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Movimientos

El sector energético, pendiente de los pasos de grupos extranjeros

Las empresas energéticas españolas (eléctricas, petroleras y gasísticas) se mantienen vigilantes ante los movimientos de las grandes compañías extranjeras de sus sectores en el mercado español. Esta actitud no les impide, sin embargo, estar pendientes de las operaciones que se diseñan en el ámbito internacional.

El panorama de un cambio en el actual mapa del sector, en el que más de un banco de negocios está trabajando, tiene como objetivo que, ante eventuales ofertas de compra, se cuente, al menos, con un diseño de contraofensiva o contraoferta. En esta línea, el consejero delegado de Endesa, Rafael Miranda, ya se ha manifestado e indicado que su empresa no permanecerá quieta ante posibles movimientos en el sector.

Según medios empresariales, uno de los desencadenantes para activar esa estrategia ha sido conocer que una entidad asesora trabaja para la alemana Eon en España. El objetivo inicial era analizar si era Fenosa o Iberdrola la sociedad idónea para dar un gran salto hacia el mercado ibérico. Añaden estos mismos medios que la opción que se ha considerado más adecuada es una eventual entrada en la eléctrica vasca.

Adicionalmente, se han producido sendos cambios en el BBVA y el SCH, las entidades bancarias que son los principales accionistas de algunas de las grandes empresas energéticas españolas, que hacen que esos posibles movimientos sean más factibles. Y es que la apuesta por el núcleo duro no forma parte de sus líneas de actuación.

El papel de Rato

Fuentes del sector eléctrico consideran, asimismo, que es factible el logro de mejoras por parte del Ministerio de Economía en el marco de actuación de las eléctricas, asunto del que están también pendientes las compañías extranjeras que sondean el mercado español.

Las compañías cuentan además con el cambio sutil de discurso del vicepresidente económico, Rodrigo Rato, quien ha manifestado que es posible que sea necesario que las empresas energéticas españolas ganen tamaño para competir en Europa. Y considera que ese proceso puede ser compatible con el mantenimiento o el aumento del número de operadores, por la entrada de nuevos agentes como la de la italiana Enel en la actividad eléctrica.

Las operaciones de concentración que se estudian en medios de los bancos de negocios dentro del ámbito nacional contemplan, entre otras, la fusión de Fenosa con Endesa (aunque, según los analistas, sería la menos adecuada por sus posiciones en telecomunicaciones y ya que no son complementarias por el tipo de activos de generación).

Por otro lado, estaría la de Fenosa con Iberdrola. En esta integración, un punto a resolver es que cada empresa cuenta con un diferente banco como principal accionista. La solución estaría en que alguna de esas entidades cediera su posición a cambio de plusvalías. Otra posibilidad sería la fusión de Gas Natural con Iberdrola, que ya se abordó fallidamente en dos ocasiones. Esa operación tiene, a medida que avanza el tiempo, menos carácter vertical. Y se enfrentaría, además de a problemas con las autoridades de la competencia, con una difícil negociación en el reparto del poder. Repsol YPF, que no quiere perder fuerza en la actividad gasística, no está, por su elevada deuda y el impacto de la crisis argentina, en condiciones para ser la protagonista de una eventual transacción de esas características. Ninguna operación es fácil, señala un asesor, pero los directivos de las energéticas consideran que tampoco es posible mantenerse al margen cuando los grandes de sus sectores no lo están.

Uno de los casos más significativos es el de æpermil;lectricité de France (EDF), que antes de perder cuota en su país, se está convirtiendo en un operador relevante en países como Gran Bretaña, Alemania o Italia. El líder europeo en su sector se ha hecho con el control de la tercera eléctrica alemana, EnBW, y con el de Eastern, lo que le ha convertido en la titular de la red más importante de distribución eléctrica del Reino Unido. A ese activo, une en ese país otras compañías, como London Electricity. En Italia, además de su presencia en Edison junto con Fiat, es ahora uno de los dos candidatos que pujan por Eurogen, filial del grupo Enel.

Una trayectoria similar siguen las alemanas RWE y Eon, así como -en menor medida- el grupo francobelga Suez Lyonnaise, propietario de Electrabel. Eon realizará inversiones por 28.700 millones de euros en tres años, destinados básicamente a la actividad eléctrica y gasística en Europa. Su estrategia implica, además, una seria dificultad para competir con ellas en los concursos internacionales.

Procesos de concentración se han registrado también en el área de petróleo. Y aunque los analistas apuntan que a medio plazo un objetivo será Repsol YPF, el entramado accionarial y la acción de oro impiden una operación hostil.

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