La batalla contra la obesidad entra en la fase de hacerlo fácil
Los tratamientos con pastillas son más amables para los pacientes

La lucha contra la obesidad promete ser la mayor batalla de la historia de las farmacéuticas Para tener éxito, los medicamentos tendrán que evolucionar hacia la forma de píldoras. Eli Lilly está impulsando al mercado hacia ese nuevo mundo.
Los resultados de su nueva tableta en sí mismos no parecen tan extraordinarios. Los pacientes que tomaron la dosis más alta, 36 miligramos al día, perdieron casi un 8% de su peso y redujeron los niveles de azúcar en sangre en una cantidad estadísticamente significativa durante un ensayo de 40 semanas. Está muy lejos de Zepbound, también de Lilly, y con el que los pacientes han perdido hasta un quinto de su peso en un ensayo.
Pero la forma en pastillas presenta claras ventajas. A la gente no le gusta ponerse inyecciones. Algunos tienen miedo a las agujas, y los fármacos inyectables suelen requerir refrigeración, lo que supone una molestia para los usuarios. Ofrecer comprimidos eficaces debería aumentar tanto el número de pacientes dispuestos a probar el tratamiento como el de los que lo siguen. Los productos actuales, como Zepbound, y Wegovy y Ozempic, de Novo Nordisk, tienen efectos secundarios gastrointestinales desagradables, y el dolor de la inyección no ayuda. La mayoría de los pacientes abandona el tratamiento en un plazo de dos años.
Para Lilly y sus rivales, las pastillas también podrían suponer un ahorro. Son más sencillas de fabricar y, por lo general, más baratas que los inyectables, ya que las moléculas son más pequeñas. Lilly prevé además un lanzamiento relativamente rápido. Ha afirmado que, si se aprueba, podría lanzarlo en todo el mundo, probablemente en 2026, sin restricciones de suministro, a diferencia de los anteriores.
Los inversores esperan grandes cosas, ya que han añadido unos 100.000 millones de dólares al valor de mercado de Lilly, hasta los 800.000 millones. Y cotiza a 11 veces los ingresos estimados para el próximo año, según LSEG, el doble que la mayoría de sus rivales. Pero múltiples empresas, entre ellas Novo y otras pequeñas y emergentes, compiten por fabricar sus propias pastillas sencillas y baratas. Superar las ya elevadas previsiones de Wall Street, como la de Goldman Sachs, que prevé unas ventas totales de casi 100.000 millones para 2030, dependerá en gran medida de ampliar el número de usuarios. Este es un paso importante.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías