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Los accionistas canarios de Cita se enfrentan por el control de la gestión

Distintas ramas de la familia Zamorano, accionistas tradicionales de la compañía tabacalera canaria, se enfrentan por el control de la sociedad, que también tiene intereses en otros sectores, como el hotelero.

Los grupos familiares que están en el capital de la tabacalera canaria Cita se enfrentan abiertamente por el control de la gestión, no sólo del negocio tabaquero familiar, sino también por las diferentes empresas del grupo, que aglutinan actividades hoteleras y de distribución.

Los problemas en el seno de la familia Zamorano se iniciaron el pasado mes de junio, cuando tres de las cuatro ramas familiares que controlan la sociedad a través de la patrimonial ATIC, cada una con el 25%, se enfrentaron al grupo familiar encabezado por Enrique Hernandis, actual presidente ejecutivo del grupo de empresas, para exigirle una mayor participación en la gestión del negocio.

El enfrentamiento llegó a un punto de tensión tal hace apenas unas semanas, que incluso se contempló una propuesta formal de segregación de parte de los negocios y el acuerdo para un reparto de las empresas. Finalmente, esta solución se desestimó y ahora se negocia, no sin una menor tensión, un acuerdo que permita a todas las familias accionistas tener acceso directamente a la gestión de la compañía.

En un reciente consejo familiar se propuso formalmente que Enrique Hernandis abandonase parte de sus competencias ejecutivas y asumiese una presidencia honorífica. Hernandis se niega a quedar relegado a un papel de mero observador y negocia en la actualidad con sus familiares un acuerdo que le permita seguir ligado de alguna forma a la gestión de la compañía.

Fuentes cercanas a Cita, declinaron hacer comentarios sobre la posible solución de la crisis y calificaron la situación como un mero "recambio generacional". Sin embargo, otros medios del grupo explican que la voluntad de cambio no obedece únicamente al hecho de que Hernandis aglutine en torno a él toda la gestión, sino que mantienen un profundo descontento con la forma y las decisiones que se toman desde la primera línea de la dirección.

Pacto con Altadis

Uno de los mayores activos del grupo de empresas tinerfeñas es la tabacalera Cita, en la que el grupo Altadis controla un 50% del capital. El resto está en manos de la patrimonial ATIC, si bien ésta posee una acción de voto reforzado que le permite tener en sus manos la gestión.

También en Cita está previsto llevar a cabo una revolución en la dirección. Los accionistas críticos con Hernandis no lo han tenido aquí tan sencillo como en el resto del grupo para introducir modificaciones.

Por razones estatutarias, los eventuales cambios en la presidencia y en el puesto de consejero delegado de Cita -hasta ahora era Enrique Hernandis el que agrupaba los dos cargos- sólo se pueden llevar a cabo con el acuerdo de dos tercios de los votos de los accionistas.

Esta salvaguarda estatutaria ha obligado a las ramas familiares críticas a pactar y conseguir el apoyo del grupo Altadis. De acuerdo con fuentes internas de la empresa, este grupo familiar encabezado por Francisco Javier Zamorano tiene ya el apoyo de Altadis para ser designado nuevo consejero delegado de Cita.

Altadis se ha reservado el derecho de nombrar un vicepresidente ejecutivo, cargo que recaerá previsiblemente en José Antonio Hevia, actual consejero de la tabacalera canaria en representación de Altadis. Fuentes oficiales de la compañía hispanofrancesa presidida por Pablo Isla declinaron ayer hacer cualquier tipo de comentario al respecto.

Esta situación permite a Altadis entrar de lleno en la gestión de la compañía canaria, propietaria, entre otras, de la marca de cigarrillos Coronas.

La antigua Tabacalera intentó al menos en un par de ocasiones durante los últimos años hacerse con la gestión de Cita alegando siempre falta de información sobre la situación real de la compañía.

El último y quizá más espectacular intento de Tabacalera se produjo bajo la presidencia de César Alierta, hoy presidente de Telefónica. Pero el blindaje estatutario de la gestión y la mayoría de las acciones en poder de la familia Zamorano le hicieron fracasar. De hecho, tras la venta por parte de Altadis a sus socios de las participaciones que poseía en los negocios no tabaqueros del conglomerado empresarial canario, las relaciones entre ambas partes se han tranquilizado.

El grupo industrial en el que se integra Cita cuenta con fuertes inversiones en el sector de la hostelería. A través de su filial Compañía de las Islas Occidentales controla el hotel Bahía del Duque en Tenerife y construye en la actualidad un gran complejo hotelero en Cuba. Además posee embotelladoras de agua, envasadoras de café y varias firmas de distribución.

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