados previamente.
Los menores ingresos repercutirán en el resto de la tabla de resultados, de forma que el Ebitda (margen bruto de explotación) negativo se situará entre 25 y 45 millones a cierre de año. Con este panorama, Jazztel ha retrasado su objetivo de alcanzar Ebitda positivo hasta la primera mitad del año que viene.
Para compensar en parte lo negativo de este escenario, Jazztel ha dado una vuelta de tuerca a su plan de reducción de costes. El recorte paulatino de personal que estaba llevando a cabo la operadora se intensifica y afectará a otros 235 trabajadores, lo que supone el 28% de la plantilla del negocio de telecomunicaciones o el 16% de la fuerza laboral total del grupo. La meta de este programa es rebajar los gastos generales, de ventas y administrativos en más de 20 millones anuales.
Exclusión del Nasdaq
Ante la urgencia de la situación, Jazztel ha dado un paso más de lo que se acostumbre en las reducciones de costes y ha decidido solicitar el cese de la cotización en el Nasdaq desde el próximo día 31. Esta actuación reducirá los gastos y concentrará todo el volumen en la Bolsa española.
El mayor problema de Jazztel, sin embargo, no está tanto en sus resultados sino en su liquidez. La posición financiera de la compañía ascendía a 185,9 millones a cierre de trimestre, pero sólo 71,9 millones están inmediatamente disponibles. Y esta tesorería sólo cubre las necesidades de este año. A partir de entonces entrará en juego el préstamo sindicado de 199,5 millones, de los que sólo 50 millones podrán ser utilizados si tiene éxito el canje de deuda.
Estas cifras implican, y así lo reconoce Jazztel, que la operadora no cuenta con liquidez para financiar su plan de negocio y que tendrá que volver a apelar al mercado, ya sea en forma de ampliación, deuda o entrada de accionistas. Y será así tanto si se convierten los 676 millones de euros en capital como si no se consigue. El canje, con todo, adelantaría la llegada de los números negros a la parte baja de la tabla y aliviaría algo la pesada carga financiera de la empresa.
Las cuentas trimestrales dan idea del lastre que supone. Jazztel destinó 23,58 millones al pago de intereses, lo que supone casi la mitad de sus ingresos.