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Breakingviews
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

El excepcionalismo de Estados Unidos convierte al dólar en un problema global

Las prioridades de la nueva Casa Blanca parecen contrarias a un debilitamiento del billete verde

Billetes de dólar en una casa de cambio en Ankara (Turquía).
Billetes de dólar en una casa de cambio en Ankara (Turquía).Cagla Gurdogan (REUTERS)

Rey dólar, le presento a Donald. Después de enseñorearse de la mayoría de las principales divisas durante los últimos tres años, es probable que el dólar reciba otro gran impulso del proteccionismo y la generosidad fiscal del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Esto puede sorprender a los mercados y a los Gobiernos.

Se suponía que este año marcaría el final de la larga racha alcista del dólar. Después de que el billete verde ganara un 15% frente a sus pares del mundo desarrollado desde enero de 2022, los analistas predijeron que una desaceleración de la economía de EE UU, junto con los recortes en los tipos de interés, lo destronarían. No tan rápido. Desde principios de 2025, el índice del dólar, que sigue su evolución frente a una cesta ponderada por el comercio de seis divisas principales, no ha dejado de subir. El día 13, alcanzó su nivel más alto desde noviembre de 2022.

Podría subir más. Si Trump mantiene su promesa de imponer aranceles generalizados, el precio de los bienes importados aumentaría y mantendría elevada la inflación de EE UU. Eso, a su vez, podría incitar a la Fed a dejar de recortar los tipos, o incluso a subirlos. Y si la nueva Administración aprueba un paquete de recortes fiscales por valor de casi 8 billones de dólares, la divisa probablemente recibiría un doble impulso, derivado de la aceleración del crecimiento y del aumento del rendimiento de los bonos provocado por el temor de los inversores a que se disparen los niveles de deuda.

Es cierto que la política interna y la diplomacia internacional pueden desbaratar o diluir los planes de la Casa Blanca. Pero los mercados no parecen preparados para que Trump se salga con la suya. Los analistas esperan que el euro se fortalezca frente al dólar en 2025, según una encuesta de Reuters.

En cuanto a los gravámenes a la importación, solo un tercio de los que apuestan en Polymarket, un mercado de predicciones basado en criptos, creen que Trump impondrá grandes aranceles en los próximos seis meses. Si esta creencia es errónea, los traders, los Gobiernos y las empresas se encontrarán en una situación difícil. Para empezar, cuando el dólar sube, el comercio mundial se contrae, según un estudio de Valentina Bruno, de la American University, y Hyun Song Shin, del Banco de Pagos Internacionales. Esto se debe a que las empresas no estadounidenses pagan más para acceder a los dólares que necesitan para intercambiar bienes y servicios.

La divergencia de las políticas monetarias también puede causar problemas. Los traders esperan que los tipos de la zona euro sean dos puntos porcentuales más bajos que en EE UU en diciembre, según los precios de los derivados recogidos por LSEG. Ello anuncia un euro más débil, que podría impulsar las exportaciones europeas. Pero eso no es lo que esperan los mercados.

Los países con grandes déficits exteriores, como Gran Bretaña y Nueva Zelanda, también podrían sentirse poco queridos por los inversores extranjeros, que huyen hacia la mayor seguridad y los mayores rendimientos del billete verde. Las actuales turbulencias de la deuda pública británica y la caída del 2,4% de la libra frente al dólar en lo que va de mes ponen de relieve tales riesgos.

Asia podría ser la región que más sufra bajo el dominio del rey dólar. Muchos países tienen grandes superávits comerciales con EE UU, lo que los hace especialmente vulnerables a los aranceles y a los conflictos geopolíticos. No hay más que mirar a China, donde el yuan ha tocado hace poco su nivel más bajo en 16 meses frente al dólar, lo que ha llevado a Pekín a lanzar nuevas medidas para apuntalarlo. A pesar de estas medidas, el dólar ha subido casi un 3% frente al yuan en los últimos tres meses.

No cabe duda de que Trump y su vicepresidente, J. D. Vance, han criticado en ocasiones la fortaleza del dólar. Y antes de ser elegido secretario del Tesoro, Scott Bessent dijo que la amenaza arancelaria era una “posición negociadora de maximalismo” para obligar a otros países a revalorizar sus monedas.

Pero las prioridades políticas de la nueva Casa Blanca parecen contrarias a un debilitamiento de la divisa. Hasta que eso cambie, el rey dólar demostrará ser un gobernante implacable para el resto del mundo.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías


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