Berlusconi insiste en liberalizar el despido pese al éxito de la huelga general
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, volvió a defender ayer la polémica reforma laboral con la que pretende liberalizar el despido, a pesar del éxito innegable de la huelga general secundada el pasado martes por millones de trabajadores.
Berlusconi declaró que 'no podemos dejar las cosas como están' y 'es necesaria la reforma'. El viceprimer ministro, Gianfranco Fini, aparecía ayer en el diario Corriere della Sera afirmando que el Gobierno 'ha salido ileso de una manifestación que no se ha visto en 20 años' y que su Ejecutivo 'no se rendirá'.
Mucho más conciliador se mostró el ministro de Trabajo, Roberto Maroni, quien anunció que piensa dar pasos para 'restablecer el diálogo con los sindicatos'. Maroni declaró en los pasillos del Congreso de los Diputados que adoptará esta actitud 'sin dramatizar y sin ansiedad alguna' como resultado de la huelga, pero advirtió que el Gobierno no tiene intención de renunciar a la suspensión del artículo 18 del Estatuto de los Trabajadores, que en su actual redacción obliga a la readmisión de los despedidos sin causa justificada.
La norma reformada pasaría a aplicarse sólo en tres casos: cuando la empresa que lo emplea pasa a tener más de 15 trabajadores; cuando el empleado pasa de un contrato temporal a uno indefinido y, en las regiones del sur de Italia, cuando se pasa de la economía sumergida a la legalidad.
Esta reforma, que se ha convertido en el principal argumento de la disputa entre el Ejecutivo y las centrales sindicales, se mantendrá, según el ministro, quien, sin embargo, abrió la puerta a eventuales modificaciones en otros puntos del proyecto que planea aplicar el Ejecutivo.
Repatriación de capitales
Maroni confirmó que se reunirá con altos cargos de su departamento para establecer las bases de esa iniciativa, que previsiblemente pasará por convocar a los líderes sindicales dentro de unos días, en respuesta al llamamiento que ayer mismo hizo el propio jefe del Ejecutivo, Silvio Berlusconi.
Berlusconi evitó evaluar la jornada de huelga, pero apuntó la disposición del Gobierno a recuperar 'inmediatamente' el diálogo con los agentes sociales. Maroni aseguró que 'el problema no es técnico, sino político.
Es necesario restablecer la relación con los agentes sociales y esto lo haremos porque es útil y oportuno, pero sin la ansiedad de hacerlo hoy mismo'.
'El Gobierno está preparado para hacer todos los cambios que hagan falta, si alguien los propone', pero retirar la suspensión del artículo 18 'no es una modificación, sino una rendición. Sería como tirar a la basura todo lo que hemos hecho', afirmó el titular de Trabajo.
Por otra parte, el enfrentamiento entre Gobierno y oposición volvió ayer a escenificarse por la aprobación parlamentaria de un decreto para el regreso de capitales opacos en condiciones ventajosas.
El Congreso aprobó una norma que amplía el plazo para la repatriación de capitales que los italianos poseen en el extranjero y que, paralelamente, permite a las empresas de la 'economía sumergida' legalizar su situación a efectos fiscales.