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IBEX 35

La Bolsa española confirma su alta exposición al riesgo de América Latina

La economía turca no tiene el peso específico suficiente para arrastrar a la baja el resto de las economías más industrializadas del mundo, en general, ni a ninguna otra relevante, en particular. Además, el grado de exposición de los bancos alemanes en la zona no es preocupante.

Este discurso es riguroso y conciliador, pero su impacto en Bolsa, nulo. Los accionistas de BSCH, BBVA o del grupo Telefónica han visto descapitalizarse sus carteras, por muy irracional que parezca el asunto, porque la crisis turca ha salpicado a los mercados emergentes y dentro de éstos al argentino con especial saña.

La Bolsa española, en otros términos, ha vuelto a confirmar en los últimos días su condición de hedge fund, fondo de alto riesgo, de los mercados latinoamericanos. Algún observador ha dicho que el mercado nacional ha perdido su identidad debido a la exposición de sus blue chips en Latinoamérica.

El 82,1% del Ibex tiene influencia en la zona. Se da la paradoja, cosas de los mercados, de que la Bolsa española evoluciona según los movimientos de aquéllos y no a la inversa, que es lo que en buena lógica debería suceder, porque el desembarco de las empresas y bancos españoles en el área ha servido, entre otras cosas, para fortalecer los diferentes sistemas financieros y monetarios.

Hasta que los gestores no tengan en cuenta este hecho, será muy difícil que el mercado español valore y cotice sus propios fundamentales económicos.

Esto explica el fuerte aumento de la volatilidad registrada en las últimas cinco semanas. Para legos y expertos resulta inexplicable que el mercado nacional cerrara enero con el mejor registro desde que el Ibex echara a andar y que febrero vaya a decir adiós con el mismo registro, pero a la inversa, es decir, con el peor saldo en ese mes en la historia del Ibex.

La ausencia del inversor final de los mercados de valores y las continuas contradicciones que aparecen en las estadísticas económicas tanto de Estados Unidos como de la zona euro son elementos, asimismo, que juegan a favor de este hecho.

 

Test de 'vacas locas' en las 'puntocom'

La comunidad financiera internacional ha advertido de repente que en la otra exuberante industria relacionada con la nueva economía se está dando una especie de pandemia que no deja títere con cabeza. La expulsión de Gigabell del Neuer Markt alemán no es un hecho baladí. Es alarmante y ha puesto en jaque a gestores e inversores del mundo.

Parecía que el recorte apresurado de precios y expectativas de las compañías puntocom iniciado hace ahora un año había llegado a su fin al cierre de 2000. No ha sido así. Un día sí y otro también, saltan las sorpresas negativas, puros fiascos, de empresas que surgieron como hongos al calor del auge alcista de las compañías de la nueva economía.

Por eso, los gestores más dinámicos ya se han puesto a testar las empresas que aún sobreviven a sabiendas que, como en el mal de las vacas locas, aún existen porcentajes altos de contaminación.

El Nuevo Mercado español no será ajeno a esta situación, dicen los expertos. Las 11 compañías que lo componen parecen estar bien parapetadas, aunque los expertos tenderán a recomendar aquellas que tienen altos niveles de liquidez y que no necesitarán acudir al mercado ni a socios para seguir creciendo. Son los casos de Abengoa, Indra, Zeltia, Amadeus, Avánzit y Amper.

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