Las claves: la tecnología que permite a Estados Unidos seguir ganando
El ‘fracking’ lo impulsó Hillary Clinton, y ahora permite a Trump lanzar sus bravatas
Aunque las Administraciones estadounidenses republicanas, en particular la actual, pregonan su afición a los combustibles fósiles, y las demócratas alardean de su compromiso con la transición renovable, lo cierto es que la política energética del imperio (al igual que la comercial y la geoestratégica en general) es bastante más estable de lo que se muestra. El fracking, esa tecnología para extraer hidrocarburos tan agresiva con el medioambiente, empezó a impulsarla la poli buena Hillary Clinton, durante el mandato de Barack Obama. El auge de la producción de petróleo y gas de EE UU es justo lo que permite al poli malo, malísimo Donald Trump lanzar ahora sus bravatas arancelarias sin demasiado temor a las consecuencias.
Estados Unidos ha aprovechado también la guerra de Ucrania –durante la presidencia de Joe Biden– para incrementar sus exportaciones de petróleo y gas a Europa. Ahora Trump quiere pactar con Rusia para explotar los recursos del país invadido. Como en el casino, parece que, pase lo que pase, siempre gana la banca, o sea, Washington.
Digi explota que todo el mundo necesita un móvil, pero no ver la televisión
Tener telefóno móvil se ha convertido en algo básico para casi todo el mundo (se libran veteranos como el director de cine José Luis Garci, por ejemplo). Y para muchos, lo importante es pagar lo menos posible, aunque eso suponga perderse numerosos contenidos audiovisuales que luego, en realidad, tampoco hay tiempo para ver. Digi ha explotado ese filón, y ya tiene un 10% de las líneas en España. Sin embargo, sus ingresos solo representan el 3,3% de los totales de los clientes minoristas, debido a sus precios de derribo, que, además, van a la baja, mientras sus competidores los suben poco a poco.
Cataluña sigue buscando cómo poner puertas al campo del alquiler
La dificultad para poner puertas al campo de los precios del alquiler provoca que las sucesivas medidas requieran nuevos parches. Es lo que sucede en Cataluña, donde la Generalitat va a regular también los precios de los alquileres de temporada, que están usándose como alternativa a los permanentes, ya muy restringidos. El problema es que, cuanto más se frene la rentabilidad de la vivienda en alquiler, más optarán los inversores, o especuladores –según se mire– por la alternativa de la compraventa. Cierto es que, al menos, eso puede contribuir a que se relajen un poco los precios de los pisos, mientras el capital se dirige hacia los mercados financieros. Pero para aquellos que van a Cataluña por un tiempo relativamente breve, eso no es un consuelo.
La frase del día
“El riesgo de recesión está directamente relacionado con la duración de la incertidumbre. Una rápida resolución de las negociaciones comerciales sería positiva para la economía y los mercados”
Jonathan Gray, presidente de Blackstone
Desarrollar IA sobrehumanas... o simplemente resolver problemas
¿Hace falta crear inteligencias artificiales que superen a las humanas, o simplemente basta con que nos resuelvan unos cuantos problemas? OpenAI y Anthropic apuestan por lo primero, a base de gastar capital; Google DeepMind, en cambio, prefiere centrarse en cuestiones relativamente pequeñas, pero significativas, sobre proteínas, por ejemplo (lo cual hizo ganar a sus desarrolladores un premio Nobel de Química).
Los expertos creen, además, que crear inteligencias sobrehumanas es imposible. Pero, quizás, en el camino por fabricarlas, se descubran hallazgos útiles o interesantes. Los inversores, en todo caso, deben tener en cuenta las diferentes vías de investigación, para colocar su dinero en consecuencia.
